Editorial

¿Quién usa el poder y para qué lo usa?

#InPerfecciones
“Cuando se caen los mitos que preservan y dan validez al orden en que se vive, comienza a resquebrajarse la realidad que siempre se ha habitado.”

 

 

Manuel E. Herrera Flores / @Manumataum
manuel.herrera@inperfecto.com.mx

Las semanas anteriores mencionamos algunos aspectos interesantes de la película The White Tiger (2021) Dir. Ramin Bahrani. Y, a la espera de finalmente persuadirles de que la vean, el día de hoy presentamos la tercera y última editorial que hace referencia a la película. Para ello, es pertinente abordar al personaje que provocó más interés en quien escribe estas líneas: “La gran socialista”.

 

En la película se nos presenta a Balram (Adarsh Gourav) siendo un niño, observamos su intención y ahínco por estudiar, pero vemos que sus circunstancias materiales terminan truncando su sueño. Le mencionan la posibilidad de acceder a una beca para estudiar en la capital al citar las palabras de “La gran socialista”: “Cualquier niño pobre, de cualquier aldea olvidada puede convertirse en primer ministro de la India”. Es en ese momento cuando tenemos noticia de este personaje.

 

Posteriormente, cuando Balram consigue trabajar para la familia de Ashok (Rajkummar Rao), se da cuenta de la estrecha y particular relación que la familia guarda con esta figura política. La familia la recibe en su casa y ésta les menciona que necesitan darle una cantidad de dinero necesaria para preservar ciertos privilegios fiscales. Pues el enriquecimiento de la familia ha radicado en la explotación de las minas estatales de carbón y, en vez de pagar los impuestos correspondientes, le han ido entregando el dinero a la gran socialista. Un acuerdo apalabrado de beneficio mutuo entre capital económico y capital político.

 

La base de la pirámide piensa a la gran socialista como aquella figura que brinda esperanza. Balram la ve llegar a la casa y menciona que “ella era de casta baja, como yo y todos los de la oscuridad. Como buena emprendedora, había logrado convertirse en ministra en jefe del Estado. Sabía como enfrentar a los ricos y por eso la queríamos.” Esa visión de la realidad que comparten Balram y todos los de su aldea, sirve perfectamente para preservar el orden en que todo lo demás ocurre. La gran socialista funciona como el mito y la prueba de que con esfuerzo, dedicación y decisión uno puede mejorar sus condiciones de vida. Una vez más se hace visible la cultura del “echaleganismo”, sólo que ahora está materializada en una persona que se vuelve un ídolo cultural. 

 

Tras percatarse de la relación que sus jefes, o amos, guardan con este personaje, Balram comienza a replantearse el funcionamiento real de las cosas. Por ello, descubrirá finalmente “la importancia de no ser pobre en una democracia libre”. Cuando se caen los mitos que preservan y dan validez al orden en que se vive, comienza a resquebrajarse la realidad que siempre se ha habitado. 

 

Balram empieza a actuar de manera diferente, con la intención de construir una realidad alternativa, rechaza la determinación estructural de vivir siendo un sirviente. Deja de autoengañarse y comienza a actuar como todos los que son “exitosos”. Ese Balram transformado, aplica los valores que aprendió de la familia y de “La gran socialista”. 

 

Resulta sumamente interesante plantearse esta película como una “maqueta” de ciertas relaciones de poder que uno podría observar si deja de creer en ciertos mitos. En opinión de quien redacta la editorial, es ese quizá el modo más interesante de aproximarse a la película. A pesar de ser realizada al otro lado del mundo, uno bien podría indagar la postura política que el director quiso transmitir. O al menos plantearse si hay similitudes en cuanto a la gran socialista y nuestras figuras o ídolos políticos. 

 

Incluso podríamos preguntarnos si una de esas figuras, que ascienden a partir de proclamar la representación del pueblo, realmente busca un cambio o transformación del orden de las cosas… pues finalmente el orden de las cosas es lo que les dio y es lo que legitima el poder que detentan ¿no se beneficiarían de preservar el orden actual para preservar el poder y los privilegios que eso conlleva?

 

¿Usted qué opina, cree en el cambio o en las transformaciones que prometen estas figuras o considera que son reinterpretaciones míticas, alojadas en el imaginario cultural, que buscan beneficiarse de entender cómo funcionan esos símbolos que dan orden a la realidad? ¿se ha preguntado sobre la calidad de la democracia, si es realmente posible y legítima, o si es solo un mito más?

¿Quién usa el poder y para qué lo usa?

#InPerfecto