Editorial

Fiesta sudamericana, al ritmo de samba y tango

#InPerfecciones
Aunque parecía un tema olvidado y hasta irrelevante, FIFA comunicó la reprogramación de aquel mítico partido suspendido entre las dos escuadras más emblemáticas de la CONMEBOL.

 

 

Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx 

Hay historias que son fáciles de olvidar, ¿por qué? Una de las razones podría ser que cuentan con poco contenido interesante, por llamarlo de alguna manera, para cierto público. Aunque también está la otra cara de la moneda, hay sucesos que sí trascienden por mucho tiempo debido a que cimbraron a cierto sector de la sociedad; el mundo deportivo tiene el poder de contar con escenas que hasta la fecha siguen siendo atesoradas en la memoria colectiva pero también hay cosas cotidianas que se quedaron simplemente en eso.

Trascender no sucede de manera espontánea, y particularmente en el Deporte menos, entonces ¿cómo ocurre? Todo recae en los actores, el protagonismo debe estar en las figuras de los deportistas, ojalá esto ocurriera en la mayoría de las ocasiones porque a veces este papel protagónico es raptado por personajes, en teoría, externos pero determinantes para marcar tendencias fuertes. Aunque el campo deportivo suele ser un escenario con múltiples relaciones e interacciones sociales, hay ocasiones donde se pone una venda en los ojos para evitar observar como se suscitan acontecimientos suficientemente emblemáticos para un análisis que trascienda más allá de cifras y récords. 

Este preámbulo sirve para introducir a los sucesos que están alrededor del encuentro Brasil vs Argentina por las eliminatorias hacia Catar 2022, ¿qué pasó? Aproximadamente hace cinco meses en este mismo espacio se evidenció como el clásico sudamericano se volvió todo un carnaval y las estrellas que estaban en el terreno de juego no fueron los protagonistas, o al menos no de la forma en que saben hacerlo: jugando al futbol; sino que las autoridades cariocas interrumpieron el desenlace del partido con intenciones de deportar a miembros de la delegación albiceleste. Totalmente lógico y natural preguntar ¿cómo pudo pasar todo esto? Sencillamente futbol en América Latina. 

La noticia alborotó el avispero de las redes sociales y los medios de comunicación de bastantes regiones a nivel mundial, quizá la conversación no duró mucho pero las imágenes de aquella tarde en la Arena Corinthians quedarán guardadas por un periodo largo. La vida siguió su rumbo normal y sinceramente no había mucha preocupación por el partido que quedó suspendido, bueno, probablemente en Brasil y Argentina sí existía este sentimiento debido a su manera de vivir el futbol. Casi medio año después el máximo orden rector del balompié a nivel mundial: la FIFA, comunicó su fallo en torno al penoso suceso del año pasado y decidió reponer el espectáculo bajo ciertas condiciones.

Vuelve el futbol y por si fuera poco lo hace con uno de sus principales platillos a nivel mundial, el clásico sudamericano. Pero lamentablemente no todo puede ser miel sobre hojuelas, los encargados de decidir la reanudación del partido no lo hacen por buena voluntad, una de las primeras restricciones es encontrar una sede neutral para desarrollar el juego. ¿Qué nos dice eso? El evento está a expensas del mejor postor, cualquiera puede levantar la mano y hacerse responsable del magno evento que se coloca como bastante apetecible, además se dijo que será en el mes de junio, una buena antesala para la fiesta del futbol que ocurrirá en diciembre; ya se ha vuelto normal que la FIFA ponga lo económico como primordial antes de lo deportivo; poco se piensa en el deportista. 

Y para rematar, se impusieron multas a ambas federaciones por sus “deficiencias” en el día del partido pero eso no es todo, también se dictaron suspensiones hacia Emiliano Buendía, ‘Dibu’ Martínez, Cristian Romero y Giovani Lo Celso, jugadores argentinos que se desempeñan en Inglaterra, lo cual representaba un peligro alto en esas épocas del año pasado, entonces ¿pierde Argentina? La mediatez no se ha alejado de este hecho, la historia aún no tiene final y difícilmente será uno feliz. Un famoso cantautor mexicano decía: “¿Pero qué necesidad?”, y sí, totalmente innecesario evidenciar este tipo de decisiones aparentemente buenas pero que se convierten en polémicas y hasta malas. Ojalá y ahora sí brille el talento de las estrellas del futbol y nada de afuera opaque la magia en el terreno de juego.

 

Este cierre es diferente, agradezco a InPerfecto porque hace un año me otorgó la oportunidad de tener un espacio en donde la Política y el Deporte sean los protagonistas, deseo que esto dure mucho tiempo. Y a todos los lectores espero poder haber dejado un interés, aunque sea mínimo por este tipo de temáticas. Gracias totales. 

Rueda el balón, rueda la vida.

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