Editorial

PARA LO QUE SIRVE.

#InPerfecciones
Hugo López Gatell ha dejado muy claro que su habilidad radica en ser un expositor excelente de la narrativa presidencial, justifica y confronta a la opinión.

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

¿Cuántas veces tiene que salir el Subsecretario de Salud Hugo López Gatell a decir que la pandemia está controlada?, pues las veces que sea necesario, las veces que lo disponga el Presidente, porque lo importante es mantener el índice de aprobación, porque no hay nada mejor que dormir tranquilos en Palacio Nacional para levantarse “tempranito” al programa.

 

A ninguna administración le gusta que le cuenten los índices negativos de su gestión, el maquillaje de las cifras es otra de las “bonitas costumbres” que no pasan de moda, obviamente para una administración que se jacta de atender de manera muy cercana al pueblo nada resulta más negativo que enfrentar la dura realidad de un tema tan delicado como la salud, y para eso se requiere no solamente “fe ciega”, se requiere de habilidad en el manejo de medios para lograr que el discurso se polarice e incline la balanza hacia el lado contrario de la responsabilidad.

 

Hugo López Gatell ha dejado muy claro que su habilidad radica en ser un expositor excelente de la narrativa presidencial, justifica y confronta a la opinión descargando la responsabilidad en la población porque ningún secretario –ninguno- va a aceptar en público errores en su gestión. Decir que la información se ha “trivializado” y que es “intrascendente” el haber superado el millón de contagios es digno de un sonoro aplauso porque tener el valor para minimizar contagios y fallecidos requiere de un sistema digestivo a prueba de balas –y de mentadas de madre-.

 

Sería muy interesante saber que opinan países como España, Italia o Reino Unido cuando se enteran que en México se declara que la pandemia está domada y a la baja, nos podemos imaginar como el teléfono en la oficina del doctor Gatell no deja de sonar con llamadas internacionales para pedirle consejo sanitario. 

 

Si bien la responsabilidad –como ya se ha dicho muchas veces- tambien recae en la actuación de la población civil, parece que el Gobierno se encuentra empeñado en tener la menor responsabilidad ante el tema, lavándose las manos y metiendo la cabeza en el hoyo mientras llega la vacuna en el primer trimestre de 2021 –si es que llega-, porque parece de película de ciencia ficción que tomar una medida para reactivar la economía como la extensión del “buen fin” venga acompañada de una declaración que responsabiliza a los medios de trivializar la información, además de presumir que en México no se han ocupado medidas “coercitivas” para contener la pandemia mientras seguimos viendo al Presidente que ni por respeto –como el dijo- usa el cubrebocas, aunque ese tema –también- ya López Gatell se encargó de meterlo a la ininteligible narrativa de la pandemia, diciendo que el uso del cubrebocas “sirve para lo que sirve y no sirve para lo que no sirve”, algo así como la descripción de un político.

 

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