Editorial

TORTILLAS Y GASOLINA

#InPerfecciones

 

“Los pobres no comen gasolina”. Guajardo ha dado cátedra de conocimiento en consumo de canasta básica que da gusto y tranquilidad estar en manos de un hombre tan consciente y preparado.

 

Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Ni como ayudar a un demagogo como Idelfonso Guajardo, destacado secretario de economía de la también destacada administración del “destacadísimo” Enrique Peña Nieto que no ha escatimado en reunir a lo más brillante de la política nacional entorno a el para transmitir todo “lo bueno que no se cuenta pero que cuenta mucho”, como el amplio conocimiento que demostró Guajardo del régimen alimenticio que “los pobres” manejan al señalar con tétrico sarcasmo que “no comen gasolina” –aplausos por favor- lo que comen son tortillas, huevo, pollo etc. aspecto que dejó sin palabras a los senadores ante la soberbia exposición del doctor en economía y finanzas que sin querer queriendo hizo un comparativo entre la anterior administración y la tremendamente eficaz administración actual de su jefe.

 

Si bien los números son lapidarios para ejemplificar la diferencia en el alza de los precios de la canasta básica como la tortilla que durante el sexenio de Calderón se incrementó un 66.2% y durante el sexenio de Peña Nieto solo se incrementó la nimiedad de 17%, quizá Guajardo quería que se lanzara pirotecnia para celebrar el resultado de ésta administración que le faltó apretarle a su maquinita sumadora el signo de más y sumar 66.2 + 17 que nos da el bonito resultado de 83.2% de alza en el precio de la tortilla en dos administraciones porque parece que cuando le entregaron la estafeta en la Secretaría de Economía le dijeron que en cuanto a precios era borrón y cuenta nueva, que, suponiendo sin conceder que así hubiera sido, lo risible es como hacen sus cuentas gitanas para presumir entre “expertos” quien ha sangrado menos a la población pobre, como Guajardo tuvo a bien llamarles.

 

No es necesario preguntarle al también experto en negociación de tratados de libre comercio que es lo que comen “los ricos” porque sería muy insultante para ellos enterarse cuanto se ha incrementado el valor de la canasta básica que consume la también fustigada clase rica de nuestro país porque si el pollo subió un 19.9% nadie quisiera saber cuanto ha subido el faisán o la langosta, no vaya a ser que el pánico se apodere de los ricos y comiencen a vociferar que estamos a un paso de convertirnos en Venezuela.

 

Todo está en la forma, y la forma en que se expresan los resultados de ésta administración dejan con el ojo cuadrado a todos por la manera tan déspota de referirse a quien menos tiene como si fuera un chiste justificar la ineficacia e insensibilidad del gobierno ante el hambre y las necesidades que tienen muchos mexicanos, esos mexicanos a los que tienen el descaro de pedirles que tomen muy en cuenta el “favorcito” que les hacen por estar en el poder desde donde les avientan las sobras de sus copiosas viandas y los excesos de los que presumen con desvergonzado cinismo, mientras quizá se inventan que es muy probable que la gasolina tenga propiedades nutrimentales.

 

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