Editorial

Vivimos en una simulación

#InPerfeciones
Vivir o no en una simulación, es una elección que tomamos día con día.

 

 

Rodrigo Dávila / @romdv16
rodrigo.davila@inperfecto.com.mx

Vivimos en una simulación por no llamarlo mentira, la triste realidad de nuestro país comienza a mostrarse cada vez más decadente, sin embargo existen personas con el suficiente poder como para crear diferentes realidades, todas ellas transmitidas desde el terreno de las ideas, transmitidas a través del lenguaje. Tenemos que ser muy cautos, el discurso de alguien preparado puede ser muy efectivo, poderoso; existen personas que saben hacer danzar a las masas bajo una ideología, bajo un discurso y es ahí donde encontramos la simulación la cual puede ser reforzada por diversos recursos audiovisuales; utilizar el lenguaje para jugar con las emociones de enojo y esperanza parecería poco ético pero hay quienes piensan que el fin justifica los medios (frase mal atribuida a Maquiavelo). Obtener el poder es una cosa muy distinta a conservarlo, el ser coherente entre tus acciones y tu discurso te ayudará a conservar el poder, sin embargo no es suficiente, nunca es suficiente.

Una vez dicho esto, no debemos dejar de lado lo dicho por nuestros gobernantes, hay quienes se han alejado del discurso que los llevó al poder; uno de esos gobernantes se llama Andrés Manuel López Obrador, su discurso durante dieciocho años fue perfeccionado por sus derrotas y por la estupidez de los sexenios anteriores, nos hablaba del nepotismo, de la corrupción, de economía, de la creciente vehemencia que aterra desde hace quince años a nuestra nación; nos hablaba del pésimo manejo de una pandemia de influenza en el 2009. En todos y cada uno de estos aspectos nos quedó a deber con creces,
hablaba de la no militarización del país y hoy estamos más militarizados que nunca, hablaba de un crecimiento económico del 4% y nos sumió en la mayor crisis económica que hemos vivido en los últimos 88 años; si bien es cierto que la pandemia jugó un papel predominante en dicha crisis, la falta de acciones gubernamentales por parte de su gobierno nos ha dejado un país que se estanca a la par de una petrolera que se encuentra en bancarrota, la cancelación del aeropuerto nos va a costar 20 años para pagarlo; nos hablaba de las lacras de la política, el nepotismo entre ellas y vean a su familia ocupando cargos, recibiendo contratos, nos hablaba de corrupción y nos queda claro que las “aportaciones voluntarias” que recibió su hermano es una muestra más de como se alejó del discurso que lo llevó al poder, así podemos hablar de la violencia y su complicidad al soltar a un criminal, podemos hablar del pésimo manejo de una pandemia que se cobró la vida de 235 000 personas según los datos oficiales, aunque sabemos que podían llegar a las 500 000 defunciones. Sin embargo el presidente pretende seguir simulando y optando por mover a todo el aparato gubernamental para ocultar la realidad de nuestro país, la Ciudad de México es un ejemplo del falló del gobierno en los últimos 15 años, si bien es cierto, aquellos años podíamos decir que vivíamos bien, podíamos presumir que el ahora canciller de la república era el mejor alcalde del mundo, vivíamos en una ciudad de vanguardia, una ciudad en paz, sin embargo no sabíamos que el cáncer de la corrupción se gestaba en dentro de los que se mostrarían en un futuro como el cambio verdadero. Simular una realidad no es transformarla y la cuarta deformación basa sus “transformaciones” en simulaciones, si bien es cierto que existen políticas de orden social, estas no son suficientes si no tienes un proyecto económico solido, cancelar un aeropuerto encendió las alarmas de los inversores y fue ahí cuando iniciamos con la crisis económica.

Aún faltan tres años de gobierno y pareciera que vienen en camino más y más simulaciones, podemos hablar de la rifa del palco y la reciente toma del papel protagónico por parte del presidente ante la tragedia del metro, lo que resulta ser un movimiento con mucho colmillo para simular una realidad en la que Claudia pueda ser la sucesora que tanto anhela, pareciera que estamos por observar una carnicería política entre el canciller y el presidente, tristemente pareciera que las figuras centrales de Andrés comienzan a abandonar el barco ante las pocas aspiraciones que el les deja… Comienza el segundo tiempo del sexenio, estamos por vivir una lucha por el poder que nunca habíamos observado, hablo por todos aquellos que hemos vivido menos 35 años; tenemos que prepararnos e informarnos, el conocimiento es nuestra mayor arma para desmentir realidades, nos ayuda a no replicar el discurso fallido de alguien que sabe jugar con la voluntad de sus seguidores o simplemente nos permite crear nuestro propio discurso y cuestionar para contribuir a nuestra realidad.

#InPerfecto