#InPerfecciones
Las elecciones más grandes de la historia en México se acercan, y a pesar de que algunos candidatos cuentan con un paso por el campo deportivo en sus propuestas éste parece estar rezagado.
Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx
Salir a la calle en algunas partes del territorio nacional se ha convertido en un verdadero reto, y no solo debido al inminente riesgo de contagio por COVID-19 sino también porque las calles están repletas de propaganda electoral. Llega a parecer un verdadero exceso todo el material gráfico referente a los próximos comicios, el espacio público ha sido asaltado por las y los candidatos que pretenden ser los próximos representantes populares de los ciudadanos en el país. Existen casos que despiertan más el interés que otros, particularmente cuando se trata de personajes “famosos” para el electorado, un ejemplo de éstos son quiénes cuenta con una trayectoria deportiva.
La incursión de personas ajenas a la política a este campo se ha vuelto una práctica que ha ido en incremento a partir de los primeros años de este siglo, y aunque al principio parecía ser un tema meramente anecdótico hoy en día su peso es más relevante, dejando para el estudio este tipo de relaciones. Las pancartas propagandísticas son representadas por personajes con cierta gloria en el Deporte, la suficiente para presentarse como candidato a un puesto de elección popular; un vicio marcado por parte del ciudadano promedio radica en otorgarle su voto a este tipo de opciones meramente porque reconoce su pasado en el ámbito de lo deportivo, sin importar nada más. Cuidado, se prenden las alertas.
Sin duda alguna es un tema importante para el análisis pero ese ocurrirá en otra ocasión. Por ahora hay que recurrir a un razonamiento, hasta cierto punto, lógico, y ese es que al tener a una figura deportiva al frente de una campaña, ésta tendría como base dotar de herramientas para beneficiar al Deporte pero no ocurre de tal manera. Basta con echar un ligero vistazo a la página del INE y darse cuenta que el Deporte es poco tomado en cuenta en las principales propuestas de campaña en la mayoría de candidatos, tal premisa resuena más si al frente existe un personaje con trayectoria en esta área. De cualquier manera resulta válido cuestionar si en algún momento, al menos en México, las candidaturas ofrecerán verdaderos esfuerzos respecto a la arena deportiva y todo lo que engloba a ésta.
El mayor logro deportivo de estos “políticos” parece ser el móvil que los llevó a una posición de privilegio, una donde compiten para fungir como el representante de un grupo social particular, y a veces esto no se alcanza a dimensionar o simplemente no recibe el trato merecido. Suele tenerse la idea de que el tiempo de las elecciones llega a su fin cuando se emiten los votos y los resultados arrojan ganadores; no debería ser así porque este hecho apenas marca el principio de un camino largo por recorrer. Tachar a un candidato en una boleta no lo es todo por más que ciertos individuos lo vean así, y principalmente quiénes no cuentan con una carrera política, éstos al saberse triunfadores se sienten realizados porque en pocas ocasiones existe un verdadero proyecto, ganan solo por el nombre. Política y Deporte sigue siendo una dicotomía que algunos tratan de eliminar sin darse cuenta que diariamente hay más elementos para demostrar su legitimidad y validez.
Rueda el balón, rueda la vida.
