Editorial

DESICIONES FIRMES, RESULTADOS FUERTES ¿DÓNDE?

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DESICIONES FIRMES, RESULTADOS FUERTES ¿DÓNDE?

 

Daniel Blanquel / @DHBlanquel
editorial@inperfecto.com.mx

 

En días pasados el Gobernador Constitucional del Estado de México, Alfredo del Mazo Masa, nieto e hijo de dos ex gobernadores de la misma entidad, anuncio las medidas que él y su gobierno toman con la intención de frenar el aumento en los contagios de la COVID-19, contagios que a la fecha deja en el territorio mexiquense 125,000 casos, desafortunadamente 16,728 defunciones y ningún paciente recuperado, datos oficiales publicados por la secretaría de salud. 

 

Mediante un video el día viernes 11 de diciembre, el ejecutivo local anuncio que, el horario de servicio de todo el comercio en la entidad sería hasta las 17 horas desde comercios pequeños, tiendas departamentales, plazas comerciales, museos, cine, teatros, gimnasios y clubes, así como parques zoológicos y áreas naturales deberán cerrar sus puertas en la hora señalada.

 

Aunque los restaurantes deberán cerrar a esa hora, podrán ofrecer servicio a domicilio a partir de su cierre al público.

 

Mientras que las actividades esenciales como las farmacias y tiendas de autoservicio podrán seguir operando en sus horarios regulares.

 

Con estas medidas viene a mi mente una incógnita, ¿Por qué el pequeño (tienditas de la esquina) comercio debe cerrar sus puertas a media tarde y los grandes establecimientos (tiendas de auto servicio) mantendrán sus horarios habituales? quiero aclarar que no es un reclamo para los empresarios de esta rama, reconozco y agradezco su empeño por mantener a flote empleos, víveres, servicios que ofertan y que han sido de mayúscula necesidad en estos nueve meses de pandemia en nuestro país. 

 

El señor Gobernador anuncia estas medidas para evitar un inicio de año mayor mente complicado por el número de contagios que vive la entidad, eso es de aplaudirse y reconocer que quizá sus intenciones son buenas, empero quien o quienes han asesorado al mandatario para tomar estas decisiones, las cuales no están siendo lo mayormente benéficas para todos, ni ciudadanos ni comerciantes, pues, como comerciantes sus ganancias serán reducidas, los artículos perecederos al no venderse sufrirán descomposición lo que generara perdidas en sus economía, esto puede ocasionar que si su negocio se encuentra en una propiedad rentada las ganancias de las ventas no alcancen a cubrir la contra prestación por el uso del bien inmueble, ahora bien, si tiene una plantilla laboral, por mínima que esta sea puede, infortunadamente sufrir recortes, lo que provocara que la economía se estanque de forma indirecta, pues, estos empleados, asalariados de cualquier negocio, por pequeño que sea, también consume en otros establecimientos algún bien o servicio y sin sueldo no hay consumo.

 

Como ciudadanos al recortar el horario de servicio de los establecimientos se nos obligará a que las compras las realicemos en el horario establecido por la autoridad administrativa, esto quiere decir, que, la afluencia de gente será mayor en un lapso de tiempo menor, en otras palabras, la aglomeración que se nos pide evitemos estará presente antes de las cinco de la tarde, cosa que, tomando en cuenta la irresponsabilidad de algunos ciudadanos en salir a las calles sin cubre bocas generará un incremento en el número de contagios en la estado más poblado del país. 

 

Reconozco las intenciones del señor Alfredo del Mazo en relación a no querer perjudicar una economía ya de por si mermada por esta situación sanitaria que aqueja a todo el planeta, sin embargo, considero que debiesen de aplicarse otras medidas para evitar que los contagios aumenten y que la economía disminuya. 

 

Otro claro ejemplo de que no se estructuran verdaderos planes de contingencia es el ocurrido con diversas actividades económicas, culturales y educativas, religiosas y sociales.

 

Hablando de las económicas, el mes pasado nuestro país vivió la décima edición de El Buen Fin, esta ocasión con una duración de doce días para que realizáramos nuestras compras (en lo personal no hice ninguna) sin importar que los centros comerciales, almacenes, tiendas de auto servicio y de más establecimientos se abarrotaran, se llevo a cabo “el fin mas barato del año” y ninguna autoridad dijo nada para evitar estas concentraciones, quiero pensar que fue por la desventura de haber mantenido durante meces la economía parada y pretendían que con esta actividad nuestro flujo de capital viviera una reactivación, acción que no veo mal, pero que, podríamos haber practicado de distintas maneras, menos riesgosas y que igualmente permitieran la circulación de recursos monetarios y estoy hablando de las ventas en línea con plataformas como Mercado Libre, Amazon y las tiendas virtuales de muchos establecimientos más.

 

Referente a las actividades culturales y educativas han permanecido estancadas desde el comienzo de esta pandemia, pues museos prácticamente siguen cerrados o con horarios muy limitados, de por si la calificación cultural que se nos otorga es deprimente, con estas acciones nos iremos como la economía a nivel federal, a números negativos en las calificadoras internacionales, y que decir de las escuelas, hoy en día muchas de ellas ni siquiera se les ha dado un poco de mantenimiento, es más ni una escoba les han pasado por sus instalaciones, parece que esos recintos del conocimiento pertenecen a Chernobil después del accidente nuclear de 1986, esto en las escuelas de educación pública pero las privadas ni que decir, si bien, siendo realistas estas son un negocio la gran mayoría, porque con esa visión las fundaron sus propietarios se encuentran en la encrucijada de mantener salarios de sus colaboradores, mientras enfrentan la disminución de ingresos por concepto de colegiaturas por las causas que todos conocemos.

 

En materia religiosa, personalmente creo que este ha sido el rubro mas castigado, pues grandes celebraciones se han tenido que cancelar, tal es el caso de la conmemoración del Día de Muertos, donde se decidió que los cementerios permanecieran cerrados en una de las tradiciones mas importantes para nosotros como mexicanos, esa tradición que nos ha proyectado a nivel internacional se vio suspendida y nadie dijo nada por la afectación que sufrirían los floricultores al no vender su mercancía en estos días, en recientes días el templo Mariano mas importante y el segundo templo religioso mas visitado del mundo cerro sus puertas del 10 al 13 de diciembre, quedando completamente suspendida toda celebración y conmemoración el día 12 del mismo mes por el 489 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, por quinta ocasión en la historia los mexicanos devotos no pudieron o pudimos, celebrar esta festividad religiosa de quien también es conocida como Reyna de México y Emperatriz de América, la primera ocasión fue durante la guerra cristera de la década de los años 20 del siglo pasado, después cuando se atendieron los daños sufridos por este movimiento armado, la tercera ocasión cuando se trasladó el ayate a su nueva sede y la cuarta ocasión, fue el viernes 10 de abril, día en que la religión católica conmemoro el Viernes Santo.

Y que decir de las actividades sociales, en algunos momentos las autoridades intervienen en plenas fiestas hasta que se suspende la celebración, que, dicho sea de paso, es muy irresponsable por parte de quien organiza y asiste, pero en otras actividades como los antros, bares o centros nocturnos ninguna autoridad interviene, a pesar de que no se mantiene ningún protocolo de sana distancia o medidas que eviten la propagación del SARS-CoV-II. 

 

Para como se visualizan las cosas si nosotros, como ciudadanos no ponemos un poco de nuestra parte esto empeorará, no esperemos que ese 1% del PIB que destino el Gobierno Federal para la atención y mitigación de la pandemia hará algo por nosotros y el bienestar de nuestras familias, y es increíble que nuestro gobierno solo haya destinado esa cantidad para una emergencia sanitaria de tales dimensiones, mientras que países como Togo o Zimbabwe pusieran a disposición de esta contingencia entre el 15 y 21% de su PIB, así las cosas con nuestros empleados del gobierno.

 

Con todo lo anterior mi única pretensión es que todos seamos responsables y tomemos las medidas necesarias para vitar contagios y lo mas doloroso, la muerte de un familiar, su propia muerte o la mía.  

 

Pero bueno, la mejor opinión la tiene usted.   

 

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