1968

LAS CONDICIONES PARA LOS TURISTAS EN EL MÉXICO DE DÍAZ ORDAZ.

1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO
En el periodo presidencial de Díaz Ordaz, en sus inicios de tenía una afluencia de turistas extranjeros que llegaban al millón. En su Primer Informe Presidencial (1965), su discurso ya versaba sobre el síndrome de la inestabilidad, que reinaba en el mundo.

Atenea Sánchez.

atenea@inperfecto.com.mx

 

¡Hola querido lector!

¿Cómo estás? Deseo que muy bien, que esta semana esté siendo de reflexión, aunque personalmente creo que no sólo debería ser por la conmemoración de aquél suceso que nos tiene hoy aquí escribiendo sobre como el turismo se vio influenciado en la década de los 60s, en especial en el año 1968, por ello y aprovechando que esta es mi penúltima relatoría, hoy platicaremos sobre la visión de los turistas sobre el México de 1968 ¡Acompáñame!

 

En el periodo presidencial de Díaz Ordaz, en sus inicios de tenía una afluencia de turistas extranjeros que llegaban al millón. En su Primer Informe Presidencial (1965), su discurso ya versaba sobre el síndrome de la inestabilidad, que reinaba en el mundo, haciendo hincapié en que “El turismo favorecía el conocimiento de los pueblos, la comprensión de costumbres diferentes y la convivencia internacional, de que tan urgida está la presente generación. Y no solo ofrece tales bienes inestimables, sino que también una fuente de divisas. Para orientar las inversiones privadas en esta materia.

 

 

Durante el periodo de 1964-1965, se celebraron en México 24 convenciones internacionales y 28 nacionales. A tres años de que se celebraran los Juegos Olímpicos, las instalaciones deportivas seguían siendo construidas, se pensaba ya que los hoteles no tendrían la capacidad para albergar a todos los visitantes atraídos por el evento, los turistas llegaban vía aérea a los puertos internacionales de Acapulco y la Ciudad de México.

 

 

A fin de impulsar el incremento del turismo, desde aquella época ya se instalaba en la zona de Teotihuacán, el espectáculo conocido como “Luz y sonido”; en Cacahuamilpa, se trabajaba en obras de acondicionamiento para ofrecer a los visitantes mayor interés y seguridad. De manera simultánea, se hacían estudios para volver accesibles al turismo otras zonas de gran atractivo como las barrancas de la Sierra Tarahumara y la ruta del Padre Kino, en Sonora.

 

México no fue la excepción y se unió a la resolución de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre viajes internacionales y turismo, así que se suprimieron los impuestos turísticos existentes, a cambio de los efectos favorables sobre la economía nacional que produce el gasto que hacen aquí los visitantes de otros países, déjame decirte, que todo coincidió, ya que, curiosamente en el año 1967, se dio la proclamación por parte de la Naciones Unidas y a iniciativa de la UIOOT (Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo), sobre considerar ese año como El Año Internacional del Turismo y los viajes internacionales, bajo el lema “Turismo Pasaporte para la Paz”.

 

Ordaz, supo jugar bien sus cartas ante la comunidad internacional, tanto que se presentó una iniciativa a la Unión Internacional de Turismo, para solicitar que se incluyera en los programas respectivos del tema relativo a las obligaciones de tipo moral que los viajeros contraen consigo mismos, con sus países de origen y con los que visitan, de fomentar comprensión entre los pueblos y procurar una interpretación imparcial de los acontecimientos sociales que afectan la vida internacional. La propuesta fue aprobada.

 

 

Ese hecho, impulsó tanto el turismo en México, que fueron otorgados créditos a la hotelería mexicana por más de 36 millones de pesos. En este periodo también se publicó el mapa turístico de carreteras de la República Mexicana.

 

También, en colaboración con la UNAM, se editó la obra “El Turismo como Medio de Comunicación Humana”, que fue de las principales aportaciones de México al Año Internacional del Turismo. En esta obra se sostiene el principio que rige la política de México en la materia: el turismo es, por sobre todo, un medio para el mejor conocimiento y la amistad entre los hombres”.

 

Quién diría, que su cuarto Informe de Gobierno, a un mes antes de los trágicos acontecimientos de Tlatelolco y mes y medio antes de iniciar los Juegos Olímpicos, sería el último donde alardearía del crecimiento del turismo en México: “el número de turistas extranjeros que visitó el país, de septiembre de 1967 a agosto de este año tuvo un aumento de más de 8%, al rebasar el millón y medio de personas. En la ciudad de México se construyeron once nuevos hoteles, con más de 2,500 cuartos, lo que elevó la disponibilidad de habitaciones para turistas a 20,300.

 

 

Pues ya para los informes de 1969 y 1970, sólo se limitó a decir que “casi la misma cantidad de turistas que salieron del país, entraron a visitarlo”, lo que daba por entendido que la actividad económica del turismo también se vio bastante afectada por los acontecimientos suscitados en su gobierno, se le olvidaron los porcentajes y ese tonito impositivo que acostumbraba, donde aseguraba que “estaba plenamente convencido de que la Olimpiada no significaba ningún gran negocio para el país, fuera de la enorme promoción que sobre él se haría en todo el mundo y que eso, a futuro, sería el beneficio de la organización de los juegos”.

 

Finalmente, quien diría, que las palabras que usó en ese discurso se harían realidad, en los siguientes meses y hasta ahora 50 años después: -“ … México recibirá, a cambio, lo que hoy se llama una gran promoción, es decir, el nombre de México estará en las columnas de todos los periódicos de todo el mundo, en los comentarios de la radio, el cine y la televisión y en la conversaciones familiares, etcétera”. Aquí te comparto la liga por si quieres leer sobre ese informe completo de gobierno http://memoriapoliticademexico.org/Textos/6Revolucion/1967CPA.html

 

Y así fue Gustavo, el nombre de México sigue presente en el mundo, no sólo por todas las maravillas que ofrece, también, es considerado uno de los países que sufre más violaciones a la vida misma y este hecho, jamás será borrado de la memoria nacional ni internacional.

 

Porque recordamos, ¡2 de octubre no se olvida!

 

Hasta el próximo y último jueves de 1968: ¡En la memoria de México!

 

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