1968 En la memoria de México

LA POST-REVOLUCIÓN Y EL INICIO DE LOS MOVIMIENTOS PREVIOS AL 68. RELATORÍA 2 DE POLÍTICA.

1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO

 

 

Miguel Angel Millán Cancino

miangel.millan@gmail.com

 

 

La semana pasada, en la primera entrega de la relatoría desde la visión política, estuvimos hablando acerca de la creación de ciertas instituciones que eran y que siguen siendo serviles del Gobierno a través de un partido político oficial. Desde la creación de la estructura institucional en la época posrevolucionaria. También tomamos como punto de referencia el gran enriquecimiento de los grupos empresariales justamente con la ayuda de los sectores oficiales de aquél entonces.

 

No podemos olvidar que el carácter autoritario del régimen mexicano utilizó las elecciones periódicas para la renovación de la clase política como cualquier democracia consolidada, con la finalidad de legitimarse. Eran remplazados puntualmente los miembros integrantes de la Cámara de Diputados y Senadores. A partir de 1934, sin interrupción, los sexenios son periodos intocados en los que el poder es ejercido a plenitud por el Presidente de turno, quien materialmente ha ejercido bajo las atribuciones de un monarca. Esta legitimidad del régimen mexicano provenía también de su política incluyente de las masas y los grupos populares corporativizados. Así, los presidentes ejercían el poder de manera discrecional. La disciplina entre sexenio y sexenio era casi absoluta y los conflictos suscitados por las candidaturas presidenciales fueron encapsulados dentro del mismo partido estatal.

 

Sin embargo pese a la estabilidad del Estado y su “legitimación” aun por la existencia de los opositores al régimen, éste conocía y medía el bajo grado de riesgo y el alto poder legitimador, sin duda la oposición “virtuosa” fue quien le brindó un rasgo democrático.

 

La no distribución equitativa del ingreso que redujera las diferencias entre los polos de la estructura social en la que unos pocos tenían mucho, y muchos tenían poco y el surgimiento y su ensanchamiento de clase media no fue suficiente para eliminar la polarización social tan distintiva que ha caracterizado a la sociedad mexicana. El sistema político seguía funcionando bajo las reglas de la democracia formal aunque, como se ha dicho, eran tan solo un disfraz.

 

De las causas más fuertes que provocaron las movilizaciones obreras en la década de los cincuenta, fue la devaluación de 1954 en conjunción con el autoritarismo de Estado fueron suficientes para sentar las bases materiales para que las masas salieran a movilizarse, este proceso se desarrolló, principalmente, en los sectores de los ferrocarrileros los cuales a partir del 58, encabezaron una lucha que comenzó con la conformación de la Gran Comisión por el Aumento General de Salarios, la búsqueda de la democratización del sindicato de ferrocarrileros encabezada por Demetrio Vallejo. El movimiento fue sometido por el Ejército después del estallamiento de huelga provocando el encarcelamiento y despido de cerca de 9 mil ferrocarrileros.

Poco antes de la lucha ferrocarrilera se desarrollaron una serie de movilizaciones de igual forma iniciadas por la demanda de aumento salarial de los trabajadores de Telégrafos. La huelga duró 16 días y los trabajadores regresaron a laborar bajo la promesa presidencial de satisfacer sus demandas.

La siguiente semana hablaremos sobre más demandas y movilizaciones previas a los sucesos de 1968. Hasta la siguiente relatoría, de este año, 1968, que está en la memoria de México.

 

#InPerfecto