Editorial

El amor en tiempos del TLCAN

 

#InPerfecciones

Tan pronto se inicia el acuerdo de comercio entre Estados Unidos y México y las diferencias entre los mandatarios y hasta el electo se olvidan.

 

Miguel Angel Millán Cancino

miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

¿Alguien me podría explicar qué está pasando en el medio político visto desde el ámbito presidencial?

 

No entiendo realmente que es lo que está pasando entre los mandatarios de Estados Unidos y México, que a lo largo de los últimos meses hemos visto que se rasgan las medias, uno le responde y el otro manda un tuit que pone a temblar a todo mundo, pero el día en que se da a conocer un acuerdo comercial entre ambos países, los dos presidentes se llaman mientras un Ildefonso Guajardo le lamió los tanates al presidente de los Estados Unidos de América previamente para que hicieran un documento para que se pudiera presentar algo a la sociedad a la que le había dicho que en horas podría haber ya un acuerdo.

El presidente Constitucional mexicano habla con Trump vía telefónica sobre ese acuerdo en el que no se tomó en cuenta a Canadá, misma que responde con mucha dignidad, dignidad que parece que se le olvidó al Gobierno mexicano que tienen; la Ministra Freeland les dice que no firmarán nada sin que se acuerde algo justo para Canadá y que beneficie a las clases medias, por lo que, al escuchar el justificante de que por fin fue justo en el área de las automotrices el acuerdo, México decidió cerrar tratos beneficiando a la industria automotriz que no es la principal fuente de trabajo ni la principal razón de entrada de recursos a los bolsillos mexicanos ni a las arcas de la nación.

 

Se trataba de ¿firmar por firmar un acuerdo? O ¿se trataba de hacer un acuerdo en el que nos viéramos favorecidos?

 

¿A quién va a beneficiar el actual tratado al que Trump llamó tramposo y vil contra los E.U.? Porqué realmente no conocemos lo acuerdos ni los tratados, lo que se han limitado a decir es sobre los logros para el sector automotriz que en definitiva no es el único en México, que aunque el presidente norteamericano haya querido grabar con altísimos aranceles, México tenía que negociar el mejor trato a la clase obrera de nuestro país en el trabajo de toda la mano de obra barata que da sin que tengan las mínimas garantías de nada, ni los trabajadores del campo que seguramente no tienen idea de lo que significa el TLCAN o el acuerdo donde no se conoce en su totalidad o en realidad los acuerdos a los que se llegaron, simplemente no se sabe nada y dudo que sepan qué se estaba negociando algo que directamente los involucra a ellos, su mano de obra es la que vale y le da sentido y valor a nuestra moneda siendo que, son los más olvidados y desprotegidos.

 

El riesgo de esto es, para mí, mucho más grande, porque dentro de los acuerdos que se alcanzaron ya había integrando a parte del equipo designado por AMLO de su equipo de transición en ésta área encabezado por el “grandioso” Marcelo Ebrard. ¿Esto que tiene que ver? Es sencillo, a la tarde del mismo día donde se da a conocer el acuerdo que Donald Trump aplaude como el logro del siglo, el presidente electo reconoció hacer un acuerdo “más justo” para los mexicanos y que de esa manera se defiende la soberanía nacional. Es en éste momento los discursos se han alineado, el de EPN, el de AMLO y hasta el de Trump, siendo los mejores amigos y jugando a deslealtad no sólo con los canadienses, sino con los pueblos que incluyen la República Mexicana.

 

#InPerfecto