#InPerfecciones
El tema no es si se declaran o no como terroristas a los cárteles mexicanos, el tema es que ha dejado de hacer la actual administración.
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
Lo dicho en otras líneas de éste espacio editorial, “lo que calienta es el tonito”, y efectivamente cualquier declaración que emane del Presidente Donald Trump en la que haga referencia a México, de lo que podrá gozar con seguridad es de una sonora “mentada de madre”, y es que los motivos sobran no solo por lo que históricamente representa Estados Unidos en la vida política de México y en el imaginario nacional. Desde ese punto de vista el consenso de unidad dentro de la sociedad civil con el que se le hace frente a las declaraciones o acciones implementadas por el país de las barras y las estrellas es tangible y totalmente legítimo.
La repercusión diplomática que desencadenó el asesinato de integrantes de la familia Le Barón a manos del crimen organizado tiene a la cancillería mexicana encabezada por Marcelo Ebrard trabajando horas extra por las declaraciones de Donald Trump que se encuentra considerando clasificar a los cárteles mexicanos como terroristas después de la carta que la familia Le Barón le hizo llegar solicitando apoyo después del lamentable ataque que sufrieron. Desde luego la petición es legítima desde el punto de vista legal ya que la doble nacionalidad de los Le Barón les da el derecho solicitar todo el apoyo que les sea posible -¿quién no lo haría si tuviera los medios?-.
La crisis diplomática entre México y Estados Unidos no está resuelta desde la pasada administración, y se recrudeció en mayo pasado cuando como medida de presión para apretarle a México la rienda en materia de control migratorio, Trump amenazó con el aumento arancelario y del que sacó los mejores dividendos al conseguir que se trasladaran 6 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera sur mexicana para controlar el flujo migratorio, de modo que de manera figurada Donald Trump logra colocar el muro prometido y que sea pagado por México.
Efectivamente, lo que “calienta es el tonito”, pero es el tonito que utilizan el Canciller y el Presidente que se llenan la boca hablando de dignidad y defensa de la soberanía nacional haciendo un llamado a la “unidad nacional” cuando desde el púlpito “mañanero” se fomenta la coyuntura y cuando en la mesa de los acuerdos el Canciller a todo dice que si argumentando y jactándose de haber evitado una crisis diplomática.
Si la preocupación es que Estados Unidos intervenga en los asuntos de México en materia de seguridad, para desanimo de muchos –incluyéndome-, México ha sido intervenido desde hace muchos años por los gringos en materia política, económica, diplomática, etc. El tema no es si se declaran o no como terroristas a los cárteles mexicanos, el tema es qué ha dejado de hacer la actual administración para controlar y erradicar las actividades de estos grupos criminales, porque recordemos que Donald Trump se encuentra en plena campaña electoral y como buen político decir los que sea para obtener votos es natural, pero eso lo ya lo debería saber López Obrador que no ha dejado de estar en campaña y como buen político decir una cosa y hacer otra también es natural.
