Editorial

SE LLAMA ANDRÉS, SE APELLIDA DOBLADO.

#InPerfecciones
“Quién sabe que pasa con la bravura “lopezobradoriana” que desaparece cuando cruza el Río Bravo, alguna brujería conservadora y neoliberal debe ser la causante”.

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C 
carlos.rc@inperfecto.com.mx

Menos mal que cuando se trata de mostrar bravura, el breve espacio del atril mañanero es suficiente, aferrado a ese pequeño espacio el Presidente López Obrador da cátedra de ultra nacionalismo y valor, “vamos comenzando la campaña para que desmonten la estatua de la libertad” porque Estados Unidos ha dejado de ser garantía de la libertad de expresión, menos mal que México representa a cabalidad esa garantía, que bueno que Claudia Sheinbaum se adelantó a sembrar el ahuehuete en Paseo de la Reforma antes de que se les hubiera ocurrido en Palacio Nacional organizar una rifa para comprar la Estatua de la Libertad y montarla justo donde se dejó morir la tradicional palmera; pero la bravura del Presidente es como el feroz escándalo del canino que detrás de la reja gruñe y jadea para ahuyentar a quienes invaden el espacio que considera le corresponde.

 

Menos mal que en México no tenemos estatuas a la seguridad porque sería muy bizarro escuchar a Joe Biden decir que es hora de organizar una campaña para desmontar la “Estatua de la Seguridad” porque México ya no es garantía de ello –pero no hay que darle ideas a los creativos transformadores-, al final del día, el simplismo barato de la narrativa presidencial solo levanta sendas columnas de humo para endulzar el oído de los asiduos creyentes del imitador del hoy extinto -por fin- Luis Echeverría Álvarez, qué, salió muy aguantador y que duró cien años –aunque digan que no hay mal que dure cien años- para morir plácidamente en la comodidad de la impunidad que ofrece el sistema de justicia nacional.

 

López Obrador está de luto, porque a los buenos maestros que nos enseñan el camino se les debe de rendir un merecido homenaje, y para eso, el Jefe del Ejecutivo se pinta solo con potentes frases como “no nos perjudica, ni nos beneficia, sino todo lo contrario” del extinto Echeverría Álvarez, pero el homenaje es tan profundo, sentido y elocuente, qué, también señala y persigue periodistas –por ejemplo-, es decir, el aprendiz convertido ya en maestro, imparte cátedra en esta materia.

 

Pero quién sabe que pasa con la bravura “lopezobradoriana” que desaparece cuando cruza el Río Bravo, alguna brujería conservadora y neoliberal debe estar afectando al que iba a poner en su sitio a los gringos; la reunión con su “amigo” casi su hermano Joe Biden retrata al farsante antiimperialista que al no tener la capacidad para generar buenos y dignos empleos en su país, tímidamente ofrece mano de obra barata y solicita visas de trabajo para los migrantes mexicanos y de pasadita para los migrantes centroamericanos –por aquello del humanismo-, migrantes que se están acumulando en México después de la doblada que Mr. Donald Trump le puso al “valiente de Macuspana” en 2019 cuando consiguió que México se convirtiera en sucursal de la “Border Patrol” gringa.

 

Pero doblarse para el Presidente se ha convertido en una bonita costumbre que el oficialismo mexicano aplaude y celebra como un triunfo de la “dignidad nacional” que costará 31,300 millones de pesos en inversión para reforzar la infraestructura fronteriza y contener el flujo migratorio a cambio de algunas “ventajas”.

 

Al Presidente mexicano se le olvidó decir a su homólogo gringo que eso de las energías limpias es una moda promovida por los grupos de intereses creados porque es un poco más complicado marear a un mandatario que a un feligrés, muy a su pesar tuvo que reconocer que la era de los hidrocarburos tiene plazo, ¡que bueno que ya esta está funcionando la Refinería Olmeca de Dos Bocas! para al menos sacar lo de la propina y financiar la defensa de la soberanía energética.

 

Pero además, como somos tan buenos y gentiles vecinos, México comprará a los gringos 20 mil toneladas de leche en polvo para asistir a las familias rurales y urbanas menos favorecidas, vaya que literalmente son tiempos de vacas tan flacas, qué, hay que recurrir a las vacas norteamericanas, ¡así se defiende la soberanía alimentaria!, comprando hasta un millón de toneladas de fertilizante gringo para asistir a granjeros mexicanos de subsistencia así como alimento para animales para apoyar a pequeños productores mexicanos, ¡se ve, se siente, el bienestar del campo mexicano está presente!.

 

Para los incrédulos envidiosos, López Obrador no regresó con las manos vacías, todo ese cúmulo de beneficios que obtuvo de la tan vitoreada visita a Estados Unidos, fue posible gracias al ofrecimiento de gasolina barata para los gringos –ahora si, como decía López Portillo, “¡a estos ya nos los chingamos!”-, muy pronto veremos oleadas de miles y miles de gringos para comprar litros y litros de gasolina para que el negocio sea redondo y podamos seguir subsidiando muy amablemente el combustible, menos mal que después de firmado el compromiso conjunto para mitigar las emisiones de metano y acelerar la transición a los vehículos cero emisiones en ambos países quizá el ofrecimiento de combustible barato no sea tan buen negocio; el caso es que lo bonito de ésta visita fue que la bravura presidencial anti “yankee” solo es un alarde mañanero engañabobos.

#InPerfecto