Editorial

Una semana, cientos de historias. 

#InPerfecciones
Después de una larga espera, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en tan solo una semana han dejado varias historias bastante simbólicas en torno al campo deportivo y su relación con otros espacios de la vida social.

 

 

Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx 

Justo en el momento que escribo esta nueva editorial se están llevando a cabo numerosas competencias olímpicas, por ende llegaría a resultar hasta irrespetuoso no reflexionar en torno al Deporte cuando el calendario marca que unos nuevos Juegos Olímpicos están sucediendo. Aunque debo dejar en claro que no escribo por obligación sino realmente por gusto, esta clase de eventos no suceden con mucha frecuencia hay que esperar cuatro años para poder ser testigo de la mística deportiva. No es algo normal que el Deporte se posicione como protagonista de la vida social, y cuando sucede dicho suceso se debe aprovechar tal inercia e inclusive aferrarse a ella para que se alargue lo más posible.

¿Habrá alguien que aún no esté enterado que ya comenzó Tokio 2020? Seguramente existen algunos despistados, pero la mayoría de personas en el mundo se han enterado sobre el inicio de los Juegos Olímpicos, es claro que no para todos representa lo mismo este hecho pero al menos en una plática de café el tema sale a colación. Después de la ceremonia de inauguración se dieron los clásicos discursos de bienvenida, por lo general se miran como simples actos protocolarios pero en esta ocasión valía la pena analizarlos un poco debido a los tiempos pandémicos que se viven actualmente. Tanto las palabras de Thomas Bach presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), como de Seiko Hashimoto presidenta del Comité Organizador coincidieron en tomar a esta competencia como un ejemplo de unidad mundial, forjar un solo frente ante los estragos por el COVID-19. ¿Realmente el Deporte puede unir a todo el mundo? Quizá esta característica no es una de las primordiales, aunque de manera casi hasta inconsciente ocurre. Atletas mundiales aspiran a obtener un boleto para la máxima fiesta deportiva, una vez que lo consiguen se dan cita en una ciudad específica donde esperan convivir con miles de personas de distintas nacionalidades, a partir de este hecho se da una unión y por momentos hermandad.

Pero el afamado espíritu deportivo, y en este caso olímpico se mantiene intacto una vez empezadas las competencias, puede que este hecho sea uno de los baluartes máximos del Deporte. Resulta un verdadero gozo poder sentarse a disfrutar cómo los mejores atletas a nivel mundial dan el mayor de sus esfuerzos para seguir en camino hacia una medalla olímpica, pero el aficionado a veces no dimensiona todo lo que existe detrás de ver a alguien en el pódium con una presea colgando de su pecho y comienza a despotricar contra aquellos competidores que se quedaron en el camino. Esta situación ocurre bastante en México, en la primera semana de competencias en Tokio 2020 la delegación mexicana ha conseguido un par de medallas de bronce y otros cuartos lugares, ¿esta posición resulta peligrosa? Para el deportista saberse dueño de este sitio le llena de orgullo, son pocas las personas que en su curriculum pueden darse el lujo de ser el cuarto mejor en algo a nivel mundial, además que lo inspiran a prepararse más para poder subirse al pódium en un futuro. Aunque el espectador no está conforme con ningún otro sitio que los tres primeros, de aquí hacia abajo todo le parece criticable sin importarle nada, esta mentalidad se debe cambiar y no seguirla normalizando, criticar a un atleta desde este punto se vuelve totalmente incoherente, comenzar a emitir juicios sin conocimiento de causa en torno a todo los obstáculos que han librado estas persona para ver realizados sus sueños no es para nada válido. El triunfo de una mexicana o mexicano es totalmente un logro que se debe aplaudir, en un país como éste donde las federaciones brillan por su ausencia y hay un apoyo precario es de resaltarse que a pesar de todas las adversidades sufridas se llegó a unos Juegos Olímpicos, sea cual sea el lugar que obtendrán porque el estar ahí ya es el primero de sus triunfos.

Hay hechos que hasta ahora han marcado Tokio 2020, y uno de los más representativos fue protagonizado por Simone Biles. La joven norteamericana tomó la decisión de dejar la competencia porque mentalmente no se siente bien, tal hecho ha cimbrado al mundo en general porque a pesar de ser un padecimiento recurrente en atletas de alto rendimiento suele minimizarse para ante poner los éxitos deportivos, ¿importan más las medallas que una vida? Para referirse a Simone se suelen usar múltiples adjetivos referentes a su brillante carrera deportiva pero también es común olvidar que se trata de una persona más, alguien que siente como cualquier otro humano, pero solo por el hecho de ser multicampeona mundial y olímpica se le ha negado el hecho a expresar, ¿por qué? Sus palabras fueron claras: “la salud mental está más presente en el deporte ahora mismo”, gracias a su valentía para tratar tremendo tema Simone Biles se reafirma como una referente en el campo deportivo, y parece ser que ha abierto una caja de pandora que por años se sitúa a lado del Deporte, ¿todo esfuerzo y sacrificio valen la pena? El desgaste se palpa cuando una tenista española no puede seguir en competencia porque su cuerpo ya no le responde, o cuando los maratonistas se desmayan una vez cruzando la meta o inclusive unos lo hacen antes, pero también cuando se sabe del cuadro de depresión en el que caen los medallistas olímpicos posterior a lograr su objetivo, teniendo como ejemplo más representativo a Michael Phelps que después de ser el atleta más laureado de la historia cayó en una depresión enorme, hasta la fecha el norteamericano sigue enfrentando la mayor de sus competencias.

No hay que perderse la oportunidad de disfrutar lo que ocurre en Tokio 2020 porque no hay duda que el Deporte ofrece historias verdaderamente mágicas, pero hay que tener precaución y no dar por hecho que todo es color de rosa en este camino sino que en la mayoría de las trayectorias deportivas hay sufrimiento, desgaste y sacrificio, no todo lo que trae el campo deportivo consigo es absolutamente positivo. Los atletas son vistos como superhéroes, lo son, pero de carne y hueso, no robots y máquinas que solo están diseñadas para ganar. Empatía, una disciplina que por momentos parece estar ausente en competencias como lo son los Juegos Olímpicos. 

Rueda el balón, rueda la vida.

 

#InPerfecto