Editorial

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO.

#InPerfecciones
Opulencia y precariedad, más o menos así se puede empezar a describir la Copa del Mundo Catar 2022 de la FIFA.

 

Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx 

 

Poco más de año y medio para que un amplio sector de la población se congregue a disfrutar una edición más de la Copa Mundial FIFA. Acotados son los espacios que ofrecen una comunión entre las personas a nivel global y la justa mundialista siempre ha sido una gran oportunidad para ello. Existe una ambivalencia en los partidos de futbol, en éstos se desarrollan las mejores y peores expresiones de una sociedad; no todo puede quedar en el juego limpio porque a veces la pelota sí se mancha.

Saber vender un producto es básico para cualquier negocio, la FIFA lo tiene claro y cada cuatro años queda evidenciado al momento de dar comienzo el mundial de futbol. El próximo torneo no será la excepción pero cuenta con tintes muy particulares dignos para un análisis que va más allá de las canchas, para empezar ¿por qué Catar? No es un secreto que la nación catarí no cuente con una tradición futbolera marcada ni se destaque por los logros de sus combinados nacionales o equipos locales, entonces toca leer entre líneas que el órgano rector del balompié a nivel mundial trata de llegar a lugares antes impensados por distintas razones, tal y como sucedió en su momento con Estados Unidos 1994, Corea y Japón 2002, Sudáfrica 2010; la globalización cada día más presente en el mundo de los goles, basta con recordar que la FIFA tiene más agremiados que la propia ONU.

Otro punto a destacar es la alteración de una ecuación casi natural: occidente por encima de oriente; ahora sucederá todo lo contrario. Las fechas tradicionales de la Copa del Mundo cambiaron y se dará comienzo a finales del 2022; la industria televisiva de inmediato resintió este cambio y las críticas no se hicieron esperar, no concebían que debían modificar múltiples cosas para poder transmitir el evento más importante del mundo. Surge la pregunta, ¿por qué el cambio? básicamente se debe a que las condiciones climáticas del país catarí en verano hacen imposible disputar un partido de futbol; pero si se trata de construir estadios y demás infraestructura para el evento no importa nada. Esto se ha vuelto un gran problema que se ha tratado de invisibilizar por parte de la FIFA y de la organización en Catar.

Medios europeos han presentado datos donde se estima que más de 6,500 personas murieron por las condiciones de trabajo inhumanas que se viven en el país asiático, las grandes obras existen pero las vidas se han perdido. No existe un reconocimiento sobre tal hecho, pero hay declaraciones donde el argumento principal se basa que en otros eventos mueren más personas y hasta ahorita es un número bajo para Catar 2022, ¿el fin justifica los medios? Sea una o miles las vidas importan y ningún partido de futbol puede quitarles su valor. Migrantes, la mayoría de las defunciones son de personas provenientes de países vecinos y esto también ha servido para hacer menos este hecho. 

La próxima Copa del Mundo también pone en peligro a las mujeres, su participación no está totalmente garantizada. El mes pasado durante la premiación del Mundial de Clubes, también llevado a cabo en Catar, se viralizó una imagen donde un hombre catarí no estrecha la mano a manera de reconocimiento hacia la árbitro asistente de dicho partido. De inmediato se cuestionó si esta acción y muchas más contra las mujeres se verán en el evento del próximo año, hasta ahora solo se dice que sí van a poder entrar a los estadios y vestirse como quieran, ¿esto debería estar en duda?, ¿es suficiente? Lo material puede romper récord y ser entregado con anticipación pero el costo resulta alto, a menos de dos años del silbatazo inicial las incertidumbres hacen más eco que cualquier grito de gol.

Rueda el balón, rueda la vida.

 

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