Editorial

EL REFRITO DIPLOMÁTICO

#InPerfecciones
¿Se acuerdan de Peña Nieto y Videgaray poniéndose de tapete para Trump? ¿estamos a punto de ver la misma escena con AMLO y Ebrard?

 

Carlos Rosas C. / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

La relación diplomática con Estaos Unidos nunca ha sido sencilla. Para empezar con los “gringos” también hay cuentas que ojalá en lo futuro no supongan la solicitud de una disculpa pública por concepto de invasión militar a territorio mexicano. Ya todos sabemos del nivel de bravuconería manejado por el mandatario estadounidense Donald Trump, sabemos que gusta de usar twitter para dejar de manifiesto su muy profundo y sensible pensamiento en temas como el de la migración que ha vuelto a la escena y ha vuelto a confrontar a México y Estados Unidos.

 

Cuando Donald Trump hace su arribo a la escena política, siempre ha dejado claro que el tema migratorio es una de esas prioridades de campaña que le trajeron mucha simpatía entre sus seguidores, lo justo es encontrar la forma de cumplir con esta meta, y la campaña para atacar al gobierno mexicano ha tenido éxito por la sencilla razón de que las acciones diplomáticas han sido tibias y para nada contundentes.

 

Como no recordar aquella imagen donde el Canciller Videgaray y Enrique Peña Nieto recibieron a Donald Trump –sin ser mandatario aun- para dar muestra de su impericia diplomática después de haber recibido los insultos de Trump refiriéndose a los connacionales que han migrado a los Estados Unidos. Ahora los actores han cambiado, excepto Donald Trump, ahora es Andrés Manuel López Obrador el presidente y Marcelo Ebrard el canciller, sin embargo, la historia es penosamente la misma. Nuevamente Trump arremete con el tema de los insultos y crítica al gobierno mexicano y nuevamente hay una respuesta suave, y tímida, ¿dónde está ese AMLO que en campaña era aguerrido y prometía responder a los arranques del intolerante gringo? ¿también se terminó ya el amor entre ambos mandatarios? Y como en aquella serie de películas ochenteras nos podemos preguntar ¿y donde está el canciller?, sobre todo cuando vemos que el presidente durante su evento de fin de semana hace referencia al tema para pedir la opinión de sus verdaderos asesores –los asistentes al evento- en materia de política exterior dejando en ridículo la imagen del canciller.

 

Lo dicho en otras ocasiones en este espacio, “lo que calienta es el tonito” pero lo que calienta más es la falta de respuesta ante los señalamientos exteriores, recordemos que el que calla otorga, y la respuesta en materia de política exterior se está quedando muy corta y aunque el discurso de que la única manera de frenar la migración sea generar oportunidades en los lugares de origen, resulta que, como buenos demagogos tienen en la teoría todas las respuestas y soluciones, pero en la práctica solo se tienen pretextos, de modo que la solución queda supeditada a la implementación de una serie de políticas inexistentes, aspecto que se agrava por la forma tan tibia de responder dignamente a imputaciones que siendo falsas se vuelven verdaderas por la falta de acción.

 

#InPerfecto