#Editorial
Abril 3, 2018
Carlos Rosas C.
carlos.rc@inperfecto.com.m
Semana de pascua, los días de asueto terminaron, las campañas electorales agarrando sabor, y el tema del aeropuerto calientito nos ayudan a resumir a groso modo de lo que hemos dado testimonio últimamente pero para los que estábamos habidos de alguna nota que nos permitiera salir un poquito por la tangente para descansar de desfalcos, violencia y descalificaciones milagrosamente nuestra plegaria tuvo a bien ser escuchada para nuestro deleite.
Cuando se tiene fe no hay imposibles y nos es una regla privativa de una sola religión en realidad es algo en lo que ideológicamente convergen las doctrinas que gusten del extenso catalogo del opio de los pueblos, y este hecho ha quedado de manifiesto el lunes 2 de marzo cuando el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza declaro que el viernes santo se reunió con lideres del crimen organizado que operan en la sierra de guerrero para solicitarles de la manera mas religiosa posible que de favorcito restablecieran el suministro eléctrico y de agua en la comunidad de Pueblo Viejo ya que los habitantes de aquel lugar acudieron a el para que intercediera por ellos ante los representantes del mal en la sierra.
Lo que resulta inefable como los milagros es que los ministros del crimen no solo accedieron al restablecimiento de los servicios para que se hiciera la luz y fuera posible un sábado de gloria pasado por agua sino que también se comprometieron no asesinar candidatos ni lideres partidistas y aprovechando el viaje designaron al obispo portavoz de un par de democráticas peticiones a las autoridades. No señores, no pidieron amnistía, ni libre transito, ni el cese a la persecución sistemática del ejercito hacia los integrantes de su organización, la solicitud expresa fue que no se permita la compra del voto y que este sea libre, razonado y sobre todo secreto, y como pedir no empobrece ya entrados en gastos solicitaron que quien sea electo por la voluntad popular se comprometa a cumplir sus promesas de campaña.
Corremos el riesgo cometer blasfemia ante la declaración del obispo de Chilpancingo descalificando su dicho ya que es un poco complicado pensar que durante la reunión con los malignos el señor Salvador Rangel haya tenido una epifanía y la retorica religiosa haya tocado el negro corazón de los enemigos de la sociedad y convencerlos de lo equivocado e injusto de sus métodos tanto así que los ha convertido y tal parece que estamos ante el nacimiento de la narcodemocracia.
Tomando una sana distancia de lo absurdo que resulta la declaración del obispo de Chilpancingo y dejando de lado lo hilarante de la noticia no podemos cerrar los ojos ante el secreto a voces de que la relación de la iglesia católica con el crimen organizado guarda un vinculo muy estrecho que se ha hecho evidente e incluso peligroso cuando la condición del estado laico se antoja frágil si vemos por otro lado el nexo que guarda el clero con las altas esferas de la política.
Habrá que ver la respuesta que tienen ante este hecho las instituciones encargadas de la seguridad nacional ya sea gobernación, PGR, etc. que tendrían que llamar a declarar al señor Salvador Rangel para solicitarle los detalles de aquella reunión de viernes santo. Al final del día bien dicen que los opuestos se atraen, opulencia y humildad dirigiendo el negocio, ¿quién dijo que el cielo y el infierno no hacen tratos?.
