#InPerfecciones
A casi un mes de llevarse a cabo la consulta patito de López, se vislumbra poca participación.
Fabian Alamillo / @fabianalamilloh
fabianalamilloh@gmail.com
Estamos a casi un mes de la consulta patito de López Obrador, en la que se pretende garantizar la participación de al menos el 66% del electorado en todo el país, pero la desesperación de él y sus más cercanos es muy evidente; buscan enemigos donde no los hay, quieren llamar la atención porque saben que la imagen de Andrés Manuel está más que desgastada. No hay día que desde el púlpito presidencial se busquen culpables de las malas decisiones del de Macuspana.
Pero así como el manejo propagandístico -violando las leyes, y sobrepasando las instituciones a plena luz del día- está en marcha, también es verdad que la ciudadanía está poniendo mucha atención al próximo ejercicio del diez de abril. Son mucho menos las y los que creen ciegamente todo lo que dice López Obrador, ¿Y cómo creerle? si es más que evidente la tremenda situación de ingobernabilidad en el país.
El ofrecido crecimiento económico del seis por ciento, la desaparición de los gasolinazos y el combate a la corrupción son los ejes demagógicos que sólo funcionaron en campaña para engañar a las y los electores.
El sentir y la decepción de quien prometió un gobierno distinto al de los ex priistas, simple y sencillamente no se ve, la gente no percibe sino más bien, una regresión de inestabilidad, falta de oportunidades, desempleo, poco crecimiento, abandono por parte del Estado. Y eso poco le ayudará de nuevo a López y su ejército de borregos, todos los de la cuarta transformación, que sin cuestionar una sóla de las decisiones, le acompañan. En las próximas elecciones se verá reflejado.
La Alianza Va X México avanza y crea expectativas de un cambio de ruta, un volantazo de timón que pueda garantizar no irnos a pique, estamos trabajando de la mano con sociedad civil para asegurar el triunfo en los seis estados donde habrá elección.
Así que no se vayan a sorprender si no obtienen los resultados que esperan, porque el pulso de las calles es abandonar las urnas, no seguirle el juego y exigirle que los tres años que faltan de su mandato, haga caso y voltee a ver a quienes le reclamamos ¡JUSTICIA!, pues seremos nosotras y nosotros los que vamos a dictar la agenda de ahora en adelante, y seremos quienes día a día le recordemos que las cosas no están bien.
La poca participación que se espera, marcará un antecedente de que si la ciudadanía se organiza, puede o no mover los hilos de la esfera política.
