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Estaba Ceci escuchando un disco de Sabina
mientras una mujer de pronto a ella se acercaría,
Ceci pensó enseguida, que a Olga Roman escucharía,
vaya sorpresa llevada, pues de la Calaca se trataría.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
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“Vinagre y Rosas” era el disco que Ceci Varela elegiría,
para escuchar muy contenta al son que ella bailaría,
de pronto en su patria, en su bella Honduras
una mujer vigilaba en medio de las verduras.
“¿Qué es eso que escuchas?” – Le dijo la mujer a Varela.
Mientras que a Ceci un frío completo ahí la invadiría.
“¿Quién eres canija? Y dime la verdad,
que en este momento me muero del susto que das sin piedad”.
“No pienses en muerte ahorita,
pues aún no te ha de tocar,
hoy vengo por una señora Rita,
pero tu canción quiero escuchar”.
Ceci la miró enseguida,
sabiendo que de la muerte trataba,
y preparaba la huida,
mientras la calaca cantaba.
Escuchar su canto a Ceci la hizo dudar,
“¿conoces al maestro Sabina?” pregunto sin parpadear.
“¡Claro que lo conozco, hemos brindado juntos!
por la vida, la muerte y por los desacomodos”.
Entonces de la nada la difunta le coreo:
“La muerte es una amante despechada que juega sucio
y no sabe perder”.
“Eso piensa Sabina, pues yo se lo dicté”.
Ceci entonces le dijo:
“Yo tengo un programa de él,
si tu me lo juras te invito a hablar en el panel”.
La muerte le dijo riendo:
“Yo solo vine a escuchar,
eso de las entrevistas a mi no se me ha de dar”.
Ceci entonces le dijo, saca ya el mezcal,
tequila y vino tinto para poder disfrutar,
pasaron horas de prisa y la calaca por fin disfruto,
y la Señora Rita gasta con vida quedó.
