Editorial

¿Feliz Navidad en este 2020?

#InPerfecciones
¿Feliz Navidad en este 2020?

 

Daniel Blanquel / @DHBlanquel
editorial@inperfecto.com.mx

 

Este 21 de diciembre vivimos el solsticio de invierno, un evento que trae consigo la alineación planetaria de Júpiter y Saturno dicha alineación creará el efecto óptico conocido coloquialmente como Estrella de Belem, evento astronómico que no se vivía desde el año 1226, si, desde hace setecientos noventa y cuatro años la humanidad no vivía un acontecimiento astrológico de esta magnitud, usted y yo tenemos la dicha de estar presentes en esta fecha, pues gente que quedó grabada en la historia de la humanidad no pudo verlo a simple vista como los mexicanos tenemos la oportunidad, gente como el propio Copérnico, Darwin, Hitler, la reina Victoria, el emperador Moctezuma y muchos mas no pudieron grabar en su memoria un evento de tal magnitud.

Para los creyentes de la astrología y la astronomía esto es un parte aguas en la historia, se dice que comienza la era de acuario, una era que durara más de mil años y muchas de esas cosas. 

Los eventos no solo se limitan al espacio exterior, también hay eventos aquí, entre los terrenales mundanos como su servidor, uno de esos eventos tiene relación desde el pasado 17 de marzo del año corriente, fecha en la que las autoridades sanitarias decretaron la cancelación de todas las actividades no esenciales para evitar la propagación de un virus proveniente de China, de ese virus ya todos sabemos mucho, empero, no ponemos en práctica los conocimientos que durante estos meses hemos adquirido.

Gracias a la falta de conciencia de muchos de nosotros al no quedarnos en casa, de otros tantos que no mantienen la sana distancia y peor aún, aquellos que se niegan a la utilización del cubre bocas, ese pequeño accesorio que la propia Organización Mundial de la Salud ha recomendado como el más eficiente para evitar contagios de SARS-CoV-II y que a la fecha hay una inmensa variedad colores, formas, tamaños, modelos y hasta tecnologías.

A consecuencia de no llevar a cabo las recomendaciones sanitarias provocó que el Estado de México y la Ciudad de México, no pudieron disminuir su color naranja en el semáforo epidemiológico y peor aún, que ambas entidades retornaran al temido color rojo, ese que ha provocado ansiedad, estrés, desesperación, irritación, pérdida de empleos, divorcios, suicidios, entre otras. 

El viernes 18 de diciembre la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum en compañía del Gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo Maza y el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, anunciaron el retorno a este color rojo del ya famoso semáforo, lo cual nos vuelve aponer en un estado de vulnerabilidad a la gran mayoría de habitantes de estas entidades.

 Lo que ha causado una preocupación mayúscula en todos los pobladores es, la falta de estrategia económica que el gobierno a cualquier nivel (municipal, local o federal) ha tomado para reactivar la economía de los ciudadanos, el viernes pasado se anuncia nuevamente que toda actividad no esencial deberá quedar suspendida y los comercios que no sean considerados de primera necesidad deberán permanecer cerrados nuevamente, por lo menos hasta el día 10 de enero del año 2021, esta decisión estoy seguro que no fue fácil de tomar para ningún mandatario, pero a causa de los ciudadanos que mantienen un grado de irresponsabilidad extremo hoy repetimos la historia que comenzó el primer trimestre de este dos mil veinte.

En esta ocasión la crítica principal no es para los gobernantes, creo que necesitan urgentemente una persona que les brinde asesoría para diseñar protocolos que en verdad beneficien a todos sus gobernados, no solo a unos, que permítanme exponer que, las decisiones tomadas y anunciadas, no benefician a ninguna persona, pues TODA ACTIVIDAD ES ESENCIAL DESDE EL MOMENTO EN EL QUE HAY PERSONAS QUE VIVEN GRACIAS A ESTA, retomar esta decisión en lugar de apoyar perjudica a las familias, y las pruebas están expuestas en las propias páginas de la secretaria de salud de la capital del país y de la entidad mexiquense, los números de contagios y de camas ocupadas por este virus no disminuye, por el contrario, cada día aumenta, a tal grado que se está importando personal médico de otras entidades de la república para poder apoyar en la atención a pacientes que han contraído esta enfermedad.

Me atrevo a decir que todos, repito, todos los comerciantes y empresarios estaban con sus esperanzas puestas en la época decembrina para poder recuperar algo de lo que se perdió o se sigue perdiendo durante estos nueve meses de pandemia que vivimos en el territorio nacional y la aplicación de todas las medidas que conlleva estar en semáforo rojo lo único que ha provocado es que sus esperanzas se derrumben y junto con ellos las de todos sus colaboradores, pues el cierre de sus fuentes de empleo y de ingreso significa que, en el mejor de los casos sufrirán una disminución en sus percepciones económicas, pero están en un latente riesgo de perder su trabajo y hasta cerrar para siempre las puertas de negocios declarándose en quiebra.

Muy a pesar de los anuncios emitidos por los titulares de los ejecutivos de ambas entidades existen lugares donde las actividades no han sufrido ningún cambio ni disminución en la actividad que se desarrolla en sus calles, y no es defender la irresponsabilidad pero en un país donde las oportunidades económicas escasean, de algún modo sus habitantes tiene que sobrevivir, quienes forman parte de grandes corporativos han trabajado desde sus hogares gracias a la tecnología pero por muy grande que sea la empresa está viviendo perdidas y quienes forman parte de otras ramas de la economía como el comercio local y los mercados si no venden no pueden pagar rentas, sueldos, ganancias o resurtir. 

Al gobierno le preocupa que la recaudación está disminuyendo cada vez más, pero no hacen nada para evitarlo.

Decretar un confinamiento y un cierre de actividades no da resultados, ya lo vimos, somos el país del mundo con más muertes de profesionales de la salud, el número de camas ocupadas por pacientes COVID tampoco disminuye, día a día se destinan más camas y más hospitales para atención de esta enfermedad, lo cual nos dice que no estamos obteniendo los resultados deseados, entonces como dice el viejo proverbio, si quieres resultados diferentes no hagas siempre lo mismo.

Dicho lo anterior y haciendo mención que tengo nula experiencia en atención a este tipo de contingencias, pero como ciudadano me atrevo a proponer dos puntos: 

  1. Que no se decrete un confinamiento absoluto y mucho menos el cierre de negocios, empresas, centros recreativos, plazas, museos o cualquier fuentes de empleo pues la aplicación de estas medidas no generan una disminución en el número de contagios pero si provoca que la economía decaiga a niveles inimaginables.  
  2. El uso de cubre bocas debe ser obligatorio para toda persona y si no se cumple con esta acción, ser acreedores a una multa económica bastante generosa y si no pueden cubrirla ser remitidos a una especie de “torito” para infractores sanitarios. 

Esta propuesta lo único que pretende es permitir que la economía no siga cayendo y utilizando las recomendaciones de la OMS se frene el contagio entre los ciudadanos que necesitamos trabajar para sobrevivir, para sacar adelante a las familias y vivir en esta nueva normalidad.

Pero bueno, la mejor opinión la tiene usted.

 

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