Editorial

Los estudiantes en tiempos de… ¿siempre?

#InPerfecciones
Cuando se habla de austeridad y de cumplir promesas de campaña, no se debe de tomar a los estudiantes y a sus casas de estudio como víctimas de los presupuestos.

 

Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

En el paquete de presupuesto, el presidente López Obrador ha tenido que salir a decir que fue un error tratar de quitarle dinero de los recursos que se destinan en el proyecto de presupuesto que cada año se discute para los ejercicios presupuestarios de cada año, en esta ocasión, del 2019.
Pero ahora, pese a que en campaña y en el proceso de transición se dijo que las Universidades como la UNAM o el Politécnico, se sumaban a la austeridad pero no a una baja en el presupuesto asignado, es más, se habló de que se le aumentaría lo que se diera en torno a la inflación del año.

 

En días pasados, al entregar el paquete del presupuesto para ejercer el próximo año, nos dimos cuenta que en la primer propuesta se propuso restar presupuesto a las dependencias universitarias, si, a aquellas instituciones educativas que forman, investigan, promueven y que son la casa de un futuro que de entrada no sabemos si será prometedor en el país de las desigualdades, pero que si abren el paso al conocimiento y al reto del pensamiento que puede dar una esperanza y futuro a un país.

Si bien es cierto que no se cortó el presupuesto, o por lo menos no se pretendía cortar dicho presupuesto nada más porque si, más bien, con el ostento de querer construir y entregar enseguida 100 universidades públicas dentro de un programa educativo muy ambicioso, algo que no se puede hacer es justamente recortar los presupuestos que han sido logro de la lucha de personas que han dirigido la Universidad (seguro por lo menos los últimos 4 rectores de la UNAM no) pero sobre todo de los movimientos estudiantiles que se han ido manifestando y luchando desde la manera activa o de la idea para poder lograr el paso a una educación y los pasillos se pudieran llenar de oportunidades dentro de un sistema que ha estado amenazado en muchas ocasiones en riesgo tanto de perder autonomía como de perder la gratuidad educativa en el nivel superior.

 

Lo que si se debe de tener cuidado en este momento, es en el pensar que los estudiantes –espero- no se quedarán con la espina y sabemos que pelearan por el presupuesto y también pelearan por la oportunidad de tener garantías y defender a las respectivas ‘alma mater’ en donde se desarrollan.
Pero, aunque el presidente ya dijo que corregiría ese gran error, el precedente de un atentado contra las instituciones educativas en el ámbito superior quedo enmarcado en los titulares de los medios de comunicación pero sobre todo, en la memoria histórica de los jóvenes estudiantes, de los cuáles, muchos creyeron en ese proyecto de nación, en la llamada cuarta transformación y dieron voto, paciencia, ilusión y hasta trabajo a favor de un gobierno que hoy les tiene que dar resultados y, que estoy seguro, no dudarían en el descontento enfrentarse por defender sus ideales.

 

Ojalá que tanto el Congreso como el mismo Ejecutivo rectifiquen y plasmen en realidad un presupuesto digno y que no solo se quede en una promesa, el estudiantado, ha sido desangrado por parte de gobiernos anteriores que han perseguido, criminalizado y de igual manera, castigado en menor presupuesto. Creo positivo crear más instancias educativas, pero a la vez, considero que si el paso para hacerlo es privar de investigación, docencia y espacios a los que aspiran a las reconocidas instituciones universitarias mexicanas se tendría que estudiar mejor el método para llegar y entonces, cumplir o redimensionar la ambición.

La represión también es económica, esperamos no sea el caso y solo haya sido un dedazo o una hoja que era un simple esbozo que no se pretendía y que ahora meterán la buena que es la de las oportunidades dignas y claras.

 

Y, aunque me queda claro que el actual gobierno es de improvisados, pretendo pensar que no es uno de desvergonzados.

 

#InPerfecto