Editorial

JUSTICIA, PARA UNOS NADA MÁS, PERO AL FIN JUSTICIA.

#InPerfecciones

Todo se ve cuando de entrada te codeas con la crema y nata de la justicia del país, nada como que un juez de la SCJN te presupueste una suspensión y hasta una exoneración. Que importantes son los contactos.

 

Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

La política nacional –y también la mundial- guarda una estrecha relación con el arte de la prestidigitación en la que se hace gala de los mejores pases para la consecución de los objetivos trazados que generalmente suelen girar en torno a la impunidad o el ocultamiento de la verdad sobre temas en los que desviar la atención es primordial para salir bien librados de acusaciones que se convierten en secretos a voces y que con seguridad terminaran siendo parte de un mito dentro del imaginario social que le abonará a la larga lista de indignantes casos en los que la justicia discrecional que se imparte entre los “amigos” deja el castigo para los que no logran juntar la cuota económica que los jueces exigen por la exoneración.

 

Y mientras la “hecatombe” generada por el resultado de la consulta pública que puso en jaque al NAIM se encontraba en boca de todos la Suprema Corte de Justicia de la Nación hizo una más de las suyas dejando claro que la justicia en México muy ciega no es y parece que si tiene dueño o al menos precio, porque ha ordenado frenar cualquier investigación o proceso legal del Gobierno de Chihuahua en contra de ni más ni menos que de Enrique Peña Nieto o cualquier miembro de su gabinete –eso es poder-.

 

Javier Corral gobernador de Chihuahua amagó con fincarle responsabilidad judicial al mero mero del ejecutivo federal una vez que terminase su mandato al acusarlo de haber participado en los desvíos de recursos de Alejandro Gutiérrez ex secretario del PRI en Chihuahua y el ex gobernador César Duarte –sí, otro Duarte- para lo cual inició un procedimiento para preparar el terreno y poner de a chivito en el precipicio a Peña, sin embargo, la SCJN con una sonrisa de oreja a oreja, las bolsas llenas y el argumento muy legal y muy formal que la suspensión obedece a que podría generarse una grave situación de impunidad generalizada al no tener la certeza de cuáles serían los fiscales y jueces competentes para procesar la investigaciones – no se aguanten la risa-.

 

En los estertores del final de sexenio de Enrique Peña Nieto lo interesante es como se aprovecha la polvareda que levanta la transición de un gobierno electo que se encuentra organizando su fiesta de posesión mientras tras bambalinas vemos casos como suspensión de una investigación mediante la controversia constitucional que la SCJN avala a favor de los amigos y protegidos a los que les resuelve me manera pronta y expedita su problema, teniendo un sistema penal y judicial sumamente caduco donde mucha gente se encuentra presa sin sentencia por no tener los recursos para alcanzar la benevolencia de un juez, y si hay alguna duda pregunten al juez que lleva el caso del exgobernador de Veracruz Javier Duarte cuánto vale una sentencia de nueve años por el delito de desvió de recursos de un estado, y ahora imaginemos a cuanto se eleva la cuota cuando el implicado es el presidente de la república. ¿Quién dijo que el dinero no es la vida?

 

#InPerfecto