Editorial

¿LE LLEGÓ LA VOLADORA AL NAIM?

#InPerfecciones

La consulta pública tiene muchas aristas, y lo interesante no será propiamente el resultado, sino el camino que habrá de seguirse.

 

Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

¿Volar o no volar? Esa es la cuestión, aunque de hecho no es la cuestión fundamental en referencia al NAIM, lo que se encuentra a discusión y en la balanza es la decisión de participar o no en la consulta pública para definir el sitio donde se ubicará el tan masticado, comentado, criticado, investigado y sospechoso nuevo aeropuerto de la CDMX.

 

Hoy  jueves 25 de octubre y hasta el domingo 28 se llevará a cabo la consulta pública para tomar en cuenta la “voz del pueblo”, la voz del “pueblo sabio” en palabras de López Obrador para literalmente aterrizar el tema del aeropuerto, independientemente de las posturas coyunturales que se manifiestan según sus intereses, según el sector del cual emanen, y que seguramente no encontraran un punto de conciliación por lo que representan las posturas en pugna enfrentados durante largo tiempo.

 

Los empresarios, inversionistas, y proveedores que se encuentran desarrollando y ejecutando la obra del aeropuerto en Texcoco naturalmente defenderán la ubicación del NAIM en Texcoco por lo que significa el tamaño de su inversión, y del negocio, sin embargo, la campaña por llevar a cabo el aeropuerto en la base aérea de Santa Lucía ha puesto un contrapeso importante, que, sumado a la novedad de una consulta pública mantiene en vilo la continuidad de la construcción del NAIM por la simpleza de haber puesto en la mesa la duda razonable sobre los efectos negativos de un mega desarrollo de la envergadura de Texcoco.  

 

Lejos también de las posturas que señalan como inconstitucional, ilegal, tendenciosa o con los dados cargados, no podemos olvidar que el NAIM se ha convertido en la manzana de la discordia que con su posible cancelación podría representar una dura derrota políticamente hablando para el sexenio de Enrique Peña Nieto y que políticamente proyectaría a la administración entrante a niveles muy importantes y que sin duda sería una especie de golpe de autoridad.

 

Pero los costos políticos son un tema que según sea el resultado caerán por su propio peso. Los costos económicos son otro tema picante, porque es probable que no nos alcancen los dedos para “hacer las cuentas”, que, entre irregularidades e informes dejarán al descubierto -como siempre- el clásico tráfico de influencias, despojos, raterias, etc… que casi por tradición se dan con los grandes proyectos insignia de cada administración.

 

José Ángel Gurría, el honorable secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha enviado una sospechosa advertencia al señalar que que “no puede existir una falla en la construcción de la nueva terminal aérea”, que nos obliga a preguntarnos porque la OCDE se encuentra muy preocupada de repente en este proyecto justamente antes de la consulta.

 

La consulta pública sobre el aeropuerto es un ejercicio que mantiene en vilo la continuidad del NAIM y que tiene cara del traslado de la responsabilidad de la toma de una desición que se pinta de “democracia” dentro de un escenario donde la coyuntura se pondrá de manifiesto entre los que defienden el “progreso” y los que pugnan por el “respeto al medio ambiente”, solamente hay que esperar que a la mera hora no manden a volar los resultados por la clásica falta de certeza jurídica.

 

#InPerfecto