1968

CANCÚN: PROYECTO DE NACIÓN, VIGENTE HASTA NUESTROS DÍAS.

1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO

El desarrollo del proyecto Cancún también obedeció a circunstancias locales que fueron decisivas para entender por qué se escogió la Península de Yucatán como el espacio para ensayar una política pública a favor del turismo a partir de la construcción de los Centros Integralmente Planeados.

 

Atenea Sánchez.

atenea@inperfecto.com.mx

 

¡Hola querido lector!

¿Cómo estás? Deseo que muy bien, el día de hoy platicaremos de uno de los lugares más turísticos en México, una playa paradisíaca por excelencia, ubicada en el sureste de nuestro país, ¿Ya sabes a qué lugar me refiero? ¡Acompáñame!

He de platicarte, que fue tan grande el déficit de la balanza comercial en el periodo presidencial de Gustavo Díaz Ordaz, que una gran preocupación invadió a los funcionarios de su administración. Este desequilibrio fue resultado de la incapacidad del sector industrial para sustituir la producción de otro tipo de bienes que no fueran los de consumo final. El saldo negativo de las cuentas comerciales de México se agravó aún más, porque las transferencias de regalías al exterior y los intereses del capital foráneo, sumaron en promedio 500 millones de dólares anuales durante toda la década de los años sesenta.

El aumento acelerado de la población en ciudades como la capital del país fue de la mano de un aumento en el desempleo y del deterioro de las condiciones de vida ¿te suena? Seguro piensas, ¿segura que hablas de los 60s? Tan sólo en Ciudad de México había más de tres millones de desempleados (Hellman, 1988).

Era evidente cómo el modelo de desarrollo hasta entonces seguido, no sólo había agravado el desequilibrio de las cuentas externas del país, sino que no había podido incorporar grandes contingentes de la fuerza laboral al dinamismo industrial, a todo ello se sumaba un deterioro significativo de las condiciones sociales.

Dentro del conjunto de la administración pública mexicana, fueron los oficiales de instituciones como el Banco de México, quienes buscaban alguna estrategia que diera solución al déficit en la balanza de pagos a la vez que se promoviera el desarrollo regional.

Hacia finales de la década de 1960, empezó a pensarse en el Banco de México en la posibilidad de crear polos de desarrollo turístico que contribuyeran a la captación de divisas y a estimular el desenvolvimiento económico de zonas atrasadas o aisladas del país. Altos funcionarios del banco, en particular quién ocupó la Dirección General de la Institución en el periodo de 1952 a 1970, Rodrigo Gómez junto con otros personajes, convencerían al presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz de iniciar la construcción de Cancún, el primero de cinco polos turísticos en las costas mexicanas que serían la base de una nueva política pública de fomento al turismo. Fue el propio presidente, quién anunciaría dicha política en su discurso de informe de gobierno ante el Congreso en el año 1969: “En breve se implementará un importante programa integral turístico como medio para fortalecer el desarrollo regional. Su objetivo es no sólo atraer divisas sino emplear los recursos de las propias regiones para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes”.

El desarrollo del proyecto Cancún también obedeció a circunstancias locales que fueron decisivas para entender por qué se escogió la Península de Yucatán como el espacio para ensayar una política pública a favor del turismo a partir de la construcción de los Centros Integralmente Planeados. En los años sesenta del siglo pasado, las principales actividades productivas del entonces territorio y hoy día estado de Quintana Roo se encontraban en una situación crítica. La falta de un plan racional de explotación forestal había llevado al descenso de la producción maderera, en tanto que la reducción de la demanda externa del chicle provocó la baja en su producción. Esta última, que había alcanzado un auge en la década de los cuarenta, luego empezó a descender.

La precaria situación del campo quintanarroense era aún más grave si se toma en cuenta que la producción de henequén, base importante de la economía de la región, se vio severamente afectada con la conclusión de la guerra de Corea (1950-1953). Además, debe considerarse un dato por demás significativo: estimaciones de las autoridades mexicanas ubicaban el rendimiento por hectárea del cultivo de maíz en Quintana Roo como el más bajo a nivel nacional.

Así pues, como podrás darte cuenta, el escenario agrícola en la región era desolador. Por ello, desde la visión gubernamental, el fomento del turismo en esta región marginada del país podría “aliviar la tensión social producida por la pauperización de los núcleos campesinos”.

La situación del mercado turístico internacional fue un factor decisivo en el nacimiento del proyecto Cancún. En efecto, en ese tiempo las cuencas turísticas del Mediterráneo, el Caribe y el Pacífico, especialmente Hawaii, registraban altas tasas de crecimiento. Frente a esta tendencia positiva en el mercado mundial del turismo, México respondió con la creación de Cancún, Ixtapa, Huatulco, Los Cabos y Loreto. Dichos centros turísticos, aprovecharían la demanda internacional y el apoyo de agencias internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien facilitó los planes de las autoridades mexicanas y así todos ganaban, pues el BID, también veía al turismo como una herramienta para promover el crecimiento y desarrollo de las naciones de tercer mundo.

Con la creación de Cancún, se obtuvieron grandes logros, entre ellos:

  • El fomento a la creación de nuevas fuentes de empleo.
  • El impulso al desarrollo regional a través de la diversificación de las actividades agrícolas, industriales, artesanales y comerciales.
  • El incremento a la captación de una mayor corriente de turistas provenientes del exterior y con ello los ingresos de la balanza de pagos.

Y aunque fue hasta 1984 que la derrama económica de la industria turística de Cancún se calculó ya veía sus frutos, representando el 50.2% del total generado por el sector turístico del estado, también se sumaban cinco principales puntos turísticos más: Cozumel, Riviera Maya, Isla Mujeres, Chetumal y Mahahual. Los primeros 15 años de vida de este Centro Integralmente Planeado, el PIB de Quintana Roo creció casi el triple que el PIB nacional; tan sólo la rama económica específica de restaurantes y hoteles creció de seis veces y media el crecimiento de esta rama a nivel nacional.

En la actualidad, la vida económica del estado de Quintana Roo depende excesivamente del sector servicios, principalmente del turismo, por lo que, a mi parecer fue un proyecto de nación muy bien planeado, por los intereses económicos a nivel nacional e internacional.

 

Espero que esta nota te haya resultado interesante y que te inspire a seguir leyendo mis dos últimas aportaciones sobre el desarrollo del turismo en nuestro país y su relación con el proceso histórico nacional.

 

¡Hasta el próximo jueves!

 

#InPerfecto