1968

AQUEL OTOÑO DEL MOVIMIENTO MÉDICO 3ª Parte

1968 EL AÑO EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Con el paso de los meses el movimiento médico se ha ido diluyendo aunque da muestra de tenaz insistencia que se ve opacada por el aparato de gobierno que prefiere reprimir a dar una solución.

 

Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Estimados InPerfectos saludos con el gusto de siempre, llegamos a la conclusión del movimiento médico, nos encontramos en 1965 a casi un año de iniciado el movimiento el ir y venir de las negociaciones van desgastando y tergiversando las demandas médicas, la represión gubernamental va horadando el camino y logrando su cometido para desmembrar al movimiento. Sigan con nosotros en esta conclusión y disfrutemos de esta relatoría.

 

EL MOVIMIENTO MÉDICO (3ª parte)

 

El conflicto médico de 1964 tuvo su origen en la oposición al propósito del Estado de reunir en organizaciones únicas a todo el movimiento obrero, campesino y profesional y debido a que un grupo de internos y residentes iniciaron una huelga demandando mayores salarios y seguridad en el trabajo.

 

Durante el movimiento, nació la Alianza de Médicos Mexicanos, que agrupó a residentes, internos, pasantes y sector privado, pese a esto terminaron con una profunda desventaja política frente al Estado. En el contexto de un sistema corporativista de representación de intereses, fue imposible establecer una organización gremial para negociar con el Estado.

 

La ausencia de una asociación unificada y capaz de defender los intereses de la profesión frente al Estado, parece ser uno de los principales factores que explica los resultados de las políticas de recursos humanos médicos en México. Los participantes fueron puestos en una lista negra boletinada a todo el país, para evitar el acceso a algún puesto. El sistema hospitalario fue transformado con un giro burocrático para desterrar a los dirigentes y que el sistema político pudiera asegurar su reproducción y estabilidad.

 

El 6 de mayo de 1965 la junta directiva del ISSSTE decidió someter la petición demandada por la AMMRI, sobre sueldos fijados en el acuerdo presidencial del 18 de febrero, a la consideración de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, FSTSE.

 

 

Para esa semana la situación en los hospitales ya era crítica, la Cruz Roja hizo un exhortó a reanudar las labores.

 

14 de mayo fue dictado un ultimátum por el Gobierno Federal, firmado por los secretarios de salubridad y comunicaciones; directores del ISSSTE, IMSS y por el regente capitalino, el que indicaba que de no presentarse a laborar el día 17 de mayo serían cesados.

 

La FSTSE apoyó esta exigencia y solicitó la clausura del Hospital 20 de Noviembre para ese mismo día.

 

Un día antes de cumplirse la fecha hubo una asamblea nacional extraordinaria de la AMM a la que asistieron 200 delegados de todo el país, donde dieron su apoyo total para que la AMMRI procediera libremente y solicitaron una entrevista con el presidente Díaz Ordaz.

 

Una vez concluido el plazo acordado por las autoridades, fueron aplicadas medidas en contra, tales como la suspensión de sueldos, sostener la postura de no reanudar ninguna conversación conciliatoria, abrir plazas para suplir médicos faltistas.

 

Al mismo tiempo, levantaron actas por abandono de empleo, Ferrocarriles Nacionales informó del cese de 49 médicos en las ciudades de México, Monterrey, ISSSTE de San Luís Potosí; en Veracruz la SSA cesó a el IMSS, comunicó que 131 médicos presentaron solicitud de empleo para suplir a los despedidos.

 

El Presidente de la República Díaz Ordaz, declaró su negativa de recibir a los médicos hasta que reanudaran labores. El 17 de mayo hubo manifestaciones de protesta de estudiantes de medicina de los años tercero, cuarto y quinto de la UNAM, en apoyo al movimiento y acordaron no tomar clases hasta que el conflicto fuera resuelto. En la Alameda Central con dirección al Zócalo, fueron atacados los paristas por trabajadores del Servicio de Limpia y Transporte del DF.

 

El 20 de mayo la Alianza Mexicana de Enfermeras, Parteras y Auxiliares de Enfermería, A. C., publicó un desplegado manifestando su apoyo al paro. Paralelamente, existió una campaña en contra por un grupo fantasma autodenominado Comité Pro Defensa de la Dignificación de la Clase Médica.

 

La AMMRI decidió suspender el paro con una votación de 1,370 a favor y 870 en contra, pero aún existían puntos pendientes de resolución. En una asamblea de esta misma asociación, se plantearon quejas sobre varios hospitales, donde los médicos estaban siendo objeto de represalias por parte de las autoridades.

 

El 21 de junio la Asamblea Nacional de la Alianza de la AMMRI, solicitó una entrevista con el Presidente, para abordar problemas surgidos por la reanudación de labores y el 25 fueron discutidos los puntos básicos del conflicto. Como resultado de la entrevista, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público realizó tabulaciones para los médicos titulados y sanitarios graduados.

 

En sesión con la Asamblea Nacional de la AMMRI, para acordar puntos sobre el acuerdo presidencial del 9 de julio, quedaron al descubierto una serie de desacuerdos, ya que el beneficio sólo era para los de planta, siendo que el 80% de ellos, al servicio del Estado, no tenían plaza. El 24 de julio la Alianza nuevamente solicitó una entrevista con el Presidente, pero le fue negada y la Junta Directiva del ISSSTE aprobó el nuevo tabulador de sueldos para los médicos y los especialistas o adscritos.

 

Ante la inconformidad surgida en la asamblea de la AMMRI, el 14 de agosto, los hospitales de la Cruz Verde y los infantiles del DDF, excepto el de traumatología, Rubén Leñero, suspendieron actividades argumentando que los acuerdos de julio pasado no habían sido respetados. El Hospital 20 de Noviembre también entró en paro de labores, aunado a esto el 21 de agosto médicos de base decidieron convocar a un paro nacional para el 23 de ese mismo mes.

 

 

A tres días del paro, 26 de agosto, la fuerza pública con cinco capitanes y 100 granaderos desalojaron a residentes e internos de los hospitales 20 de Noviembre y Colonia, autorizados por el Director del ISSSTE Rómulo Sánchez Mireles y utilizaron médicos militares como esquiroles.

 

La Secretaría de la Defensa Nacional informó que médicos y enfermeras darían servicio en el Hospital 20 de Noviembre, el Ministerio Público levantó 70 actas y el dirigente de la FSTSE apoyó la medida, más hospitales fueron desalojados con la fuerza pública. Unos 200 médicos paristas reunidos en la explanada del Hospital Centro Médico, protestaron e incitaron al paro. Hubo manifestaciones de estudiantes de odontología y además paros en la Facultad de Medicina y otras dependencias de la UNAM.

 

Pero la prensa nacional pública emitió declaraciones en apoyo a las decisiones y actuación de las autoridades del DDF, la SSA y el IMSS. Con una asamblea nacional de la AMM, el 30 de agosto fue levantado el paro en Pachuca, Hidalgo, pero detuvieron a los doctores Alberto Hernández y Alfredo Ortega, acusados de asociación delictuosa, abandono de empleo y otros hechos punibles.

 

El 1 de septiembre el presidente Díaz Ordaz en su informe anual, refiriéndose al conflicto médico, declaró enérgicamente la necesidad de sancionar a los responsables de los graves daños ocasionados a la sociedad y al país. En sesión extraordinaria del 5 de septiembre la AMM decidió levantar el paro y el 7 de septiembre los que reanudaron labores fueron objeto de medidas de represión.

 

En el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE, 260 médicos residentes e internos no pudieron reintegrarse por estar sujetos a investigación; en el IMSS 30 contaban con investigación; en la SSA seis fueron cesados; en el sector DDF, los hospitales de traumatología La Villa, Xoco y Balbuena fueron clausurados, además 100 médicos cesados y en el Hospital Colonia un médico y un interno.

 

La AMM comunicó que más de 500 médicos residentes e internos fueron cesados y que los defenderían jurídicamente, pero el amparo les fue negado por inconsistencias legales. Tres de los principales líderes de la AMM fueron perseguidos, contaban con órdenes de aprehensión y salieron del país: Norberto Treviño, José Castro Villagrana y Faustino Pérez Tinajero. Finalmente, al regresar los médicos internos y residentes a sus hospitales continuó el problema del contrato beca, ya que contenía las mismas características de noviembre del 1964, pero ahora con la experiencia de casi un año de conflicto y con vías de negociación cooptadas por parte de las autoridades.

 

Pasajes como el del mal logrado movimiento médico dejan un sabor amargo por la forma en que las demandas de mejora de las condiciones laborales y la manera en que el gobierno asume una postura represora se mantienen con una vigencia que ha trascendido el tiempo y que penosamente forma parte de la Memoria de México. Los esperamos la próxima semana.

 

#InPerfecto

Imagen Principal. Dr. Ismael Cosio Villegas con personal del Hospital de Huipulco.
Propiedad. Dr Justino Rosas Shiota

FUENTE

 

http://www.medigraphic.com/pdfs/bmhfm/hf-2009/hf091c.pdf

 

Reseña cronológica del movimiento médico 1964-1965

Donovan Casas-Patiño

Sergio Reséndiz-Rivera

Isaac Casas