#InPerfecciones
¿Qué es el amor desde la belleza?
Alejandra Rivero / @a.n.dra._
rale1706@gmail.com
¿Qué es el amor? Es una pregunta que intento responder desde hace dos años y sigo sin formular alguna respuesta. El amor en términos generales, no solo el romántico, el AMOR, con todas sus letras y significados. ¿Qué es? ¿Se puede observar cual ratón de laboratorio? El amor desde la sociología se puede explicar cómo una relación de poder asimétrica de socialización a un nivel íntimo. Sería mi interpretación y tal vez para la economía solo es una relación a la cual se le puede sacar provecho, de acuerdo al derecho podría ser un establecimiento de un mutuo acuerdo para llevar a cabo ciertas responsabilidades. Desde luego hablo desde el supuesto ya que no conozco a fondo como se vería el amor desde otras disciplinas.
Existen tantas canciones, literatura, películas, novelas, pinturas, danzas y diversos productos que usan el amor como un motor para crear. Hace poco leí sobre responsabilidad afectiva, pareciera un concepto simple y fácil de llevar a cabo. Sin embargo me parece de lo más difícil: ser honesta conmigo, he aprendido que dedo y necesito ser aprobada, estar calladita y bonita para alguien más. Este cambio que pareciera tan sencillo como decir lo que pienso sin miedo a la crítica es un tormento. Crecí pensando que el amor lo curaba todo, que el amor solo se daba y que este sentimiento solo debía florecer en torno a los que me rodeaba, mi familia, amigos y una pareja.
Es tan difícil pensar que el amor nace de nosotros, al menos para mí ha sido un camino largo el poder arreglarme para mí, salir porque así lo quiero y vestir como a mí me gusta, incluso buscarme a través de la ropa aunque sea muy superficial. Comenzar a gustarme, verme y amar aquello que veo sin querer cumplir un estereotipo. Sigo sin comprender que es la belleza y tampoco me importa, no quiero una cintura pequeña, ni un trasero grande, tampoco necesito operarme los pechos, no quiero ser una muñeca más para un sistema que se beneficia de mi dolor y de una inconformidad por ser quien soy.
No necesito ser bella para que me miren, no necesito que me miren por cómo me veo, a veces creo que estar tan inmersos en el mundo de las imágenes se nos olvida que somos reales, que nuestros cuerpos no se hicieron a partir de un molde, me gusta pensar que la diversidad del cuerpo es aquello que nos hace bellos y no por ser únicos e irrepetibles. Me gusta pensar que somos terrenos, habitamos un terrenito en el que construimos y demolemos. Entre tantos pensamientos solo me gustaría decir que el mantra diario debería ser un “al diablo el estándar” ¿Quién nos dijo que la belleza es de un solo tipo o que viene en un solo color o tamaño?
Estoy cansada de la dinámica en redes, estoy harta de pasar tres o más horas de mi vida viendo chicas perfectas, hombres esculturales (ojo, no le aviento mierda a nadie), vidas y casas muy bellas, que parecieran inalcanzables para una simple chica que aún no sabe qué hacer y les escribe. Me he enamorado más de mi sombra que del reflejo del espejo.
¿En que se basa el amor? Cuando era pequeña mi madre me decía desde el cariño que me arreglara más si quería que algún chico me volteara a ver. Y hoy en día solo pienso que no necesito ser bella o verme bien para ser amada, para amarme y amar. No quiero repetir los discursos maniqueos en los que la belleza natural se glorifica y aquello que denominamos como artificial se sataniza y volvemos al círculo de ver todo blanco o negro.
A lo que me gustaría llegar es al punto a dejar de señalarnos y clasificarnos como bellos y feos, lo bueno, lo malo y sin duda socialmente funciona conocer estos límites. Humberto Eco dice que sin la belleza no existe la fealdad. ¿En qué momento dejaremos de señalarnos por cómo nos vemos, cuando el cuerpo dejara de ser torturado por cumplir estándares absurdos? Y reitero, no es el discurso cansado y desgastado sobre la belleza natural. Es mi protesta a resumirnos a vernos bien y bonitos, pensar en todas las posibles respuestas por las cuales accedemos a torturar y modificar nuestros cuerpos para encajar o porque nuestra nariz no es lo suficientemente bonita. En ningún momento es obligar al mundo a pensar como lo hago, solo el cuestionarnos porque usamos cierta ropa en esta idea de vivir por y para los demás.
Hablo desde mi contexto, clase media, vivir en Ecatepec, conocer los estereotipos occidentales de la belleza como lo es; ser delgada, blanca, rubia, ojos grandes y de color claro, piel tersa, cintura pequeña, labios gruesos, pestañas largas, facciones finas, usar maquillaje, someterte a alguna cirugía plástica, cuerpo tonificado, abdomen plano. Hablo desde la concepción de belleza que conozco. Donde las pieles de color deben ser lustrosas y con rasgos finos, la belleza que parece exótica solo cuando forma parte del estándar.