#InPerfecciones
O se combate al crimen o se pacta con él, a momento lópez no ha dado indicios de querer combatirlo.
Cruz Hernández Sánchez / @IamMillennial_
cruzhendez@gmail.com
O se combate al crimen o se pacta con él, a momento lópez no ha dado indicios de querer combatirlo.
El presidente ha dejado en claro que la estrategia para la pacificación del país consiste en no confrontar al Narco, en su mente infantil supone que combatir al crimen organizado es un detonante para generar violencia, “Si no mueves el avispero las abejas no te picaran”, es necio y tiene una idea errónea de lo que es un delincuente, no todos roban por hambre o necesidad, y las vidas que se pierden por la violencia no siempre son de personas inmiscuidas en el crimen organizado. El no hablar del problema no hace que este se solucione, las declaraciones del presidente en temas de seguridad son esporádicas y poco claras, siempre culpando al pasado y afirmando que la inseguridad es una enferma herencia del régimen anterior, sus justificaciones son cada vez más elaboradas pero sus resultados siguen siendo los mismos.
Si el presidente no hace un replanteamiento de su estrategia de seguridad, el Narco doblegará por completo. Al crimen organizado no le interesan los abrazos, no le interesa la cartilla moral sus únicos intereses son el dinero y el poder, sin un contrapeso que impida su avance, este podrá conseguir más recursos que las instituciones encargadas de combatirlos, el plan es claro, López prefiere darse tragos amargos de quejas y críticas por parte de la sociedad antes que plantear una estrategia contra un crimen que está más organizado que los integrantes de su gabinete.
La famosa frase presidencial: “Abrazos, no balazos”, es una invitación para que los criminales puedan seguir utilizando balas ya que el gobierno se limitará a los abrazos, sea por ingenuidad o simplemente por ignorancia, el presidente cree que sus discursos moralistas y sus decálogos pueden persuadir a los delincuentes para corregir su camino, los actos de violencia son tan rutinarios que se han convertido en simples anécdotas del dia a dia en la vida de los mexicanos, es hora de tomar acción.