Editorial

EL RECALENTADO.

#InPerfecciones
“El escenario está más que dispuesto, la disputa por el poder en México es la arena donde como en el amor y en la guerra, todo se vale, menos aplicar la autocrítica.”

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

Para comenzar el año no podemos olvidarnos del recalentado, al fin que por lo general siempre queda algo sobre la mesa después del cierre del año, pero no, no estamos hablando de los manjares que se preparan para deleitar nuestros paladares, en este caso nos referiremos al recalentado de la narrativa de los profesionales de la política que todos los días cocinan para nosotros exquisitos y elaborados discursos muy condimentados para demostrar el talento que los ha llevado a ocupar el cargo que ostentan y que nadie se atreva a decir que están ahí por ser amigos del compadres del mero jefe porque eso ya no pasa, ¿cómo podría pasar si estamos en tiempos de la transformación? Y como la corrupción ya se terminó, entonces cualquier especulación al respecto no es más que un despropósito que solo busca desestabilizar al régimen “lopezobradoriano”; esta narrativa que más que recalentado parece una regurgitación oficialista tiene una razón de ser muy especial y es que este 2023 promete ser intensamente divertido en materia de discursos y artimañas electorales, es cierto que la campaña electoral no ha terminado para el régimen transformador, la propaganda de bajo perfil dejó de serlo hacia el final de 2022 y este año viene con todo porque llegó el momento de salir a la caza de los indecisos, ingenuos y fanáticos que tendrán la tarea de legitimar en las urnas a los maestros del delicado arte de engatusar a los poseedores de una credencial de elector.

 

El escenario está más que dispuesto, la disputa por el poder en México es la arena donde como en el amor y en la guerra, todo se vale, menos aplicar la autocrítica, lo más interesante es que las campañas electorales representan un lavatorio de cara para delincuentes, mentirosos e ineptos, todos defendiendo una democracia que interpretan al gusto sin importar si incurren en delitos electorales, porque la lógica es “si todos lo hacen ¿por qué yo no?” al fin que al electorado le importa poco si la ley permite o no lo que se permiten las corcholatas o los enanos que aspiran al poder, siendo así, lo mejor está por venir en la carnicería electoral, el infortunio, en primer instancia, se presenta en el horizonte para la oposición, ahí los veremos mendigando votos y pugnando por una bocanada de aire fresco, al final, tendrán que recurrir al viejo artilugio de la exigencia del voto por voto para posicionarse políticamente y mantenerse en el escenario, sin embargo, el ocaso de la oposición tendrá que preparar muchos pañuelos para llorar lo que propiciaron porque sería un error de apreciación no responsabilizarlos por lo que tenemos que soportar los ciudadanos.

 

La disputa real por el poder se encuentra, como en los mejores de tiempos del priismo, con una versión remasterizada de los tapados transformados ahora en corcholatas por una narrativa coloquial con la que dicen que el pueblo se identifica más pero que en términos simples es lo mismo, una pugna entre personajes oficialistas que en principio se debaten por mostrar cual es el más apegado a las enaguas del máximo líder, es decir, paralelamente estos personajes hacen una doble campaña en la que luchan por el cariño del Presidente por un lado y por otro lado por la simpatía de los fanáticos del mismo Presidente, por eso ahí es donde está la verdadera pugna por el poder, no es de a gratis –literal y figurativamente- todo el despliegue de anuncios espectaculares, giras, espacios de radio y televisión, redes sociales, medios impresos, etcétera. Con los que se dan vuelo promocionándose, además de la monserga de tener que escuchar las mismas consignas de Presidente en boca de estos funcionarios-corcholata que están más preocupados por mantener la vigencia de su imagen que por su responsabilidad de funcionarios públicos. Por eso el recalentado de los discursos y la narrativa en el arranque de este 2023 se presenta como el anuncio de lo que será la tónica de un año en el que vamos a ver sangre, sudor y lágrimas, al menos la sangre ya la empezamos a ver con los hechos violentos en Veracruz y en Cuidad Juárez por mencionar algunos, del domingo 1º al 3 de enero se han registrado en el país al menos 180 asesinatos, de modo qué, ya podemos ir dimensionando lo que nos espera este año de bonitas campañas y precampañas electorales; que bonito va a ser volver a escuchar por millonésima vez, por el bien de todos primero los pobres y demás frases acuñadas por el Presidente en boca de los representantes del oficialismo.

 

Lo más divertido será como el fuego amigo hará acto de presencia entre los camaradas de partido que seguramente ya tienen varias sorpresitas para deleitarnos con escándalos de corrupción y traición a los postulados transformadores, qué, al final terminarán por dejar muy en claro que de todas las corcholatas del “obradorato” no se hace una y que la continuidad a la que le apuestan será una versión todavía más corrupta y oscura con el reforzamiento de la descalificación y  la persecución a la crítica, pero de que habrá diversión, si que la habrá, nada más hay que esperar quién de todas las corcholatas se avienta el recalentado de que en el primer año de su gobierno tendremos un sistema de salud como en Dinamarca o que la gasolina costará 10 pesos el litro, sin duda eso si que es continuidad o recalentado para meterlo en términos de este arranque de año en el que a los profesionales de la política les encanta servirle lo mismo a los ingenuos electores a los que tanto les gusta el atole sabor a demagogia, de cualquier modo, puede haber una sorpresa, todo depende del nivel de desesperación en el que los aspirantes al poder se encuentren porque dice el dicho que “el que nada tiene y llega a tener, loco se quiere volver”.

#InPerfecto