Editorial

La agonía del millonario

#InPerfecciones
“¿De verdad quieres ser millonario?”

 

 

Pablo Ricardo Rivera Tejeda / @PabloRiveraRT
pricardo.rivera@gmail.com

 

Querido lector, en esta ocasión le dejaré el espacio a Alejandro Sandoval Reyes para tratar un tema que desde mi óptica resulta de gran interés: “el dinero”. 

 

Trabajamos todos los días para poder comer, subsistir, y sobre todo, para ganar dinero. No hay nadie en este mundo que desde muy joven se haya propuesto la idea de convertirse en millonario, tener una mansión enorme en la playa, autos deportivos, y joyas extravagantes. Y sobre todo lo más importante, dinero, muchos billetes verdes. ¿Sabes cuál es la forma más fácil de convertirse en millonario? La lotería, ser millonario de la noche a la mañana. 

 

Uno de los más importantes conceptos para entender lo que provoca ser millonario rápidamente se le denomina “adaptación idónea” para definirlo bien pongamos un ejemplo.

 

Imagina que pides una pizza de seis rebanadas para ti solo. La primera rebanada la comerás acompañado de altos niveles de felicidad, es claro, es una rica pizza solo para tí, pero luego a la segunda rebanada, la tercera, la cuarta, quinta, y sexta ya no sentiras la misma felicidad que experimentaste al comer la primera rebanada, y de hecho te sientes igual o incluso peor que antes de la primera rebanada. A esto se le llama adaptación idónea, la medida de la cantidad de felicidad que recibes de factores externos. 

 

Ahora, imagina que pasaría si ganaras la lotería mañana, por supuesto que tus receptores de felicidad se dispararán, pero solo los primeros días, sin embargo, tiempo después, todo el dinero y todas las cosas que puedes comprar con ello no te darán la misma felicidad que la primera vez, puesto que cada vez será más difícil comprar cosas que te sigan dando la misma felicidad. De hecho te sentirás vacío por dentro, te cuestionas si de verdad mereces todo ese dinero, si tienes todo lo que has querido u otras cuestiones que parecerían profundas. Esa es la razón por la que muchos que ganan la lotería sufren y la pasan mal, y también la razón por la que nos cuesta tanto apreciar las cosas cuando nos dicen cosas como: “valoren lo que tienen” o “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.” No es necesariamente nuestra culpa, es la adaptación idónea, estamos tan acostumbrados a nuestra calidad de vida que no podemos valorarlo, sino que solo buscamos tener más y más. Ahora imagínate lo que piensa alguien que lo tiene todo. “¿Que hago cuando ya lo tengo todo, pero ya nada me hace feliz?” No lo sé… Drogas, alcohol, sexo. Para ellos, las drogas y el alcohol es lo único que les puede dar felicidad a cambio de su vida y su salud.

 

La frase: “el dinero no compra la felicidad” sinceramente me parece una tontería. Si yo le doy a cualquier persona de clase media baja una gran cantidad de dinero, o aun mejor… infinito dinero, por supuesto que esa persona instantáneamente será feliz, o al menos los primeros días. Será feliz hasta que su adaptación idónea y sus receptores de dopamina se estabilicen, el problema no está en ganar el dinero, el problema surge cuando sabemos que lo tenemos todo, pero ya no sentimos nada, volvemos a ser infelices. La cuestión es: ¿cómo hago para ser feliz? mi sincera propuesta es hacer lo contrario, es decir, para que sientas felicidad, primero debes sentir tristeza o ser infeliz. Eso hará que los próximos sentimientos positivos sean más potentes que cualquier compra monetaria. No te daré el típico mensaje de “valora lo que tienes” pero si te diré que reconsideres si de verdad piensas pelear por algo tan insignificante como el dinero. 

 

Entonces, con todo esto dicho quiero finalizar con la pregunta… ¿de verdad quieres ser millonario?

 

#InPerfecto