Editorial

¿AHORA SI LE PREOCUPA?

#InPerfecciones
Si la preocupación del Presidente es la educación –porque es un derecho- debe recordar –aunque le cueste trabajo- que el acceso a la salud también es un derecho.

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Muy bien, el Presidente ha puesto sobre la mesa el tema de la educación en México, la orden es regresar a las aulas el próximo 7 de junio para terminar con un año de ausencia en los planteles por motivo de la pandemia de COVID-19, López Obrador sostiene que no es lo mejor mantener a niños y adolecentes frente al televisor o el internet, dice que no hay que exagerar con el tema de los contagios porque ya la pandemia está a la baja, sostiene que es necesario conocer el nivel de aprendizaje de los alumnos y que ya se verá como se solucionarán los problemas.

 

Sin embargo, el Presidente y la Secretaria de Educación Delfina Gómez exhiben su falta de contacto con la realidad que ha provocado la implementación de las políticas en materia de vacunación y gestión de la pandemia. Se celebra que el personal docente se encuentre vacunado -después de todo era necesario- pero, nuevamente tenemos que voltear a ver que existe un déficit en materia de vacunación; el personal médico no se encuentra totalmente vacunado, los adultos mayores tampoco se encuentran vacunados al 100% -con la segunda dosis- y por si fuera poco, los menores –alumnos- mucho menos, es decir, el riesgo de contagio es alto y las prioridades son muy claras, intercambiar vacunas por votos.

 

Por otro lado, el tema del estado en el que se encuentran los planteles es un tema que no se ha tocado porque parece que es lo de menos, parece que es lo de menos limpiar a profundidad, desinfectar, fumigar, garantizar el acceso al agua, garantizar el acceso a internet, verificar si el equipo de cómputo se encuentra en buen estado y es suficiente, etc. de los planteles, responsabilidad que dejarán en manos de docentes y padres de familia, porque los recursos para hacer frente a esta ocurrencia de regresar a clases no se encuentra presupuestada, de modo que ya sabemos a quienes les tocará asumir el gasto, es decir, nuevamente la población de encuentra sola porque para las autoridades lo importante es –ahora si- la calidad de la educación en México.

 

Si la preocupación del Presidente es la educación –porque es un derecho- debe recordar –aunque le cueste trabajo- que el acceso a la salud también es un derecho, pero también hay que recordarle lo que implica reabrir los centros educativos, implica movilizar población que no se encuentra vacunada, implica arriesgar a las familias del personal docente, a los padres de familia, niños, etc. sin embargo, pos no hay que exagerar, dice López Obrador, lo dice el que ha minimizado en reiteradas ocasiones las medidas sanitarias, lo dice el que sostuvo que la pandemia era cosa de un mes, lo dice el que presumió que tenían domada la pandemia, lo dice el que aseguró que nadie se ha quedado sin atención médica, lo dice el que presumió que había vacunas suficientes y que terminó mendigándolas. 

 

Si la preocupación es el nivel educativo, entonces ¿por qué no dotaron al personal docente con el equipo necesario para poder dar clases a distancia? ¿por qué no se aseguraron de generar y verificar la calidad de los contenidos de “aprendiendo en casa I, II y III?, ¿por qué no se preocuparon que todos los padres de familia tuvieran acceso a internet? ¿por qué no priorizaron la vacunación de alumnos?, ¿ahora si están preocupados? ¿no les preocupa que los planteles se encuentren en pésimas condiciones?, ¿el Presidente mandaría a la escuela a su hijo en esas condiciones?, queda claro que la prisa por dar un resultado que puedan “cacarear” es más importante que arriesgar a la población que tanto le preocupa, tan es así que están dispuestos a decretar lutos nacionales en lugar de utilizar la inteligencia.

 

¿Sobre la Secretaria de Educación?, poco se puede agregar, un personaje gris que replica todo lo que le ordena el Presidente –incluida la ignorancia-, un personaje que solo atina a decir que “todo va a estar bien”, pero que no tiene la menor idea de lo que representará para el personal docente regresar faltando escasamente un mes para terminar el año escolar, la señora Delfina, no tendrá que regresar a su centro de trabajo a barrer ni a sacudir, la señora Delfina no arriesgará a su familia, la señora Delfina, al igual que su “jefecito” está dispuesta a sacrificar a quién sea con tal de respaldar la psicopatía propagandística de un Presidente totalmente lejano de la realidad.

 

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