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Fallido proceso

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Los 76ers quedaron eliminados de la postemporada

 

 

Sebastián Rodríguez Castillo / @sebasrc02
sebastian.rodriguez@inperfecto.com.mx

Se acabó la temporada para los 76ers. Los dirigidos por Doc Rivers cayeron en seis partidos ante el Heat de Miami en las Semifinales de la Conferencia Este y con eso se frustró (una vez más) el sueño de Filadelfia de alzar el título de la National Basketball Association (NBA). Se repite el fracaso.

Joel Embiid fue la razón por la cual los 76ers llegaron lejos en la temporada. El camerunés fue clave en gran parte de las 51 victorias que consiguió su equipo en temporada regular. Sus 30.6 puntos, 11.7 rebotes y 4.2 asistencias por partido incluso lo pusieron como uno de los dos grandes candidatos para ganar el Premio al Jugador Más Valioso del año. Sin embargo, en playoffs, donde realmente importan los números, todo fue diferente.

En diez partidos jugados en postemporada Embiid empeoró sus estadísticas: 23.6 puntos, 10.7 rebotes y 2.1 asistencias. En el papel se puede decir que decepcionó, y sí lo hizo en cierta parte, pero el tipo de 28 años de edad batalló contra múltiples lesiones en estos playoffs y a pesar de no estar en su mejor condición, hizo de todo para encaminar a sus 76ers al título. Aquí quien realmente decepcionó fue la coestrella del equipo: James Harden.

 


“La Barba” simplemente no estuvo a la altura. Filadelfia estaba convencido de que él era la pieza faltante para que los 76ers se coronaran campeones de la NBA. Harden solo rindió como se le esperaba en muy pocos partidos. La anotación, que fuera su mejor activo, se desmoronó. El veterano de 13 campañas apenas promedió 21 puntos por partido bajo las instrucciones de Doc Rivers. Su habilidad pasadora (10.5 asistencias por juego) balanceó las cosas, pero no fue suficiente.

En esta segunda ronda de postemporada Harden tuvo un pobre desempeño. Los 18.2 puntos, 6.3 rebotes y 7 asistencias por noche que registró ante el Heat ponen a esta serie como una de las que peor jugó en toda su carrera. La agresividad nunca existió y los intercambios de balón (4.8 por partido) estropearon su habilidad pasadora. Ya no existe el James Harden que conocimos en Houston.

 

Se puede tomar el camino fácil y culpar solo a Harden, quien no anotó un solo punto en la segunda mitad del definitivo Juego 6 contra el Heat, de esta eliminación. Eso sería más que injusto. Los 76ers simplemente fueron incapaces de detener al arrollador equipo comandado por Jimmy Butler, un exjugador de Filadelfia. Miami simplemente fue el mejor equipo.

Los 76ers anotaron más de 100 puntos en apenas dos de los seis partidos de la segunda ronda. Su defensa tampoco apareció, pues en promedio recibieron 105 puntos en cada enfrentamiento. Ni atacaron ni defendieron bien. El desenlace no podía haber sido otro. Esta serie fue una crónica de una muerte anunciada.

 

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