#InPerfecciones
Después de casi treinta años sin salir campeón, el pasado sábado Argentina volvió a tocar la gloria, en esta ocasión bajo la tutela de Lionel Messi. Tal triunfo se vivió de una manera muy particular en todo el territorio albiceleste.
Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx
¿Qué se viene a la mente cuando se menciona a Argentina? Casi en su totalidad los pensamientos giran en torno a un balón de futbol, es bien sabido que la nación sudamericana se caracteriza por vivir el balompié de una manera única e inigualable a nivel mundial, nadie como ellos. Resulta complicado hallar una explicación sobre las formas que tiene el hincha argentino en torno a lo que sucede en el rectángulo verde, y tal sentimiento va más allá de este espacio porque es altamente visible la influencia del balón en la vida cotidiana de un amplio sector de argentinas y argentinos. Sería difícil entender su razón de ser sin el futbol, tanto de grandes como de chicos.
Los ingredientes volvieron a juntarse para una historia más entre el futbol y la albiceleste: final de Copa América, en el mítico Maracaná, Brasil vs Argentina: Neymar vs Messi; ¿faltaba algo más? Bueno, sería la primer final del combinado argentino posterior a la muerte del Diego y ante su rival de toda la vida; además esta ocasión se presentaba como una de las últimas para ver al mejor jugador de toda la historia triunfando con su selección nacional. Para los nacidos en Argentina la única razón que podría explicar este escenario era sin duda una ayuda divina, sí, de Maradona; para quienes no son partidarios de este personaje o al futbol esta razón sería ridícula y totalmente difícil de creer, aunque si se conociera un poco de la historia del futbol en este país está claro que todo puede pasar.
¿Por qué un partido de futbol representa tanto para un país? Los altos directivos del balompié en Argentina han sabido vender de gran manera su producto estrella, basta con echar un vistazo a sus redes sociales para observar que la pasión es la misma tanto para dirigentes como para hinchas, el balón es capaz de unir a cualquier sector de la sociedad. Existen ciertos estudios respecto a esta relación pero ninguno es capaz de poder explicar en su totalidad lo que para el fanático representa el futbol; el pasado sábado el país se paralizó a las 21:00 horas y después del silbatazo final en el Maracaná la algarabía se hizo presente en todas las calles del territorio argentino, la espera fue bastante larga y al fin terminó, Lionel Messi alzó el trofeo que los acreditaba como campeones de América.
La noche antes del gran partido hubo monumentos que se tapizaron con la imagen del capitán argentino: Messi, el país completo estaba a muerte con su jugador número diez, sabían que él sería el encargado de orquestar el triunfo de la Argentina, además de que ya era hora que el futbol le regresara algo de todo lo que el rosarino le ha entregado. Narradores, ex jugadores, periodistas, compañeros, argentinos o no estaban apoyando al astro del futbol mundial, era una sensación que pocas veces se ha percibido. Lo anterior muestra la necesidad de crear ídolos en la sociedad, admirar a alguien por lo que es y hace es algo que sucede frecuentemente en el futbol: el individuo se siente representado por una persona en específico, sabe que alguien más está haciendo eso con lo que alguna vez soñó. La estrella del Barcelona representa a cabalidad lo que significa ser un futbolista, profesional dentro y fuera de las canchas, talento derrochado a nivel mundial y quizá por esto es que la gente quería verlo campeonar con la albiceleste, por fin este sueño se volvió una realidad.
¿Qué une a un repartidor de comida con un trabajador de limpia? El futbol. Posterior al silbatazo final en Rio de Janeiro comenzaron a circular infinidad de fotografías y videos donde se visibilizaba la pasión del pueblo argentino. Un hombre que llevó comida a un departamento en Buenos Aires se quedó en la casa de quiénes solicitaron sus servicios para poder ver los minutos finales del partido; los encargados de recoger la basura en la capital salieron a recorrer las calles en su camión, cantando alegremente por el triunfo de su selección; ¿por qué sucedieron tales hechos? Parece ser que el narrador de TyC Sports, Rodolfo de Paoli tuvo la respuesta en su emotivo relato del pasado sábado: “¡Somos un país de fútbol, vivimos del fútbol, nos emocionamos con el fútbol!”, el corazón de Argentina late al ritmo de una pelota, y si juega la selección nacional todo se acelera, y más cuando sale campeón de un torneo continental después de casi treinta años sin serlo.
Fue el mismo Rodolfo de Paoli quién en la noche del sábado acuño una frase con bastante simbolismo: “Gracias futbol, gracias Diego, gracias Messi”, la triada perfecta para el hincha argentino, lo que dijo el relator es compartido por una gran mayoría de personas en la Argentina. El futbol parece estar por encima de cualquier cosa en la nación sudamericana, es el agente que maneja la vida diaria de una amplia mayoría de personas y tal situación no es para nada incómodo en la sociedad, al contrario, lo disfrutan bastante. El balón ha sido la llave para unir sectores que en el papel parecían estar totalmente separados, pero en ocasiones no siempre sucede esto y las distancias se incrementan por algunas muestras de violencia. Pero lo que sí es totalmente seguro es que las historias donde el futbol es el protagonista en Argentina nunca van a desaparecer, la lista ira en aumento conforme pasa el tiempo y siempre contarán con elementos mágicos y hasta irreales.
Rueda el balón, rueda la vida.