#Sexualidad
Esta es tu vida, donde el proyecto de vida tu eres el protagonista.
Dr. Juan Manuel Carvajal Blancas
Psicoterapeuta Humanista
Contacto: 9512262913
juanmanuel.carvajal@inperfecto.com.mx
En mi experiencia como psicoterapeuta, es constante recibir a más mujeres que a hombres, apesumbradas, emocionalmente desgastadas por los problemas de sus hijos(as), tanto jóvenes, como ya en edad adulta.
Mujeres que, con mayor frecuencia que los hombres, adultas maduras de más de 40 años, siendo madres, caen en una profunda desesperanza tras separarse de sus parejas, o con el miedo de que esto ocurra; o bien, ante la partida de sus hijos(as) del hogar, porque sienten que, en cualquiera de estos casos su vida ha dejado de tener sentido sin el mundo que imaginaron pleno en familia, “porque lo más importante para ellas, es su pareja, sus retoños, su familia…”
La cultura, la sociedad patriarcal con sus estereotipos de género, prepara a las mujeres desde niñas para servir a los demás, para cuidar muñecas, alimentar hijos y esposo, para sentirse culpables si dejan de hacerlo. Esto ya de por sí, representa una loza sobre los hombros de ellas, un lastre que les lleva a anularse a si mismas, porque hasta estudiar y prepararse para la vida, lo hacen pensando en otros, “en tener una familia y cuidar de ella” porque eso le hace, socialmente, ser mirada como “buena esposa”, “ejemplar madre”, “respetable mujer” “hermana solidaria”, “hija agradecida”, siempre en función de los otros, olvidándose de crecer en los proyectos propios, porque todo gira en torno a servir a los demás “y ya después, si hay tiempo, dinero, salud y la comprensión de la pareja, aprender algo para mí misma…”. Esto en el menos indigno de los casos.
Esperarte a que los hijos se marchen, para empezar a disfrutar tus proyectos personales y de tu vida de pareja, es uno de los errores más graves en que las personas caemos. ¿Porqué razón?
El proyecto personal y de pareja es necesario construirlo de forma paralela al familiar (en este último van los hijos). Jamás esperar a que ellos dejen el nido, porque si es así ¿qué te encontrarás? Seguramente una pareja de desconocidos que se dedicaron a la crianza y evitaron alimentar su vínculo. Por eso, muchas parejas cuando los hijos se marchan, se vuelven aprehensivos con ellos e invaden sus nuevos espacios; o terminan separándose porque ya no se gustan, ya no se disfrutan, ya no comparten experiencias en común.
Tres son los proyectos a cuidar cuando decidimos formar familia:
1. El proyecto de vida personal, que es el que tiene que ver con tu sentido de vida, con tus metas de crecimiento, de desarrollo, en el que el resto de la familia no se involucra o no depende de ellos. Aquí entra la vocación, la profesión , el negocio personal, las actividades deportivas, ocupacionales, recreativas, lúdicas, etc.
2.- El segundo proyecto es el de pareja: ¿Que plan tienes con quien has decidido compartir tu vida, que proyectos compartidos, que sueños de ambos que fortalezcan su relación y mantenga encendida la llama y el interés mutuo? Este proyecto deja al margen a los hijos, porque con ellos la crianza es temporal y con la pareja el camino seguirá su curso si se encuentra fortalecido el vínculo, si se dieron tiempo y espacio para disfrutar solos, para compartir intensamente su intimidad.
3.- El tercer proyecto es el familiar, este considera la crianza el cuidado, la educación, la protección, la guía. Es un proyecto temporal hasta que los hijos se independizan para vivir solos o deciden fundar su propia familia.
Y de los tres proyectos ¿Cual crees que es el más importante?
SIN DUDA ALGUNA EL PERSONAL, porqué tus hijos se irán y que bueno que así sea, que se independicen, que vuelen lejos, que vivan su experiencia, que construyan lejos de sus padres su destino.
La relación de pareja, por otra parte, puede acabarse, ya sea por muerte, por separación, por aburrimiento, etc. ¿Que te quedará entonces si es que durante todo ese tiempo de crianza, no hiciste algo por tu propio destino? ¿Que te queda cuando centraste tu vida en tus hijas(os) o en tu pareja?
Te quedará vivir, posiblemente de hijo en hijo, frustrada(o), terriblemente desolada(o) con la relación que tienes o de pareja en pareja, para seguir aferrándote a un sentido de vida puesto en alguien más, hasta que entiendas que, mientras carezcas de un proyecto propio, al que abraces y defiendas, seguirás creyendo que “tener” pareja, ser madre o padre, son lo mejor que te pudo haber sucedido. Y si así lo decides, ¡Felicidades! Solo evita quejarte por tus resultados. Afronta, enfrenta y asume.
Apoyarte en un profesional de la psicoterapia puede brindarte un acompañamiento cálido, comprensivo, favorable para clarificar tus propias metas y proyectos.
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