#InPerfecciones
Si señoras y señores, la Navidad llegó, seguro que la 4T celebrará a lo grande; el camino es largo y lo amargo de este fin de año será la tónica de la cuesta de enero.
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
Después de todo resultó inevitable regresar al “intrascendente” semáforo epidemiológico en color rojo, prolongar durante varias semanas el color naranja solo fue prolongar la agonía para negocios y ciudadanos que han tratado de sobrevivir económica y laboralmente ante los efectos de la pandemia que por increíble que parezca se ha subestimado todo el tiempo.
No, la situación no es buena bajo ninguna óptica, el escenario es sumamente preocupante porque los resultados de una gestión sumamente laxa van a golpear dolorosamente en el ánimo y los bolsillos de mucha gente; si bien el Presidente como parte de su discurso pide que se dejen los obsequios para otro momento, resulta que si, efectivamente los obsequios pasaran a segundo término pero no por una acción de conciencia sino por un “minúsculo” detalle, si, una de dos, o se compran obsequios o se compra comida, sin tomar en cuenta todos los servicios que deben pagarse, dicho sea de otra manera, sobrevivir será la prioridad para terminar este tremendo 2020.
Regresar al semáforo en rojo significa algo más que una emergencia sanitaria, significa la zozobra económica de muchos comerciantes y pequeñas empresas que no han recibido un solo estímulo fiscal o apoyo para sobrevivir, representa la zozobra para muchos desempleados que pasaran un muy triste fin de año, contraviniendo la eterna cantaleta del Presidente de ver por los que menos tienen; entre tanto los encargados de elaborar la estrategia sanitaria vacilan para tomar decisiones justificando y descalificando todo lo que resulte contrario a su narrativa, responsabilizando a la población civil o culpando a al periodo neoliberal o a los opositores, es decir, la 4T se encuentra encumbrada en la mediocridad que cuesta vidas, causa dolor e incertidumbre.
Si como se ha filtrado, resulta cierto que el Presidente López Obrador no le permitió a la Jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum declarar el semáforo rojo en el momento que era necesario, queda claro que el estatus político se priorizó sobre la salud, como se han priorizado los proyectos insignia, como se ha priorizado la campaña electoral rumbo al 2021. Desde luego que al Presidente le importa un cacahuate entender de lo que se trata la empatía o la resiliencia, estrictamente parecer un “imbécil funcional” no le incomoda en lo más mínimo mientras tenga o toda su grey de “imbéciles funcionales” trabajando horas extra para apuntalar su proyecto político.
Esta navidad el Presidente tendrá muchos motivos para brindar, tiene trabajo, tiene un muy buen sueldo, vive en un palacio, su mesa estará repleta de viandas, su proyecto político tiene y va sumando los sacrificios que todo maniático ególatra necesita para sustentar la transformación, tiene servidumbre –doméstica, política y militar-, en fin, teniendo todo eso ¿a quién le importa saber lo que significa empatía?. Si señoras y señores, la Navidad llegó, seguro que la 4T celebrará a lo grande; el camino es largo y lo amargo de este fin de año será la tónica de la cuesta de enero.
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