Editorial

El Cine Y Su Encanto (Parte 10)

#InPerfecciones
La tierra del sol naciente ha inspirado a cineastas de todo el mundo, y lo podemos ver reflejado al día de hoy.

 

 

Armando De La Torre García / @Armando_dltg_21
Spidermandelatorre1234@gmail.com

 

El cinematógrafo de los hermanos Lumiére fue llevado a Japón por la empresa Gaumont (Que era la productora más grande en los inicios del cinematógrafo). Y como en todos los lados, se empezó a capturar y proyectar la vida, los primeros cineastas trataban de capturar la cultura y las actividades más comunes como ir paseando o ver paseando a geishas.

Los espectadores nipones eran muy exigentes en el tiempo de duración de los filmes, lo que hacía que se proyectaran 3 para una sola presentación. En aquel entonces salían de ver obras con duración aproximada de 3 horas.

Las películas extranjeras eran narradas por benshis. Los benshis pasaron a ser una de los elementos más atractivos de la experiencia que brindaban los kabukis (lugar donde se presentaban las proyecciones).

Se podría decir que el primer género cinematográfico japonés fue el: “Jidai-Geki”, el cual se encargaba de relatar historias entre el 1603 y el 1868. Destacan las representaciones de samuráis.

La segunda generación de cineastas japoneses se formo en escuelas europeas, creando nuevas historias más frescas pero nunca olvidando sus orígenes. Para 1916 el cine japonés llego a Hollywood, haciendo destacar a Yasujiro Ozu.

Para 1930 el empleo de los benshis quedaría en el olvido, ya que el cine sonoro empezó a crecer y desarrollarse. Pero hubo más espacio para los guionistas.

El cine japonés tendría una enorme restricción para las proyecciones Hollywood, ya que se había instaurado un gobierno militar. Esto fue un golpe dura para la industria en aquel país, ya que estaban creando su propio estilo artístico con inspiraciones extranjeras y nacionales. Cuando Estados Unidos invadió Japón se prohibió la proyección de películas nacionales de 1945 a 1952, según los norteamericanos para que no se encienda su sentimiento nacionalista. Esto hizo que e produjeran nuevas y diferentes películas. Se censuraba cualquier filme que incluyera: feudalismo, sentimiento placentero por la guerra o la venganza.

En este periodo se crearon películas muy influyentes para Estados Unidos y películas que pasarían a ser de calidad mucho más alta, como Rashomon, Cuentos de la luna pálida, y la puerta del infierno (Que sería la primera películas en un idioma diferente al ingles en ganar un premio Oscar).

El imperio de los sentidos fue el filme que le dio un nuevo aire al cine japonés en el 76, la película fue tan fuerte que se tuvo que terminar de filmar en Francia. La película se proyecto en Japón 30 años después.

Con la película Gojira, Toho (Una de las más grandes productoras de cine japonés en aquel entonces) creó un nuevo género, enfocado en los kaiju, monstruos gigantes que aterrorizan a las ciudades. 

Había otras cinco grandes productoras en Japón en aquel entonces: Nikkatsu, Shochiku, Daiei, Toei, y Shin Toho. Se enfocaban en hacer cine porno, romántico y de acción.

El cine japonés en los 80’s se enfoco en mostrar una relación entre la naturaleza y los seres humanos, pero para los noventas esto cambiaria y empezarían a hacer películas enfocadas en ciudades futuristas, con exceso de población, y una cultura rebelde, lo podríamos llamar cyberpunk.

TOEI fue el principal apoyo para los creadores de Anime (las animaciones japonesas).

También se elevaría en alto el nombre de Hayao Miyazaki con: El viaje de Chihiro, la primera película japonesa en llevarse un Oscar a mejor animación. Hayao Miyazaki empezó trabajando en TOEI pero al crear Studi Ghibli tuvo la libertad de hacer todo lo que se le ocurriera.

El anime alcanzo unos niveles espectaculares, dándonos joyas como Ghost in the Shell, Akira y Space Cowboy. 

En la actualidad y desde sus inicios el cine japonés ha logrado crear el equilibrio de lo comercial y lo artístico.

#InPerfecto