Editorial

Cuentos para nutrir la reflexión

#InPerfecciones
Cuentos para nutrir la reflexión

“Y vivir de la mejor forma posible la crisis sanitaria que está empezando”

 


Theo laurendon, profesor del Centro de Estudios Sophia
theo.laurendon@inperfecto.com.mx

 

Esta semana les comparto dos cuentos zen (tradición budista japonesa) que en estos tiempos difíciles que están empezados nos pueden ser de gran utilidad. Hablan del poder de nuestra mente. Del poder del miedo también…Del poder de la actitud…¿Qué queremos vivir? ¿Cómo queremos vivirlo? Pues si bien las circunstancias no dependen de nosotros, la forma de enfocarlas y vivirlas depende completamente de nosotros.

 

La cuerda de la vida

Cuentan que un hombre que amaba las montañas, se estuvo preparando toda la vida para subir a la cima del Aconcagua. Cuando sintió que ya estaba listo, comenzó la expedición, pero quiso hacerla solo.

Comenzó a subir y a subir y el cielo se oscureció. Pero él deseaba llegar a la cima y siguió subiendo, sin descansar ni preparar ningún campamento base.

El sol se ocultó y el cielo se oscureció. No se veían ni estrellas, porque el cielo estaba cubierto de nubes. Así que en un momento dado, el montañero se escurrió y cayó por un precipicio.

El hombre cayó a gran velocidad y pensó que moriría. Por su mente comenzaron a pasar decenas de imágenes de todo lo que había vivido hasta el momento. Pero justo cuando ya llevaba un buen tramo cayendo en el vacío, un fuerte golpe le frenó en seco. Como montañero experimentado, había asegurado su ascenso con una cuerda y ahora esta le sostenía en el vacío.

Con un pequeño hilo de voz, y las manos congeladas por el frío, gritó:

– ¡Dios, ayúdame!

El hombre estaba rodeado por una intensa oscuridad y no podía ver lo que tenía alrededor. Para su gran sorpresa, una profunda voz le respondió:

– ¿De verdad crees en Mí? ¿Piensas que puedo ayudarte?

– ¿Eres Dios? ¡Claro que sí! ¡Ayúdame! ¡Confío en Ti!

– Entonces, corta la cuerda que te sostiene.

El hombre se quedó petrificado, en silencio, sin saber qué hacer….

Al día siguiente, con los primeros rayos de sol, unos montañistas descubrieron el cuerpo sin vida de aquel montañero, con las manos congeladas y aferradas con fuerza a una cuerda que le sostenía en vilo a menos de dos metros del suelo.

 

El poder del ejemplo y de la mente

 

Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo, Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Se es cruz, perderemos. El destino se revelará. Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. Después de la batalla, un teniente le dijo el general, “Nadie puede cambiar el destino”.
“Es verdad” contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente, que tenía cara en ambos lados.

El poder de la mente es prodigioso. Permite crear las mejores soluciones, las más bellas obras de arte,  los más grandes ingenios…o destruir todo lo que tenemos y somos. Nosotros elegimos como queremos usarla.

Que en estos tiempos difíciles que se vienen, podamos ser un ejemplo de calma, pues muchos nos van a necesitar.

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