#InPerfecciones
La visita de supervisión de Christine Lagarde para revisar que las recomendaciones neoliberales del FMI se estén implementando en México ha puesto muy contentos a todos… los políticos.
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
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El Fondo Monetario Internacional es una de esas organizaciones añejas, promotoras del capitalismo y el neoliberalismo por excelencia, conceptualmente ésta organización financiera tiene un peso específico importante en las economías llamadas emergentes ya que como buen prestamista obtiene de facto la autoridad para “sugerir” las técnicas económicas que los países deudores deben aplicar con el fin de realizar el pago puntual de intereses y todo lo que devenga.
Si bien el FMI representa una opción para los países que se encuentran en crisis, sin duda ante las condiciones que impone dicha organización financiera para reducir el déficit y el gasto público va más allá de cualquier orgullo nacionalista o patriotismo exacerbado que presume de la soberanía del estado ya que por motivos económicos bien sabemos que la dignidad deja de ser un concepto que enaltezca cualquier discurso político.
La crítica al FMI radica en que debido a las recomendaciones hechas e implementado en las economías emergentes, irremediablemente ha agudizado la brecha socio económica de países como México donde los recortes presupuestales sugeridos han sido el pan de cada administración que se ha puesto a las órdenes de aquel ente de corte neoliberal.
El discurso del Presidente Andrés Manuel López Obrador que anunció el final o la abolición del modelo neoliberal que ha agudizado el fenómeno de la pobreza en México resulta muy osado puesto que los acuerdos y compromisos no tienen manera de romperse sin una consecuencia que incida directamente en la economía nacional, y con la visita de Christine Lagarde que aplaudió las políticas económicas implementadas por la actual administración, lejos del discurso optimista que el gobierno emite para informar que se siente muy orgulloso de que la señora Lagarde les puso un diez y los felicitó por los esfuerzos en materia de combate a la pobreza, hay un dejo de contradicción en toda ésta parafernalia dentro del marco de la visita de la Directora Ejecutiva del FMI.
Es cierto que dentro del discurso de cualquier político las paradojas demagógicas suelen abundar, y no significa necesariamente que con la declaración de la abolición del modelo neoliberal en México se le haya declarado la guerra a todas las instituciones financieras que le ponen el rumbo de la economía al país, y ha quedado muy claro que la visita de Lagarde estratégicamente tiene un mensaje contundente donde la presencia de dicha entidad financiera viene a marcar su territorio en materia de injerencia financiera con “sonrisitas”, palmaditas en la espalda, lisonjas, y todo eso que pone contentos a los políticos y sobre todo muy tranquilos porque el “le jefa” no los regañó, al contrario los elogió por los recortes presupuestales, la lucha contra la corrupción y contra la pobreza etc. Habrá que preguntar a quien no puede acceder a sus medicamentos, o a un trabajo, o a una escuela si la visita de supervisión del FMI le deja muy tranquilo.