1968

EL TEATRO EN MÉXICO, LA EXPRESIÓN VIGENTE DE LA SOCIEDAD  Parte 1

1968 EL AÑO EN LA MEMORIA DE MÉXICO

El circo y la revista se daban la mano en espectáculos presentados bajo la lona de carpas itinerantes.

 

Carlos Rosas C.

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

En la práctica del teatro se distinguen nítidamente dos posiciones: la de quienes han intentado conservar una forma y concepción rígida, siguiendo los patrones establecidos por el teatro burgués, y la de quienes han buscado su transformación mediante la renovación creativa y la incorporación de todo tipo de prácticas, tanto las occidentales como aquellas relacionadas con el “México profundo”. Estimados InPerfectos, saludos a todos, conozcamos algo sobre la historia del teatro en México y como fue desarrollandose.

 

LOS INICIOS DEL TEATRO EN MÉXICO

 

En México, el alba del siglo XX vio la continuada popularidad del multifacético género chico, transplantado desde España por Enrique de Olavarría y Ferrari en 1869. El saínete y la zarzuela pronto asumieron contenidos y personajes netamente mexicanos, al mismo tiempo que se incorporaron plenamente por primera vez las peculiaridades lingüísticas nacionales.

 

 

Otras manifestaciones de orientación folklórica y política florecieron en el fervor nacionalista de la Revolución de 1910-19 que marcó la caída del dictador Porfirio Díaz. El teatro de revista, cuyos principales autores eran periodistas, informaba, entretenía y frecuentemente era censurado por su sátira mordaz contra personajes de la vida Pública.

 

El circo y la revista se daban la mano en espectáculos presentados bajo la lona de carpas itinerantes, mientras el Teatro el Murciélago se ocupaba en desplegar ante públicos capitalinos la riqueza de las danzas regionales.

 

 

Al triunfo del movimiento revolucionario, el naciente “Estado benefactor mexicano” se dio a la tarea de organizar a las instituciones que deberían servir a la sociedad para alcanzar la igualdad y justicia anunciada. El principal objetivo consistió en la unificación de la población como nación, siendo el mayor obstáculo las grandes diferencias culturales y económicas existentes.

 

 

Se pensó que la educación podría ser punta de lanza para elevar a un estadio superior a las masas marginadas urbanas y rurales, pero, más que educación, lo que a fin de cuentas se transmitió a través de distintos medios, entre ellos el “Teatro de los maestros rurales” o el “Teatro de Masas”, fue la ideología oficial y los conocimientos útiles al poder para satisfacer las demandas básicas y conservarse en el gobierno por más de setenta años. En 1929 la Secretaría de Educación Pública comenzó su larga tradición de patrocinio del teatro popular con el itinerante Teatro el Periquillo. En el alba del siglo XX el teatro por primera vez defendía y se dirigía al público campesino y al proletariado urbano, a la vez que las revistas atraían a un púbico heterogéneo proveniente de todas las capas sociales.

 

LOS EXPERIMENTOS

 

Durante las décadas de 1920 y 1930 varios movimientos de corta vida intentaron con éxito limitado, sobreponerse a modelos españoles todavía muy arraigados. En temporadas de dramaturgia mexicana se presentaban preocupaciones de la clase media y temas basados en la Revolución: la Unión de Autores Dramáticos, el Grupo de los Siete Autores, la Comedia Mexicana y el Teatro de Ahora (Mauricio Magdaleno y Juan Bustillo Oro).

 

La influencia de Piscator y Brecht hizo su primera aparición en México en el teatro épico-político de Bustillo Oro cuyo drama Justicia, S.A. (1933) retrataba los abusos de un sistema de justicia administrado por y para las clases dominantes.

 

El teatro experimental fue introducido en México en 1928 por el pionero Teatro Ulises. Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Celestino Gorostiza y Gilberto Owen montaban a autores norteamericanos y europeos traducidos por primera vez al español -O’Neill, Lord Dunsany, Vildrac y Cocteau- a la vez que experimentaban con técnicas contemporáneas de dirección e iluminación, además de escenografía y actuación.

 

 

Preocupaciones comerciales se subordinaban a consideraciones artísticas. Julio Bracho y los Escolares del Teatro introdujeron innovaciones en el teatro mexicano en su montaje de Proteo de Francisco Monterde (1931). Bracho también introdujo el teatro obrero y fundó en 1936 el Teatro Universitario en la Universidad Nacional Autónoma (UNAM).

 

 

El Teatro de Orientación (1932-38) fundado por Celestino Gorostiza, fue la culminación de los esfuerzos por adoptar técnicas teatrales contemporáneas de Europa. Grandes autores del repertorio universal así como los modernos, se montaban por primera vez en México traducidos al español: Sófocles, Shakespeare, Moliere, Chejov, Shaw, Synge, etc.

 

 

También se estrenaron obras de Villaurrutia {Parece mentirá) y de Gorostiza {Escuela del amor). El Teatro de Orientación fue el primer movimiento que logró crear un nuevo público intelectual para el teatro en México.

 

 

Estimados InPerfectos, continúen con nosotros la siguiente semana donde seguiremos conociendo más sobre el teatro en nuestro que sin duda se ha quedado para siempre en la Memoria de México.

 

#InPerfecto

 

FUENTE:

 

DESARROLLO Y FLORECIMIENTO DEL TEATRO MEXICANO: SIGLO XX

Donald H. FRISCHMANN

(Texas Christian University