#InPerfecciones
Y después de una carrera “intachable”, el Cordero del Senado anuncia su retiro de la vida pública-política, ¿quién lo va a extrañar mas? ¿sus cuates senadores o sus “cuates” panistas?.
Carlos Rosas C.
En verdad la añoranza me invade cuando veo noticias del flamante Ernesto Cordero, a mi mente viene su paso por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público manejando con excelsitud las finanzas nacionales durante el gobierno de Felipe Calderón que tantos bonitos recuerdos nos dejó también como la guerra contra el narco y su entrañable “haiga sido como haiga sido”, sin duda buenos tiempos del casi beato panismo.
Como olvidar aquel febrero de 2011 cuando el señor Cordero Arroyo en una declaración llena de sensibilidad y orgullo señaló… “Hay familias mexicanas que con ingresos de seis mil pesos al mes tienen crédito para una vivienda, tienen crédito para un coche, se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando colegiaturas” -contengan sus risas esto es cosa seria-.
Lo que no entiendo es como por aquella declaración no se ganó uno de esos premios a lo más destacado del año, sobre todo porque se notaba que en ese momento el Cordero del señor presidente Calderón ganaba esos seis mil pesotes, pagaba la renta, el teléfono y la luz y seguro que le sobraba cambio, cosa que es un mensaje lapidario para todas esas familias despilfarradoras inconscientes que seguro se la pasan gastando en frivolidades sus ingresos mensuales.
Afortunadamente el paso del tiempo se encargó de darle su premio para ir escalando en la escena política y convertirse en el gran presidente del Senado de la República donde ha hecho gala de protagonismo eficaz y que lo dotó de la claridad mental para hacer a un lado su filiación política y anteponer su envestidura al servicio de la nación cuando de manera crítica se le fue a la yugular al entonces candidato del coctelito “Por México al Frente” declarando que “Riquín Canallín” era un delincuente y debería estar en la cárcel al tiempo que presentó una denuncia en contra de Ricky por lavado de dinero y tráfico de influencias, cosa que le valió el vituperio y desaprobación total del panismo expulsándolo del paraíso y no era para menos sobre todo si también se había aventado la puntada de decir que le daría su voto en aquel momento a su sucesor en hacienda “Pepe Meade” porque le constaba su honestidad y capacidad; eso no es de dios, eso es alta traición. Y bueno ya ni como ayudarlo cuando señaló que Manuel Bartlett contaba con las credenciales necesarias para ocupar el cargo en CFE.
De verdad que lo extrañaremos ahora que anunció su retiro de la vida pública-política para dedicarse a dar clases, proyectos personales y seguramente a escribir sus memorias atascadas de reflexiones y anécdotas del Corderito que con seis mil pesitos nos enseñó que no solo de pan vive el hombre.
#InPerfecto