1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO
LA REVOLUCIÓN SEXUAL Y LA PENICILINA
Rosario Aguilar
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx
Hablar de la década de los sesentas, es como desmarañar una madeja de hilos y ns lleva a diferentes historias, la revolución sexual sin duda como lo hemos venido leyendo fue y es un parteaguas, todo va íntimamente unido, las pastillas anticonceptivas , de las mejores intenciones ya que tener relaciones sexuales, dejaban dos situaciones que eran delicadas, los nacimientos de bebés que en ese momento no eran deseados, y se convertía en una situación compleja, ya que al quebrantar las costumbres de una forma de vida donde la familia era importante y base de la Sociedad, pero que se le sometía a la represión, el rompimiento de aquella forma de vida y la segunda que ya era una preocupación mundial, Las enfermedades de transmisión sexual , sífilis y gonorrea que ya iniciaba a contar vidas .
Todo comenzó a finales de julio de 1928 cuando, antes de irse de vacaciones, Fleming dejó unas 50 placas inoculadas para que creciera una bacteria patógena, el estafilococo. A su regreso, el 3 de septiembre, en el desordenado laboratorio encontró una de esas placas contaminada con un moho. En lugar de tirar a la basura ese experimento fallido, la curiosidad de Fleming le impulsó a analizarlo. Observó que, alrededor del hongo, las colonias de estafilococos más cercanas a él estaban muertas, mientras que las más lejanas Inmediatamente, se percató de que el hongo, llamado Penicillium notatum, había liberado alguna sustancia bactericida, que Fleming bautizó como penicilina, solución a muchas males pero que dio paso a curar la salud de nuestros jóvenes rebeldes,
Las investigaciones arrojaban cifras existentes que pueden servir para analizar este cambio de moral sexual: los nacimientos “ilegítimos”, es decir, los partos entre mujeres solteras se disparan a partir de 1955. En esa misma fecha comienza a crecer de forma sostenida la proporción de embarazos entre menores de edad. Y unos pocos años más tarde se vuelve a multiplicar la incidencia de la gonorrea, coincidiendo con el amor libre que llegó con los hippies. Los diques que pretendían mantener el sexo dentro del matrimonio, ayudados por el temor a un contagio mortal, han saltado por los aires las influencias Y el pinchazo sanador de la penicilina había aportado su importante grano de arena; otra serendipia para Fleming.
Vivir este florecimiento de la sexualidad más allá de los límites de lo establecido que adelantó las teorías del amor libre que impactará años después y mostraría cómo la expansión del uso de la penicilina que combatía la amenaza de la sífilis y derribando de este modo uno de los mayores muros que separaban a la sociedad de la liberación sexual: el miedo a las enfermedades letales de transmisión sexual.
La sífilis se había convertido en una pandemia terrible pareciera una correlación directa entre pecado y castigo mortal, ideal para las mentes más conservadoras. Las estadísticas nós decían que 2,5 de cada 100 varones adultos que morían lo hacían por culpa de la sífilis, la incidencia de la sífilis era ya un problema global,
La teoría propuesta en este estudio “tiene todo el sentido” para la presidenta de la Federación Española de Sociedades en Sexología, Miren Larrazábal. “La relación del ser humano con la sexualidad siempre ha estado condicionada por el miedo a las enfermedades”, explica esta experta. “La sexualidad siempre ha implicado riesgos, pero cuando desaparecen se produce un efecto de péndulo que hace que la gente se relaje”, asegura Larrazábal, buscando un paralelismo con la incidencia del sida en la actualidad. “En la década de 1950, en cuanto triunfa la penicilina, se multiplican los embarazos no deseados y los casos de gonorrea; y se pedía practicar sexo seguro”,
La penicilina sirvió para separar sexo y enfermedad del mismo modo que la píldora desligó las relaciones sexuales de la procreación.Parece mentira que aún haya que recordar que el sexo tiene otras funciones, como reforzar vínculos emocionales, el placer, etc.. Las medicinas que se aplican a la sexualidad han provocado grandes y pequeñas revoluciones, y muchas veces ha sido por azares de la ciencia,y la temperatura de los sesentas se cuidaba con un poco de polvo de penicilina.
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