#Turismo
Atenea Sánchez.
atenea@inperfecto.com.mx
Querido lector.
He escuchado a muchas personas que, cuando piensa en viajar, viene a su mente, abordar un avión e irse a recorrer Europa, Asia, África, Sudamérica, sin embargo, la mejor opción para conocer algún lugar, es visitar y conocer primero tu país y no sólo porque es el lugar de tus raíces, también porque en nuestro caso, los lugares que lo conforman son majestuosos. México está rodeado de escenarios impactantes, su belleza paisajística, combinada con ecosistemas únicos y fenómenos naturales sorprendentes, es impresionante.
Los rincones de México, nos ofrecen una riqueza cultural basta, desde la arquitectura, tradiciones y costumbres de nuestros pueblos, gastronomía, grupos étnicos y áreas naturales sin igual.
A nivel mundial, México, está entre los primeros 5 lugares con mayor biodiversidad, ocupamos el 3er lugar en mamíferos y el 2do en reptiles, todo se debe a que gozamos de un clima envidiable al ubicarnos justo en la zona tropical, rodeados de mares y montañas, nuestra extensión territorial, nos hace merecedores del lugar número 14 en el mundo. Sin duda, México, es un país de las maravillas, una fantasía hecha realidad, un gran paraíso por conocer.
Sin mayor preámbulo y con gran entusiasmo, quiero presentarte nuestro especial de turismo: “Rincones de México”, cuyo propósito será mostrarte los más bellos lugares de nuestro país a través de los ojos y las vivencias de los que habitan esos increíbles sitios.
“LA AVENTURA DEL SANDBOARD EN SAN NICOLÁS”.
Roman Gilberto Sánchez.
Colaborador invitado.
Si un día visitas Hermosillo, la capital de mi estado, en Sonora y buscas alguna opción de aventura, probablemente quieras hacer algo diferente, te hablo de hacer sandboard.
A una hora de distancia rumbo a la costa, en la Bahía de Kino, se encuentra San Nicolás, una playa con dunas de hasta 120 metros de altura, ideal para practicar este deporte extremo. Antes de llegar, podrás recrearte en un bosque de centenarios sahuaros, y ¿por qué no? Hacerte unas buenas fotografías entre ellos.
El pasado domingo 20 de mayo, se conmemoró en todo el mundo, el día del sandboard y estuvimos allí, haciéndole el honor disfrutando de unas buenas deslizadas, pues bien, te cuento como estuvo el rollo.
Llegamos un día previo para poder acampar con la demás raza, como llegamos temprano, decidimos treparnos a la duna más alta, y así, poder admirar las vistas del mar Bermejo, ese, que un día Jacques Cousteau dijo, era el acuario del mundo. Si te gusta observar aves, podrás observar como atrapan sus presas las águilas pescadoras, ¡un verdadero espectáculo! Pues hay decenas de ellas allí.
Ya cayendo la tarde, armamos nuestras tiendas de campaña y nos dispusimos alrededor de la fogata, es normal que, en el desierto, de día haga mucho calor y por la noche se sienta frío. Alguien sacó su guitarra y lo buen cantante proliferó a medida que agarrábamos confianza con unas cervecitas. Al día siguiente, muy temprano nos levantamos para ganarle al sol, nuestros amigos, que fundaron una pequeña empresa de renta de tablas, amablemente nos instruyeron sus técnicas de deslizado, y prestaron las tablas a todo aquel que fuera a acompañarnos.
Al principio lo intentamos en dunas pequeñas y sin tanta pendiente, pero a medida que avanzábamos en la técnica, también avanzamos en alturas conquistadas, para esto, ya andabas todo empanizado, pues en este deporte el que no cae, no es real, y mezcla de sudor y arena, igual a empanizada segura. Aun así, nada desanimó nuestro mayor objetivo, descender de una duna de 120 metros de alto y 45 grados de pendiente, parece fácil, pero al estar allí, se ve impresionante para abajo. Después de un inocente abrazo de mi hija y decirme:
- “Por si no te vuelvo a ver, papi… Aviéntate”. Y todos reímos por la ocurrencia.
Nos lanzamos en picada los que habíamos agarrado más la onda, supuestamente, junto al instructor. Déjame decirte que esa adrenalina se siente bien” curada”, como decimos por acá, pues si te caes, seguro rodaras esos 120 metros como pelotita cuesta abajo. Al final, todo salió bien y también mi hija se lanzó desde arriba, pero sentada, lo cual, significa que es apto para niños y adultos. Después de esto puedes darte una merecida refrescada en la playa, son aguas claras y tranquilas, no querrás perdértelo.
Para llegar, a San Nicolás, es necesario que rentes algún vehículo o te acoples previamente con alguien con ese mismo interés, porque es una playa virgen y no hay transporte público.
Podrás rentar tu tabla previamente, hay diferentes y buenas opciones en Hermosillo, deberás comprar tus víveres, porque realmente es una playa virgen, no habrá nada más que tú, las dunas y el mar, pero lejos de que esto parezca negativo, es realmente disfrutable si vas bien preparado.
Esperamos que hayas disfrutado de esta primera relatoría, a cargo de Roman Gilberto Sánchez, originario de la Heroíca Caborca, actual residente de Hermosillo Sonora, un viajero de corazón, amante de la fotografía, los paisajes, la aventura y la caminata por su estado y todo México, por lo anterior, tengo el agrado de presentarles: “La aventura del sandboard en San Nicolás”, gracias por tu excelente contribución.
Si tú, como Roman, quieres contribuir con una reseña sobre algún rincón, festividad o dato curioso de tu estado, te invito a escribirme un correo electrónico.
¡Nos leemos en la próxima aventura!
#InPerfecto