#Editorial
Sairi Córdova
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El pasado viernes 16 de febrero el sismo de magnitud 7.2 fue percibido a las 17:39 horas en el centro del país con epicentro en Pinotepa Nacional, Oaxaca, posteriormente el lunes 19 de febrero a las 00:57 horas se registró otro sismo de 6.0 de magnitud según el reporte preliminar de igual manera con epicentro en Pinotepa Nacional.
Ante estos fenómenos, la gente ha entrado en una histeria colectiva que no le permite desempeñarse de la mejor manera.
El síndrome de estrés postraumático es un conjunto de síntomas que casi siempre se presentan juntos después de una experiencia traumática, como los pasados sismos.
Algunas personas pueden sentirse estresadas y temerosas ante el miedo que se repita y si no reciben tratamiento, llegan a perder el deseo de trabajar y convivir y, en ocasiones, recurren al alcohol o las drogas.
El estrés postraumático por los sismos, podría afectar al 20% de quienes los vivieron, éste daño psicológico podría alcanzar hasta 20 años sin reversión, en caso de no atenderse.
Los especialistas aconsejan que en la primera etapa del estrés postraumático los afectados deben dejar que su organismo descanse.
El sueño fisiológico es el antídoto contra esta sensación, y aunque mucha gente sufre alteraciones a la hora de dormir, es importante que intente descansar porque eso permite al organismo recuperarse y resistir los síntomas del síndrome.
De igual manera se recomienda “ayunar” de noticias, ya que si bien es importante estar informado, en ciertos casos los recuerdos del temblor afectan emocionalmente e impiden una pronta recuperación.
Finalmente, es importante mantener las redes de apoyo social, estar cerca de amigos y familiares pues mientras más se sientan apoyados, les ayuda a mantenerse en un estado de serenidad.
Así que a ayudarnos todos para que los efectos desaparezcan cuanto antes.
