Editorial

NADA DE JUGAR CON BALÓN AJENO

 

 

#InPerfecciones

 

Y que se nos enoja la señora Polevnski con el “Cuauh”, eso de andar queriendo hacer la “cuauhteminha” al partido no es moralmente correcto, para eso debe pedirse anuencia de la dirigencia.

 

           Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Que lejano se encuentra ya aquel mundial en Francia 1998 y aquel partido de fase de grupos en el que la selección mexicana se enfrentó al combinado de Corea del sur, Cuauhtémoc Blanco ante el asedio de dos jugadores asiáticos hace gala de ingenio –el ingenio mexicano- y los supera con lo que a la postre sería bautizada como la “cuauhteminha”. ¿Quién se iba a imaginar que veinte años después este personaje de claroscuros futbolísticos y personales agregaría a su lista de desaguisados la osadía de no solo ser político, sino de llegar a gobernador de Morelos?.

 

El ex futbolista ha pasado por un camino pedregoso durante su carrera política en la que ha sido criticado –con justa razón- por sus formas políticamente incorrectas que le han dejado la tilde de ignorante e incapaz y hasta vulgar para cualquier puesto de índole política, aspecto que entre risas e indignación le generó críticas mordaces a la dirigencia de Morena al cobijarlo en su seno para ser postulado para gobernador del estado de Morelos.

 

De hecho resulta divertido traspolar el ejercicio de la política a un escenario futbolero porque también en política se hacen cambios de jugador, pases en corto, tiros de media y larga distancia, salida en bloque, cámara húngara, y bailes en el área chica, y como no, hasta penales y muerte súbita, cosa que le parece para nada conveniente a la dirigente nacional de Morena Yeidckol Polevnsky porque vaya que se enchiló porque el ex representante del ahora gobernador electo de Morelos ha transgredido los “principios” morales del partido endulzando el oído a 8 diputados de Morena para convencerlos de cambiarse de equipo y ponerse la playera del PES ofreciéndoles obra y hasta dinero –que cochinada, eso no se hace en política-, ¿acaso no confía Yeidckol en la solidez moral de los integrantes de Morena?

 

El caso es que la señora Polevnsky y Cuauhtémoc Blanco se enfrascaron en una cámara húngara de declaraciones donde la dirigente nacional de Morena no pudo ocultar su molestia ante la práctica “desleal” de Blanco y su ex representante porque eso de manejar la política como si fuera fútbol no es de gente seria, es casi de traidores, justo como los comodinos del Verde Ecologista con los que Morena negoció su adscripción para lograr la mayoría en la cámara y por la cual Polevnski no retobó ni hizo gestos porque claro que no es lo mismo que le toquen la puerta a que le toquen las golondrinas, sobre todo cuando el discurso con el que se han llenado la boca ha sido para hacer alarde  sobre la moral y la ética que el partido presume.

 

Resulta que entre correligionarios se andan haciendo la “malobra” y la misma dirigente de partido ha salido a regañar a los desobedientes que no han entendido que las cosas se hacen de manera discreta, no vayan a pensar los demás que al final del día son igualitos a los que siempre criticaron.

 

#InPerfecto