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Ezequiel Domínguez Urbina, nos platicó acerca de su trayectoria profesional en el fútbol.
Angel Rogelio Ledesma Cotero / @APilot95_
angel.ledesma@inperfecto.com.mx
Ezequiel Domínguez Urbina, nos platicó acerca de su trayectoria profesional en el fútbol.
Ezequiel Domínguez Urbina, es director técnico de fútbol profesional, fue futbolista profesional y actualmente es intermediario de futbolistas en la Academia de Fútbol Tigres México SEDENA Huizachal, que está ubicado en el Deportivo Héroes de la Revolución, en Naucalpan, Estado de México.
Inicio de la pasión por el fútbol
“Tuve una familia llena de deportistas, mi papá en sus inicios le encantaba mucho el boxeo; entonces él desde niño me orilló más al área de deportes”.
“Mi hermano Israel, cuando era niño, él empezaba a entrenar a niñas y niños, y tuve la fortuna de que cuando él empezó a dirigir, comenzó a hacer selectivos, la mayoría de sus selectivos daba la edad donde estaba yo”.
“Entonces desde ahí empezó la pasión, una por el deporte por parte de mi papá, y dos por el fútbol por parte de mi hermano Israel”.
Israel fue prácticamente quien formó a Ezequiel desde niño, desde los 6 hasta los 15 años, él fue la persona encargada de su formación tanto futbolísticamente, así como personal.
Formación
“Una vez terminando el bachillerato, yo me fui a vivir a Pachuca; estuve en la parte de la Tercera División y la Sub-17. En ese trayecto entre Sub-17 y Tercera División, obviamente te hacen estudiar algo, entonces me metí ahí para hacer el curso de director técnico en la Universidad del Fútbol. No logré terminarlo ahí porque me tuve que ir a Veracruz, igual por el fútbol profesional. Es ahí donde empecé a hacer diferentes cursos, tanto jugando como futbolista profesional, así como cursos de director técnico, de fútbol base en diferentes etapas. De regreso, coincido con mi hermano quien estaba haciendo un curso de gestor de director deportivo en la Universidad del Fútbol, para terminar así mi formación como director técnico de fútbol base en la Universidad del Fútbol”.
“Yo desde los 15-16 años, estaba junto con mi hermano quien tenía la Academia de Atlante Tecamachalco; yo era futbolista profesional en ese entonces de la Tercera y Segunda División de Tecamachalco, tenía la edad para jugar en las dos categorías. Pero él me hacía la invitación para entrenar con ellos, para poder foguearme, darme la idea de cómo entrenar, cómo empezar, toda la formación de los niños, las metodologías de entrenamiento. Hasta que ya a los 19 años, ya yo empecé formalmente a trabajar; esto fue en Jaguares de Chiapas con la categoría Sub-13 en las Fuerzas Básicas, estuve medio torneo y después de ahí es cuando me fui a Orizaba con la Academia de Atlante Orizaba”.
Trayectoria como futbolista profesional
“Son muchísimos recuerdos, muchísimas anécdotas que gracias al fútbol y como jugador, he tenido esa dicha, tanto de entrenadores muy buenos, entrenadores que hoy dirigen en Primera División, Selecciones Nacionales, jugadores; tengo muchas amistades que se mantienen jugando fútbol tanto en Primera División como en Liga de Expansión, segundas divisiones; entonces, más que recuerdos me deja muy buenas amistades y creo que de ahí parte lo que hoy me dedico tanto para la Academia, así como también independientemente”.
Todo nació a los 6 años, cuando su hermano Israel lo invitó a formar parte de su centro de formación. Su hermano siguió estudiando, se fue a la carrera de director técnico en el ENDIT, y lo invitaron a formar parte del cuerpo técnico de las categorías del ‘Ruso’ Daniel Brailovsky. Fue ahí donde su hermano lo llevó por primera vez a estar en una escuela de fútbol, una academia con entrenadores capacitados, entrenadores que estaban estudiando en el ENDIT.
Ezequiel entró a la categoría de uno o dos años mayores que él, donde estuvo un año trabajando y entrenando. “Es un poco complicado pasar de jugar en canchitas en diferentes lugares, a ya algo realmente formativo, competitivo; entonces todavía me gustó mucho más el hecho de la responsabilidad, tanto académicamente porque te hacían estudiar, así como la responsabilidad en todo sentido, desde llegar temprano, la puntualidad, el respetar a tu compañero, respetar el fútbol; entonces se me hizo una disciplina y me gustó”.
Cuando Israel tuvo la fortuna de dirigir en la Tercera División, Ezequiel se mantuvo en la academia, haciendo un traslado solito de dos horas aproximadamente, a los 11-12 años, desde su casa hasta Atizapán. “Lo hacía más que nada por gusto”.
“También contaba con que mi papá me apoyaba bastante, cuando no le tocaba trabajar, contaba con que me llevaba él y lo disfrutábamos en familia. Tengo muchas anécdotas de esa etapa donde mi papá clásico lleva su banquito, lleva sus palomitas hechas en casa en una bolsita, mi mamá gritando y apoyándome; entonces me da esa nostalgia de que siempre estuvieron ahí apoyándome en buenos y malos momentos desde niño”.
Una vez concluido el proceso en la academia de Daniel Brailovsky, Ezequiel empezó a jugar ahí mismo en la Cuarta División, la cual no era aún un tema profesional, sino un tema amateur, pero ya competía contra chicos más grandes de tres o cuatro años mayores; obviamente el fogueó empezó a cambiar.
En esa transición entre la academia y la Cuarta División, su hermano Israel ya estaba en la Tercera División dirigiendo al Club de Fútbol Pato Baeza en Texcoco; y en los tiempos donde se hacían pretemporadas, “a mí me gustaba entrenar, entonces yo era de los que iba y entrenaba, aunque no fueran equipos entrenaba con ellos, me daban permiso de estar entrenando con ellos tanto en la parte física como tácticamente”.
“Recuerdo mucho que cuando estaba entrenando, yo todavía era un año menor para jugar en Tercera División, siempre estuve jugando con mayores, desde niño hasta que terminé mi carrera como futbolista, siempre estuve jugando con mayores. Yo tenía 14 años y el mayor tenía 20 años, entonces sí había una diferencia tanto de edad como física; pero yo me divertía muchísimo”.
“Y el director que era Pato Baeza, papá, se acerca a mí y me empieza a preguntar datos, información, que quién era yo y él no sabía que era hermano de Israel”.
Pato Baeza le dijo a Ezequiel que trajera sus papeles y a partir de ahí es cuando empezó su etapa como profesional. Lo registraron a mitad del torneo siendo un año menor, sin embargo, no tuvo los minutos que él quería porque obviamente la competencia es completamente diferente a una Cuarta División. Pero empezó a ganarse su lugar y jugó algunos minutos. “Yo tenía que ganarme mi lugar para jugar, tuve pocos minutos, pero sí la fortuna de empezar a debutar en Tercera División”.
“Concluye esa etapa, obviamente a mí me quedaba muy lejos ir a Texcoco y se da la oportunidad de entrar en Atlante Tecamachalco”.
Cuando entró Ezequiel, hizo visorias contra muchos jugadores, afortunadamente se quedó, pero no tenía la noción de en qué equipo estaba parado. “Yo hice la visoria porque realmente estaba cerca de mi casa, el club te apoya con diferentes razones, como económicas, vestimenta y demás”.
Entonces, fue en el 2010 cuando registraron a Ezequiel y se empezó a hacer la idea de en qué equipo estaba; “estaba jugando con las inferiores de Atlante”.
Su director técnico en aquel momento fue Horacio Moreno, quien actualmente es auxiliar técnico de Mario García en Atlante.
Ezequiel comenzó a entrenar con la Segunda División de Atlante; empezó a jugar, a tener minutos cuando tenía 15 años, es decir que era el menor de Tercera y entrenaba con los de Segunda División.
“Mi idea ya era jugar grande, ya no quería estar en tercera, sino ya me gustaba jugar en segunda y entrenar con ellos, hacer interescuadras con ellos”.
En ese momento disputó partidos de exhibición en el Neza 86’, contra el primer equipo de Atlante. Y a partir de ahí, ya empezó la etapa totalmente profesional.
“En casa no me dejaban jugar en otros lugares, pero no faltaba que me escapaba a jugar la clásica reta, pero mis papás se enojaban muchísimo, me regañaban porque me decían que me cuidara, que si me gustaba el deporte tenía que cuidarme”.
“Entonces, ya empiezo a ver toda mi carrera como profesional y es ahí donde ya empiezo a agarrar, a ya no saltarle”.
Ezequiel tuvo la fortuna de ser visto por visores de la Selección Nacional, en la categoría Sub-15. Lo llamaron, sin embargo, “siendo sincero nunca jugué en la Selección, pero estuve dentro dé; también estuve dentro del proceso de la selección campeona del Mundo en el 2011 con el ‘Potro’ Gutiérrez. Obviamente estamos hablando de que yo jugaba en Tercera-Segunda División y obviamente no le iba a quitar el lugar nunca a Carlos Fierro, que ya tenía su lugar en Chivas, a Espericueta, a Julio Gómez, a ‘Ponchito’ González; eran jugadores que permanecían ya como un club, como una Sub-17, para alguien venía de una Tercera División”.
Después de eso, Ezequiel se fue medio torneo a la Tercera División del Club América filial, donde afortunadamente le fue muy bien jugando en la posición de medio volante, detrás de los delanteros y a veces de delantero.
“Yo soy muy chaparrito, mido 1.70 en comparación a los futbolistas que hoy en día no bajan del 1.80, 1.75; entonces competir contra defensas de 1.80 muy fuertes, era complicado, pero en ese torneo me fue muy bien; en 13 partidos que jugué marqué 8 o 9 goles, entonces para mi estatura y para la posición en la que jugaba, era el goleador del equipo”.
De ahí, lo volvieron a llamar de Tecamachalco para regresar. “En esa transición, estamos hablando de julio a diciembre, en diciembre me invitaron a participar en un Fut Lab, un evento en el Estadio Azteca donde evalúan todo lo futbolístico y lo físico, y al final de los 500 participantes que fueron, los primeros 22 jugadores hacían un partido en el Estadio Azteca y había un premio para el primer lugar, que era una ida a un equipo de Estados Unidos”.
“Pues voy, empiezo a hacer las pruebas y resulta que quedo en el lugar 22 de 500, es decir rallando entro al partido de los 22, y de esos 22 quedo en el segundo lugar”.
“En ese partido en verdad siento que jugué muy bien, me fue muy bien, y estaba de visor Pato Baeza, quien ya me conocía, y me manda a Pumas con la Sub-16”.
Entonces, Ezequiel empezó a ir a cantera con Pumas en la Sub-16. “Ahí, cuando me invitaron a participar a Tecamachalco, yo ya había vivido lo que era entrenar con la segunda, jugar la terca; entonces tenía que decidir si me quedaba en Pumas o me iba a Tecamachalco. Yo creo ese fue uno de los pequeños o grandísimos errores que tuve como futbolista, donde yo no quería quedarme en Pumas porque en la Sub-16 todos eran de mi edad, y yo estaba acostumbrado a jugar con mayores, por lo que me fui a Tecamachalco”.
Cuando estuvo en Pumas, se encontró con futbolistas como: Omar Islas, quien actualmente juega en la Liga de Expansión con Morelia, o a Jesús Gallardo quien es futbolista de los Rayados del Monterrey. “El hubiera no existe, pero yo creo que si me hubiera quedado ahí en Pumas, yo estaría ahorita a lo mejor jugando en la Liga de Expansión o en Primera División. Son lecciones que te da la vida con el tiempo”.
En ese sentido, Ezequiel regresó a Tecamachalco y terminó ahí la segunda parte del torneo. “Es cuando me voy a Pachuca gracias a mi hermano, quien también me llevó a visorias a Pachuca; me escogieron ahí el profesor José Viay y el hijo de Hans Westerhof, y me dan la opción de quedarme en Sub-17 y en Tercera División del Club Pachuca”.
La camada en la que Ezequiel estuvo tiene nombres más que conocidos, futbolistas muy talentosos como, por ejemplo: Hirving ‘El Chucky’ Lozano, el ‘Guti’ Gutiérrez, Rodolfo Pizarro. “Fue una camada que salió muy buena y no por menos están en Europa”.
“En ese tiempo jugué en la Tercera División del Club Pachuca, también no me fue nada mal; jugué la mayoría de los partidos de toda la temporada. Y es cuando hay oportunidad de irme a Veracruz con la Tercera y la Segunda División de Orizaba; y como era también filial del grupo del deportivo Veracruz, tenía la opción de jugar en Sub-20 y hasta en Primera División”.
“Decido irme a Veracruz, estoy por allá me parece que 2 años, juego tercera, juego segunda, entreno con la Sub-20, entreno con el primer equipo de Veracruz; en ese entonces el equipo de Veracruz era dirigido por Carlos Reinoso y había jugadores como Ángel Reyna, como entrenador de porteros estaba Hernán Cristante, de portero Édgar Melitón, Oscar Mascorro, Cristian Llama, Cristian Borja. Había buenos futbolistas en Veracruz”.
“Y en la Segunda División el que dirigía era Carlos Reynoso junior, en Tercera División dirigía el profe Martín Pérez Padrón y también Leoncio Huerta, que ellos eran con los que llegué de inicio y después ya para dar el brinco”.
“Estuve ahí en ese fogueo entrenando tanto con Primera División, como Sub-20, con la Segunda División y jugando en segunda. Empieza toda esa transición de que no me pagan, de que no estamos bien y es ahí donde termino mi carrera como futbolista profesional a los 18-19 años, y empiezo la carrera de director técnico”.