#Sexualidad
Requerimos educar de manera diferente a niñas y niños desde el inicio para compartir responsabilidades…
Dr. Juan Manuel Carvajal
Juanmanuel.carvajal@inperfecto.com.mx
Lo justo es compartir la responsabilidad de crianza por acuerdo legal y repartir la guarda y custodia de los hijos, cuando hay mas de uno. No obstante, en nuestra cultura, desde la niñez el adoctrinamiento es que la mujer se prepare para asumir la la maternidad como tarea de toda su vida. El Hombre en cambio, para la aventura y el trabajo. Basta mirar los regalos y juguetes asignados para uno y otro género.
Los primeros años de vida de los hijos es mayor la necesidad, el impacto y la presencia que la madre tiene, sin embargo a partir de los 6 ya pueden repartir crianza.
El problema es que para las mujeres, soltar a los hijos les duele un ovario y la mitad del otro, debido al peso social y cultural que enjuicia el hecho de que una madre no tenga a su lado a sus hijos. Expresiones como “Una verdadera madre jamás deja ni cede a sus hijos…”, “ni una perra los abandona” (porque ceder la crianza, socialmente equivale en la mujer a “abandonar”); “¿Cómo vas a permitir que otra mujer (la nueva pareja) se acerque a tus hijos…”; “¡Tus hijos son tuyos porque a ti te dolieron..”; “¿Cómo vas a cederle a él a tu hija(o)? ¿acaso no te duele?…”
Y así, una lista interminable de creencias que hacen de la crianza una obligación social femenina.
Requerimos educar de manera diferente a niñas y niños desde el inicio para compartir responsabilidades y para que, llegado el momento de una separación se comparta el papel de la crianza por acuerdo consciente y no “en automático” asignarlo a la madre sólo “porque ella parió a las pobres criaturas”.
Es imposible que una mujer se supere y prospere en su desarrollo personal, cuando lleva a cuestas la labor de crianza y el progenitor sólo es “Papá Disney” para diversión de fines de semana (en el mejor de los casos).
Es una falacia hablar de igualdad de oportunidades y equidad, cuando todo el peso de la crianza, en la mayor parte de casos, recae en ellas, durante el matrimonio y tras las separaciones.
Acudir a psicoterapia despierta la consciencia y fortalece el amor propio, para hacer valer el derecho de crecer de forma equitativa con responsabilidades compartidas.
Dr. Juan Manuel Carvajal Blancas
Doctor en psicología y
Psicoterapeuta Humanista
Contacto: 951 226 29 13