#InPerfecciones
Hace una semana la CDMX fue el punto de encuentro entre Gianni Infantino, actual dirigente de la FIFA, y personalidades mediáticas y fuertes para la vida nacional: AMLO, Emilio Azcárraga y Yon de Luisa.
Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx
Encontrarse con el otro siempre suele ser una buena idea, este acto es el inicio de la vida en comunidad a la cual están destinados todos los seres sociales; a menos que se sea una bestia o Dios. Cada encuentro cuenta con sus particularidades que hacen de éste un momento totalmente único e inigualable, las compañías son quienes marcan la pauta para poder contar con un instante agradable y placentero. Dialogar y comunicar son dos actividades vitales a la hora de posicionarse frente al otro, recurriendo a un mundo ideal se piensa que todo fluiría de mejor manera si todos los involucrados se dan cita al acto; pero no siempre suele ocurrir así y es aquí donde toda la magia se derrumba.
Diariamente se tejen miles de conversaciones, algunas más mediáticas que otras pero siempre se transmite un mensaje, existe la intencionalidad de compartir y generar conocimientos. Los recintos condicionan la plática que está por comenzar, hay una especie de efectos de lugar, los diálogos se emiten de manera diferente dependiendo el contexto donde se desarrollen; esta semana ocurrieron un par de estos hechos en la Ciudad de México, en el Palacio Nacional y Estadio Azteca para ser más precisos. El principal protagonista fue el hombre que tiene en sus manos el rumbo del futbol a nivel mundial, el presidente de la FIFA Gianni Infantino, quién pisó tierra azteca con la intención de velar por los intereses de su negocio.
En el recinto ubicado en la capital del país, Infantino fue recibido por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. ¿Qué se pudo haber dicho en esta reunión? Fiel a su costumbre, como un escudo humano Marcelo Ebrard canciller de Relaciones Exteriores salió a ser el portavoz de AMLO y ofreció pormenores de la conversación, el tema que acaparó este momento es uno solo: Copa Mundial de la FIFA 2026. El país azteca será “sede” de un nuevo mundial y resulta lógico esta visita para conocer detalles en cuanto a la preparación y organización; ambos dirigentes se mostraron alegres, complacientes y cordiales; al menos eso se pudo observar en las fotografías oficiales. El presidente de México volvió a utilizar el Deporte como una herramienta a modo para su 4T, él mencionó que hará todo lo que esté en sus manos para fomentar la alegría de la gente ocasionada por un nuevo Mundial, aunque para ese año ya no estará dictando órdenes desde Palacio Nacional.
Unas horas después, Gianni aterrizó en el mítico ‘Coloso de Santa Úrsula’ y al parecer se volvió a cumplir esa máxima que habla sobre quedarse frío cuando se conoce por primera vez el Estadio Azteca. Infantino había estado en un acto con representantes del ámbito público, ahora era el turno de la iniciativa privada de aparecer, y los indicados casi hasta por naturaleza fueron Yon de Luisa, por parte de la FEMEXFUT, y Emilio Azcárraga representando a grupo TELEVISA y al Club América. El presidente de las águilas le abrió su casa al mandamás de la FIFA, dichos personajes proyectaron estar cómodos pisando la grama del recinto y su sonrisa podría ser el reflejo de que solo faltan afinar pequeños detalles para volver a vestir de gala al único inmueble que ha visto campeones del mundo a Pelé y Diego Armando Maradona.
Las visitas suelen ser un acto que va más allá de la cortesía, y este caso no es la excepción. Hay una fuerte carga simbólica cuando el dirigente de la FIFA es recibido por el presidente de México en Palacio Nacional, una demostración más entre la Política y el Futbol, dicha relación se ha venido fraguando desde hace ya varios años pero aún existen escépticos que prefieren hacer caso omiso. Aunque López Obrador prefiera el arte del macaneo, una Copa Mundial de Futbol no le parece un evento desagradable y al parecer está en la disposición de brindar todas las facilidades para que la magia alrededor del balón haga lo suyo sin importar que haya sectores afectados.
Algo que llamó la atención fue la afirmación de las remodelaciones a las que será sometido el estadio ubicado al sur de la CDMX, las cuales traerán repercusiones bastante considerables para los y las vecinas que viven en las zonas aledañas. Existe una resistencia que está en contra del ‘Megaproyecto Estadio Azteca’ porque a todas luces los menos favorecidos serán quienes sufran más las consecuencias, su grito de protesta parece ahogarse en las manos de muy pocos, los únicos que obtendrán beneficios de las nuevas adecuaciones al ‘Coloso de Santa Úrsula’.
Las élites vuelven a ser las protagonistas, acaparan espacios y deciden el rumbo que debe tomar la vida de una mayoría. Las pláticas siguen su cauce sin importar que haya actores principales que no estén presentes, aunque su ausencia no es por elección sino simplemente no fueron requeridos a pesar de cobrar un papel fundamental en este tipo de luchas.
Rueda el balón, rueda la vida.