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Utu o Shamash, uno de los dioses más conocidos del mundo antiguo pues su nombre aparece en el Código de Hammurabi pero ¿Quién era el Dios del Sol, la Justicia y el Inframundo?
Marto GoAg / @MartoGoAg
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El Sol, uno de los fenómenos astronómicos más llamativos de todo el universo, aunque técnicamente es una estrella nosotros lo llamamos sol, pero a lo largo de la historia ha recibido varios nombres y es gracias a nuestra cercanía con esta entidad cósmica que podemos vivir, por las cuales las plantas pueden existir, sencillamente el Sol a pesar de ser una bola incandescente que pende sobre nuestras cabezas, su poder y su importancia es innegable.
Ciertamente las civilizaciones antiguas tambien reconocian este poder, y si bien, probablemente no llegarán a comprender científicamente cómo funcionaba el Sol, comprendían su importancia, su belleza, y sobretodo su poder, pues no era necesario una investigación astronomía para saber que nuestra vida pende de un hilo, y no es casualidad de que todas estas civilizaciones concibieran a los llamados Dioses Solares, entidades que representan el absurdo poder e importancia de este astro, y en Sumeria ¿Quien era?
Como ya vimos en notas anteriores, Sumeria representaba no sólo ideas o fenómenos naturales como Dioses, si no que el mismo Sol era un dios para ellos. Utu para los Sumerios, Shamash para los acadios y los mesopotámicos, era el nombre del Dios del Sol, de la justicia, del inframundo, protector de los humanos y uno de los dioses más importantes.
Así como existieron triadas de deidades en diferentes cosmovisiones, en Sumeria existeron varias triadas, una de las principales eran An, Enki y Enlil, mientras que otras de las más importantes eran Nanna, dios de la Luna; Inanna, diosa del planeta Venus y Utu, dios del Sol, podemos ver que esta triada compartían el hecho de que eran deidades relacionadas con planetas, a diferencia de An, Enki y Enlil, los cuales eran el señor de los cielos, de las tormentas y de las aguas, respectivamente, los cuales eran dioses más relacionados con la naturaleza.
Por si fuera poco, podemos notar que tanto Innana, como Nanna y Utu eran dioses que representaban ideas, ya vimos que Innana es la diosa del amor, mientras que Nanna representaba la astrología y la sabiduría, y en el caso de Utu, era considerado el dios de la justicia, de los oráculos y el protector de los humanos, tanto es así que en una de sus diferentes interpretaciones, como Shamash apareció citado en el Código de Hammurabi, el cual es uno de los conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado y conservado hasta este momento, creado en la antigua Mesopotamia.
En dicho escrito se proclama a Marduk o Shamash como dios supremo del panteón académico y mesopotamico, pues Shamash fue el encargado de entregar este conjunto de leyes al rey de Hammurabi.
Ciertamente la concepción de este dios varía dependiendo de la región, pues en algunos lugares se le consideraba como el hijo de An, mientras que en otras cosmovisiones era el hijo de Enlil, y durante el periodo sumerio era considerado el hijo de Nannar (Dios de la Luna) y Ningal (La Diosa de las Cañas, también era una diosa lunar), siendo hermano de Inanna e Iskur.
Si bien, Utu fue uno de los dioses más importantes, fue hasta el periodo académico, que fue considerado junto con Nanna e Inanna miembro de la “Tríada de dioses con relaciones celestes”.
La concepción que se tiene sobre Utu es muy interesante, pues este dios no era el Sol como tal, él era el responsable de asegurar que el Sol tomara su camino diario a través del cielo, teniendo la habilidad de poder ver todo lo que sucedía en el mundo durante el día, por lo cual este dios no podía ser engañado, y debido a esto se le atribuyó como el dios de la verdad y la justicia, siendo el juez perfecto de hombres y dioses.
En los textos del I milenio a.C. se encuentra un himno dedicado a Shamash, en el cual todas las noches se acostaba por el oeste para volver sobre sus pasos en la noche para levantarse por el este, esto lo hacía pues como dios del Sol, tenía un carruaje tirado por mulas de fuego a su disposición, con el cual podía entrar y salir del inframundo, puertas que fueron citadas en el poema de Gilgamesh, que se encontraban en el monte Mashu. Y debido a que Utu tenia la habilidad de entrar y salir del inframundo, por las noches se convirtió en el juez del inframundo, e igualmente el dios de este lugar.
Utu era representado de diferentes maneras, siendo una circunferencia solar, un sol de ocho puntas la mas conocida, también era representado como un hombre en llamas, lo cual es una manera bastante particular de representar a un dios en la mitología sumeria, pues los dioses no eran representados como humanos, y una de sus últimas formas con las que era representado era con una balanza, siendo un símbolo de justicia incluso hasta nuestros días, y probablemente le debamos este significado tanto a Utu como a los Sumerios.
Utu era un dios muy cercano a los humanos, y a diferencia de otros dioses los cuales eran retratados como caprichosos, hedonistas y que actuaban en función a sus necesidades, Utu era todo lo contrario, siendo descrito como un verdadero héroe, con una ética muy arraigada, y en uno de los textos en donde esto resalta aún más es en el poema de Gilgamesh, pues Utu ayuda al Gilgamesh y a Enkidu en su búsqueda para matar al monstruo Humbaba, y en otras versiones de este mito, Utu audo a los héroes enviandoles sueños en donde los guiaba, y en la batalla contra Humbaba lanzaba una serie de vientos para ayudar a los héroes pues Humbaba era la antítesis de Utu.
La adivinación también era un arte de suma importancia en la antigua Sumeria y Mesopotamia, y Utu también era el dios que ayudaba a estas adivinaciones, en donde diferentes reyes acudían a los adivinos reales conocidos como “Baru” los cuales utilizando la lecanomancia (observación del aceite en el agua), la libanomancia (la observación del humo del incienso), la observación de hígados o corazones de ovejas, se invoca a Utu para que sean verdades las interpretaciones de los presagios gracias a que el conoce la verdad.
Utu ha sido citado en diferentes textos, dentro de los cuales podemos recalcar los siguientes:
La Epopeya de Gilgamesh
Quizá la primera gran historia épica heroica de la que se tiene registros, en donde se narra el gran viaje del Gilgamesh, el rey de la ciudad de Uruk y un héroe dentro de la mitología mesopotámica. En esta historia podemos ver como Utu ayuda a Gilgamesh y a Enkido en su viaje para enfrentar al monstruo Humbaba, e intercede ante Enlil en nombre de Enkidu, devolviendo a Enkidu a la vida con la ayuda de Enki.
En esta historia vemos a Utu o Shamash como un dios amable con Gilgamesh ayudandolo en diferentes ocasiones, e igualmente en este texto conocemos a la esposa de Shamash, Aya, una diosa lunar, aunque parte de la historia del Gilgamesh está perdida, conocemos lo suficiente para conocer un poco sobre Shamash.
El Mito de Etana
Nuevamente un mito del cual se conservan algunas partes, existiendo tres versiones incompletas, una versión sumeria, otra asiria y una babilónica, siendo un mito muy famoso en Mesopotamia.
En dicho poema se menciona que se fundó la ciudad de Kish gracias a los dioses, pero esta ciudad no contaba con un Rey, mientras que en un árbol vivían una serpiente y un águila las cuales prometieron compartir comida y ser amigos ante el dios del sol, Shamash, pero el águila un dia se come a una cría de la serpiente, por lo cual esta le pide a Shamash que imparta justicia.
Shamash mata a un toro para que la serpiente se oculte dentro de él para emboscar al águila cuando esta intentara comer, lo cual sucede, quedando el águila bastante herida.
La historia continuaría con Etana, Rey de Kish quien no tenía un heredero y pide a Shamash que le ayude a conseguir la planta del parto o del nacimiento para poder de esta manera tener descendencia.
Shamash acepta, le dice que existe un águila que le ayudara, y dicha águila es la que fue herida por la serpiente, Etana cuidaría del águila por meses hasta que ésta pudiese volar nuevamente, y cuando esto pasa, Etana se sube al águila y se eleva por el cielo para contemplar la ciudad, el Águila lleva a Etana a ver a Inanna, diosa de la fertilidad quien tiene la planta del nacimiento, y desafortunadamente aquí se pierde una parte del poema ya que la tablilla está fragmentada.
Lo que sigue de la tablilla que es legible, da a entender que Etana consiguió la planta de la fertilidad, teniendo a Balih, su hijo y su sucesor.
El Sueño de Dumuziz
Shamash aparece en el mito del sueño de Dumuzid, una historia en la que el rey de Uruk, sueña con su muerte, y se lo cuenta a la diosa Geshtinanna (Diosa del vino), y se lee como Dumuzid le ruega a Shamash para que lo proteja de su destino.
Shamash como vemos es un dios compasivo, heroico y bondadoso, contrastando mucho con los demás dioses sumerios, que son impulsivos, rencorosos y hasta malvados algunos. Es curioso como Sumeria representó a esta deidad que más que ser una representación del Sol, él era el encargado de que el Sol cumpliera su recorrido.
Como podemos apreciar, Utu era un dios que tenía diferentes tareas y que muchas personas lo respetaban y lo veneraban, no por miedo, si no por ser el dios más justo y bondadoso del panteón sumerio y que sin duda impactó mucho en diferentes civilizaciones como los acadios, asirios, y lo que sería mesopotamia, siendo también uno de los dioses antiguos más importantes al aparecer citado en el Código de Hammurabi, uno de los textos antiguos más importantes de todo el mundo.