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Poesía: Logomaquia entre la quietud del sueño y el insomnio del amor. Un adelanto de un trabajo actualmente en curso.
mateo desant / @mateo.desant
mateo.desant@gmail.com
I
Cinco canciones de amor
vuelan al atardecer
tu sueño
y la liturgia de la noche
mi corazón que es sombra
del azul del cielo
y nosotros dos lágrimas
del llanto de la tierra.
II
Solo hay un sueño
al que vuelves cada noche
vaso de tu carne
O dulce sueño
hermana de la muerte
encuéntrame esta noche
que el amor es desvelo
y tú quietud
pozo de luz cautiva.
III
Desperté para ti
una vez más
me entregas tus ojos quietos
como dos perlas de gracia
lloradas por el cielo
y espero
y espero
a que despiertes y te marches
envuelta en mi piel
tal vez me nazca otra
más morena y más dulce
pero sigues ahí
como si no tuvieras un día que recorrer
y como sigues quieta
tengo que dejarte
no te preparo café
ni desayuno
y salgo a vagar por el día
llevando tu recuerdo
y cuando creo que te he olvidado
vuelvo a casa
para encontrarte en mi cama
quieta como tus ojos quietos
y no me entrego
pero tú sabes que soy tuyo
así que quieta como eres
obséquiame el respiro
de tu ausencia
en mis ojos cerrados
y mi mente disuelta.
IV
Cuando miro al fondo de la ruina
cuales ojos son los que me miran
eres tú que me acoges entre los humildes
o en el infortunio sé que me rechazas
cada día voy buscándote a ciegas
y no te encuentro, pero me encuentras
dejando una estela de miradas
que al quebrarlas miro que me miras
pero ya no hay remedio
solo una pista remota
y una puerta estrecha
como un corazón virginal que espera inexplorado
la quieta mirada que habrá de quebrar su encanto
no hay ya sino solo polvo
polvo del frenético desvelo
sobre la quieta faz de la vida
inmóvil como dormir y frenético como el sueño.
