Editorial

TCA (trastornos de la conducta alimentaria)

#InPerfecciones
Al mundo le parece fácil hablar, señalar y encerrar lo cuerpos ajenos en juicios de revistas

 

 

Alejandra Rivero / @a.n.dra._
alejandra.rivero@inperfecto.com.mx

Un TCA se identifica por ser un trastorno usual en mujeres, que afecta directamente las conductas, formas de comer, ayunos, ejercicio de compensación, sentimientos de culpa, el no merecer comer eso que se antoja, pero que engorda, se puede llegar a asociar a una conducta poco racional, berrinches y exageración. Me parece que todo aquello que se necesita hablar empieza con un señalamiento a la persona; exagerada, berrinchuda, poco coherente e incluso loca. 

Cuando se habla de TCA solo se piensa en bulimia y anorexia, como un miedo irracional a ser “gorda”, se genera una alusión sobre el cuerpo. Sin embargo, no tienes que estar al borde de la muerte para tener un TCA, se habla tan poco y es tan común poseer uno, que parece normal. También se asocia a personas demasiado delgadas y denominadas como esqueléticas, aquellas a quienes los huesos les sobresalen. 

Ser delgada está bien, siempre y cuando cumplas con los requisitos sexistas de tener curvas que se puedan admirar o aquellos que se puede tocar. La grasa debe ocupar lugares específicos que muestren una mejor curvatura, no puede ser celulitis, de otra forma pasa a ser una mujer poco deseable; el busto y los glúteos por otra parte, deben ser grandes, abundantes y bien firmes. 

¿Qué tiene que ver un señalamiento sexista y los TCA? Pareciera que son temas totalmente aislados, si miramos con mayor atención podemos descifrar que son temas relacionados, tal vez, hasta de la misma raíz. Volvemos a nuestra primera premisa, ser delgada, si se puede de piernas largas, estilizadas, cintura pequeña, torso pequeño, espalda pequeña, busto grande, pero no tanto o parecerá obsceno, hasta se podría confundir con alguna mujer “vulgar”. Ser delgada con todas sus letras, D-E-L-G-A-D-A, sin hambre, que consuma lo necesario, que haga ejercicio pero no tanto o tendrá piernas muy musculosas y eso no parece ser tan agradable. 

Ser delgada, aunque le cueste la vida, porque la belleza cuesta, ser delgada aunque implique vomitar, ser delgada hasta que los huesos sobresalgan, ser delgada hasta comer algodón, esperar enfermar de gravedad para bajar unos cuantos kilos, ser delgada hasta desvanecerte, esconder comida, hablar por 3 horas para que no se den cuenta de que apenas comiste, escupir comida en servilletas. Debo ser delgada hasta que mi cuerpo deje de darme asco. Hasta que esa imagen en el espejo se transforme, hasta que pueda verme como debería de verme. 

Ser tan delgada que mi cintura mida 60 cm aunque mi estructura sea de 70cm, ser delgada hasta que el metro con el que mido mi cuerpo disminuya. Hasta parecer bailarina, hasta volver a los 40 kilogramos, beber agua cada que tenga hambre, usar una faja para reducir centímetros, usar laxantes, pastillas para perder peso, auto purgarme, deshidratarme y todo para ser delgada. 

Cuando era niña desarrolle un TCA, comer se volvía un martirio, tomar agua se volvió un alivio, la sensación de mareo se volvió parte del día a día, esconder y enterrar comida fue parte de mi niñez, vomitar fue parte de la preparatoria, los atracones fueron parte de la universidad. Hacer ejercicio excesivo para quemar caloría, contar calorías se volvió mi prioridad, porque solo así era atractiva, porque delgada me veía bonita, porque ser gorda significa no parecer bailarina, ser gorda implicaba ser fea, no cuidarme. 

Debemos comprender que juzgar a otras por su peso pueden generar conductas autodestructivas, decirle a alguien que parece anoréxica por su fisionomía, seguro que también puede provocarle un TCA, no solo es dejar de comer, los atracones y el sentimiento de culpabilidad, el no merecer comer o el famoso, comer tus emociones, también son síntomas de un trastorno de la conducta alimentaria. Podemos cuidar lo que decimos, así como cuidamos lo que comemos. 

#InPerfecto