Febrero 26, 2018
Rosario Aguilar
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx
¿Qué tal su inicio de semana? Quedamos en tocar un tema el cual con mucha frecuencia o depende la edad o incluso la educación familiar, nos da pena preguntar o creemos saberlo y dominarlo o simplemente no queremos saber, las fantasías sexuales es como un Voldemor, hablarlo no siempre resulta fácil, sin embargo, es parte importante de nuestra sexualidad, y ¡aunque usted no lo crea!, resulta ser sano.
Como en todo siempre hay contraindicaciones, de este modo, las fantasías sexuales resultan de especial importancia para la promoción de la salud sexual y se define en la salud sexual, como la capacidad de una persona para disfrutar y expresar su sexualidad. Esta capacidad incide en aspectos como el sexo seguro, sexo agradable e informado, sexo basado en la autoestima, perspectiva positiva de la sexualidad humana y respeto mutuo en las relaciones sexuales.
La sexóloga Helen Kaplan opina que “el cerebro es el principal órgano sexual “, y una segunda frase es: “la excitación es mitad fricción y mitad fantasía”, por lo tanto vemos la importancia que las fantasías tienen en la sexualidad. Fantasear es quizá lo más común, y aun así no sabemos manejarlo y que eso en ocasiones nos generen culpas, el hecho de ser consciente que nuestros sentidos están vivos y que es fácil estimular atreves del tacto, la vista, el olfato, el oído, el gusto , es muy fácil , suele pasar que en momentos nos dejamos llevar por lo que vemos y que es agradable, y nuestra mente empieza a soñar, ¿si pasa?
Habiendo tanto material para crear, nuestra fantasía es intensa, videos, revistas, internet, ya todo nos muestra a detalle como generar una fantasía y el o la modelo en cuestión nos invitan a recrearlo con nuestra pareja o con quien nosotros decidamos y…. no siempre resulta como lo planeamos, ni la pareja es rubia de ojos azules, ni es musculoso y en el enredo algo salió mal, eso suele ser muy gracioso, estas son las trampas de fantasear, claro que pueden ayudar pero es importante que tengamos claro lo que queremos, y ser abierto a una relación con muchos matices y compartir las fantasías es una de ellas, aunque existiera un manual donde se nos diga paso a paso que hacer, no hay mejor plan que la comunicación, que sea consensuado, que los dos platiquen un poco de lo que quieren y de lo que esperan, es una buena práctica para la eyaculación precoz, para romper el estrés de la pareja; muchas mujeres siempre callan sus deseos porque los hombres quieren tomar la iniciativa, o porque aun existen aquellos que tachan a la mujer de libertina, y como su mujercita se atreve a tanto pero ellos si quieren vivir sus fantasías, aun así ya hay mujeres que saben lo que quieren y hacen gala de su derecho a vivir su sexualidad como mejor les parezca.
Se vuelve una mala experiencia cuando solo se hace para satisfacer a la pareja, y ya se deja de disfrutar y termina sintiéndose un objeto sexual, cuando se daña a la pareja, que -aunque no se pretende causar daños- ya en la práctica se experimenta y sube de tono, los fetiches sexuales, van desde el solo mirar, (voyerismo) hasta el sometimiento y sumisión. Ya las fantasías subieron de tono, y si no se sabe manejar puede lastimar a la pareja .
Las fantasías sexuales, hay que trabajarse, no solo en la intimidad de autoerotismo, sino también en la comunicación con el o la pareja sexual, uno pude seleccionar de las fantasías que tiene, que compartir y que no con nuestra pareja. El proceso de fantasear, si no surge de manera espontánea puede buscarse deliberadamente, en soledad o en pareja con el objetivo de aumentar el deseo y enriquecer la relación sexual.
En la medida que podamos entender las fantasías como algo natural y esperable de la sexualidad, vamos a poder disfrutarlas más y nos llevará a refrescar y movilizar nuestra sexualidad. ¿Y tú, que piensas de esto?, ¿te genera culpas?, ¿tú pareja no te permite expresarte?, o ¿piensas que contigo no puede pasar?
#InPerfecto