Cultura

El rey del cash, un fraude literario para manchar al presidente

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“Una mentira dicha mil veces no se convierte en verdad”

 

 

Luis Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com  

 

Comencemos este texto con un viejo adagio que dice así: “una mentira dicha mil veces se convierte en verdad”. Solo que no siempre es así. Es más, me atrevería a decir que “una mentira dicha mil veces no se convierte en verdad”. 

 

Esto se debe a que, a pesar de que la mentira tiene la clara intención de ocultarnos algo o de desviar la atención a un tema de menor importancia para guardar las apariencias o nuestro ego y así demostrar que con falsedades reales se puede hacer de todo, incluso, sacar libros, aprovechándose de la delgada línea entre la realidad y la ficción que este material nos muestra. Además, de que la mentira tiene que ser sustentada para que no se derrumbe fácilmente.

 

Jorge Luis Borges, el mítico no ganador del Nobel de literatura, creó una extraña fusión donde la veracidad y la verosimilitud se parodian a sí mismas haciendo pasar algunos rumores y chismes como si fueran verdades. Estas historias y cuentos, que el reconocido escritor argentino escribió con todos sus cuentos, como su libro de cuentos Ficciones, usa esta mezcla de falso y verdadero donde muchas personas cayeron en esa red y creyeron que todo lo que nos contaban en Ficciones era real.

 

Otro ejemplo de falsedad real que ha dado mucho de qué hablar, sobretodo en estos tiempos es el libro de Orlando, parodia escrita por Virginia Woolf. Por una parte se encuentra la relación que tenía la escritora con su amiga y amante Vita Sackville-West y la otra donde se burla del género autobiográfico al iniciar su personaje como masculino y termina siendo una mujer, muy al estilo de los cuentos de Borges.

 

Dentro del misterio de nuestras novelas o cuentos favoritos, al ser de ficción, sí se pueden dar el lujo de lanzar unas mentiras verdaderas para que al final se aclare y tenga, por supuesto, consecuencias de dichos actos para los personajes involucrados.

 

En 1983, la revista Stern, de Alemania, anunció con bombo y platillo que en su poder yacían 62 volúmenes escritos por Adolf Hitler. Dentro de la historia que publicaron en sus páginas, es que unos granjeros habían encontrado dichos documentos días antes del suicidio de una de las personas más infames del mundo. Diarios como el británico The Sunday Times cayeron redonditos en la mentira y publicaron algunos fragmentos. Solo que hubo una gran falla: dentro de dichos escritos, supuestamente hechos con puño y letra del ex dirigente alemán, se contradecía al decir que no le gustaba escribir. 

 

Esta contradicción de que no le gustaba escribir pero que hizo 62 volúmenes en incluso, uno de los libros más estudiados titulado Mi Lucha (Mein Kampf), donde narra sus intenciones en un manifiesto antisemita, provocó la duda de muchas personas. Tiempo después se descubrió que el autor y poseedor de dicha mentira fue alguien llamado Honrad Kujau, un alemán, ilustrador, falsificador y coleccionista de artículos nazis

 

Toda esta historia de fraudes y mentiras, que sigue a lo largo de la historia escrita ha llegado a los últimos días con la publicación de un libro titulado El rey del cash. Dicho libro, escrito por Elena Chávez, supuestamente nos narra un saqueo hecho por órdenes del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a las arcas públicas. Según la propia autora, en una entrevista con el diario El Universal, menciona que “no es una investigación, es un testimonio del financiamiento de AMLO”.  Entonces, ¿no es una investigación lo que nos maneja dentro de ese libro?, ¿son solo dichos y rumores de las personas involucradas ahí?

 

Dichas mentiras sin fundamento alguno, porque no ha mostrado prueba alguna de ello, más que Fulanito se lo dijo, ha sido tomado muy enserio por la oposición radical del país. Desde la última, cuando sucedió el hackeo a la SEDENA, por parte del grupo llamado Guacamaya, donde, extrañamente dicho grupo, en vez de publicar al pueblo lo exhibido en dichos correos y mensajes, lo entregó de primera mano a Carlos Loret de Mola, reconocido por ser amigo del pueblo, defensor de comunidades indígenas y de ser parte de la “investigación” de la Mansión del poeta del Bienestar.

 

La oposición, Acción Nacional, en su intento de derrotar a la llamada 4T, toman como verdad el último libro de los 18 que van contra López Obrador en solo 4 años de gobierno. Con mentiras, miedos, desprestigio, calumnias y hasta burlas por el físico de las personas, creen que con eso es suficiente para que el pueblo mexicano se ponga a favor de la oposición y por ende, contra la 4T.

 

Dentro del libro, la autora nos intenta convencer, por medio de ataques ya conocidos y hasta repetitivos hechos por Loret, Carlos Alazraki, Kenia López Rabadán, Lily Téllez y un larguísimo etcétera, donde aseguran que el presidente “se asegura de dividir·, “usa a los militares para defender al crimen organizado”, “López Obrador es un peligro para México”, mítica e infame campaña, creada por Carlos Alazraki, antes de las elecciones del 2006.

 

Elena Chávez, como cualquier persona, tiene derecho a mostrar su inclinación política, a defender que no hubo fraude en el año 2006 e incluso, asegurando que la manifestación pacífica de la avenida Reforma era “un montaje de vendedores ambulantes”. Esto lo escribe dentro de dicho libro, con la firme intención de manchar al presidente en turno. Afirma, falsamente, que “tiene información que ni el INE, ni la llamada Pejeleaks tiene”. Además de terminar con el famoso remate que dice así la oposición mexicana “López Obrador es corrupto”. 

 

A su vez, comenta que “el financiamiento de las campañas electorales se hacía en efectivo”, porque ella lo vio, pero no dice cómo es que lo sabía o si en verdad ella estuvo presente cuando se hacían dichas entregas. Del millón y medio de trabajadores del Distrito Federal, hoy llamado Ciudad de México, ninguno ha dicho que entregó el 20% de su salario a López Obrador, como segura Elena Chávez. 

 

Es una lectura penosa y repetitiva sustentada en dichos, mentiras sin fundamentos. No hay datos realmente verificables. Solo se enfoca en aspectos simples como que el presidente no “sabe combinar su ropa, tiene caspa en el cabello” y casi-casi, “no huele a los abuelitos tradicionales”

 

Con este nivel político, intelectual y literario, es que la oposición política mexicana trata de regresar al poder, sin ningún fundamento, buscando quitar los apoyos sociales que ya están en la Constitución Política de México, buscan destruir un futuro santuario natural, como lo es el parque natural en el lago de Texcoco para construir un aeropuerto y que termine siendo como una barda, cuando la promesa era una refinería.

 

¡Hasta la próxima!

#InPerfecto